La Repoblación en la Península Ibérica
Entendemos por repoblación el proceso posterior a la Reconquista, consistente en poblar los nuevos territorios conquistados con población inmigrante del norte. También implica la explotación económica y el gobierno de estos territorios. La repoblación era imprescindible para defender y asegurar las conquistas. Estuvo condicionada por la velocidad de la conquista, la cantidad de población preexistente y los aportes de población cristiana. Los diferentes tipos de repoblación dieron lugar a distintas estructuras de la propiedad de la tierra.
Tipos de Repoblación
- Siglos VIII-X: Presura (Aprissio en catalán). Se extendió por Castilla y León (norte del Duero), Rioja, somontano aragonés y norte de Cataluña. Fue una repoblación espontánea y lenta de nobles, monasterios y hombres libres sobre territorios vacíos, estableciendo un dominio de la pequeña propiedad.
- Siglos XI y XII: Repoblación Concejil. Se extendió por Castilla y León (sur del Duero), Toledo, Valle del Ebro y Cataluña. Fue una repoblación de iniciativa real sobre territorios con población cristiana preexistente y amenazados por los musulmanes. Se realizaron importantes concesiones reales a las villas (fueros o cartas pueblas), con amplios alfoces. Se caracterizó por el dominio de la mediana propiedad y la actividad ganadera.
- Siglos XII y XIII: Repoblación de las Órdenes Militares. Se llevó a cabo en Castilla-La Mancha, Extremadura y el Maestrazgo por las órdenes militares (Santiago, Calatrava, Alcántara, etc.) en forma de encomiendas sobre territorios rápidamente conquistados y con poca población. Dominó la encomienda, propiedad de gran tamaño con dedicación preferentemente ganadera.
- Siglo XIII: Repartimientos. Se produjo en Andalucía, Murcia, Valencia y Mallorca. Fue una repoblación real que concedió a los nobles participantes en la conquista los latifundios de los antiguos propietarios musulmanes, junto a los campesinos musulmanes existentes. Dominó el latifundio con dedicación agrícola preferente.
La Expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo
Mientras Castilla enfrentaba una crisis económica en la primera mitad del siglo XIV, Cataluña se defendía mejor gracias al desarrollo del comercio por el Mediterráneo. Esta expansión comercial se vio acompañada por conquistas militares.
Los principales hitos de la expansión de la Corona de Aragón fueron: las Vísperas Sicilianas (1282), la conquista de Sicilia por Pedro III el Grande, la conquista de Cerdeña por Jaime II (1324), la expansión de los Almogávares en los ducados griegos de Atenas y Neopatria, y la conquista de Nápoles por Alfonso V el Magnánimo (1443).
Esta expansión política marcó la supremacía marítima de Cataluña en el siglo XIV y enfrentó a la Corona de Aragón con Francia y el papado. La expansión política impulsó el comercio, con Barcelona exportando hierro e importando cereales, tejidos, pieles, cuero, seda y especias.
La irrupción de los turcos en Bizancio en 1453 cortó las rutas comerciales con Asia, perjudicando el comercio catalán y provocando una crisis en el siglo XV. Valencia adquirió mayor importancia que Barcelona en este período.
Política Interior de la Corona de Aragón
- Oposición entre el monarca y los estamentos nobiliarios. La nobleza aragonesa era poco partidaria de la expansión por el Mediterráneo. Pedro IV abolió muchas prerrogativas de los nobles. Los catalanes apoyaron esto, y a cambio el rey aceptó la creación de la Generalitat.
- Problemas a la muerte sin descendencia de Martín el Humano, resueltos a través del Compromiso de Caspe, que eligió a Fernando I de Antequera como sucesor.
- Guerra Civil catalana (1460-1472). La monarquía se enfrentó a la Generalitat por el poder. La monarquía apoyó a los payeses de remensa frente a los nobles. Cataluña se debilitó económicamente y la hegemonía de la Corona de Aragón pasó a Valencia.
La Organización Política e Instituciones
La Edad Media fue un período de reforzamiento del poder de los nobles frente a los reyes. Sin embargo, en la Castilla de los siglos XIV-XV se impuso la Monarquía Autoritaria, donde el monarca solo era responsable ante Dios. Alfonso XI fue uno de los primeros reyes en adoptar esta forma de gobierno.
La Monarquía Autoritaria exigió el desarrollo de instrumentos de gobierno que permitieran centralizar el poder, dando origen al Estado Moderno.
Instrumentos de la Monarquía Autoritaria en Castilla
- El Consejo Real (1385): Órgano de gobierno técnico formado por juristas, que asesoraba al rey.
- La Audiencia (1371): Ejercía funciones judiciales en nombre del rey. Se estableció en la Chancillería de Valladolid en el siglo XV.
- Los Corregidores: Representantes del rey en los municipios y jueces en primera instancia. El antiguo Concejo Abierto fue sustituido por el Regimiento, controlado por las oligarquías locales.
Las Cortes de Castilla no tenían función legislativa ni control del gobierno, solo votaban impuestos y servicios para el rey. Las Cortes de la Corona de Aragón tenían mucho más poder.
En Aragón se impuso el Pactismo. El rey debía negociar con las cortes de los tres reinos (Aragón, Cataluña y Valencia). Para gobernar los reinos o posesiones en el Mediterráneo se valían de virreyes o lugartenientes.
En 1283, los nobles aragoneses obtuvieron los Privilegios de la Unión, que establecían la convocatoria periódica de las cortes y mantenían las Diputaciones Permanentes. La Generalitat de Cataluña adquirió funciones de gobierno. Otra institución particular era el Justicia de Aragón, defensor de los fueros del reino.
En la Corona de Aragón, los principales municipios tenían amplia autonomía. Barcelona se gobernaba por el Consell de Cent, que nombraba a los consellers.