Revolución de 1868 a la Primera República: España en el Siglo XIX

La Revolución de 1868: La Gloriosa

Caída de la Monarquía de Isabel II

La caída de la monarquía de Isabel II se debió al progresivo monopolio del poder político que ejercía el partido moderado. Estos grupos terminaron firmando el Pacto de Ostende, por el que se comprometían a movilizarse para derrocar a Isabel II. La conspiración, que terminó triunfando, fue preparada por el general Juan Prim. En septiembre de 1868, un grupo de generales, entre ellos Serrano y Juan Bautista Topete, se pronunciaba contra el régimen de Isabel II. El general Serrano triunfaba en la batalla de Alcolea sobre las fuerzas gubernamentales. La reina, que se encontraba en San Sebastián, abandonaba con su corte el país en dirección a Francia. Al mismo tiempo que se producía este pronunciamiento militar, otra revolución, de signo popular, surgía paralelamente en multitud de ciudades españolas donde se constituían Juntas Revolucionarias. Apoyadas por demócratas y republicanos, se defendían medidas avanzadas como el sufragio universal, la abolición de los consumos y de las quintas.

Gobierno Provisional y la Constitución de 1869

a) Primeras medidas del Gobierno Provisional:

En la revolución participaron los partidos firmantes del Pacto de Ostende, pero, al alcanzar el poder, surgieron las desavenencias. Se formó un gobierno provisional presidido por el general Serrano, con ministros progresistas y unionistas, entre otros, Prim, Sagasta, Ruiz Zorrilla y Figuerola. Las primeras medidas fueron la disolución de las Juntas Revolucionarias. A través del ministro de Hacienda, Laureano Figuerola, se establecieron medidas para salir de la crisis, como la supresión de los consumos, introduciendo a cambio un tributo personal.

b) Constitución de 1869:

El principal objetivo de las Cortes fue elaborar una Constitución que trazara las líneas generales de un nuevo régimen, abriendo un debate sobre la forma de gobierno. La nueva constitución fue promulgada en junio de 1869. Proclamaba la soberanía nacional e instauraba una monarquía democrática. Incorporaba una amplia declaración de derechos y libertades. Las Cortes eran bicamerales, Congreso y Senado, elegidos ambos por sufragio universal. La función legislativa, hacer las leyes, correspondía a las Cortes; al rey solo le tocaba sancionarlas y publicarlas. Una monarquía nueva, democrática, que ejercía el poder ejecutivo.

La Regencia de Serrano

Aprobada la Constitución, el general Serrano fue elegido regente, mientras Prim asumía la jefatura del gobierno.

a) La insurrección de Cuba:

En octubre de 1868 comenzó la llamada Guerra de los Diez Años a favor de la independencia de Cuba.

b) Las sublevaciones republicanas:

Se produjeron sublevaciones republicanas a favor del federalismo por tierras de Cataluña, Aragón, Valencia y Andalucía. Estaban a favor de una España federal.

c) La búsqueda de un rey:

No fue fácil y, finalmente, el gobierno de Prim se decidió por Amadeo de Saboya. El nuevo monarca obtuvo el reconocimiento de las Cortes.

El Reinado de Amadeo de Saboya

Elegido rey por el empeño del general Prim, Amadeo de Saboya desembarcaba en Cartagena el día 30 de diciembre de 1870. Ese mismo día fallecía Prim, su principal valedor. Esto privó a Amadeo de un apoyo fundamental y dividió al partido progresista en dos grupos: los constitucionales de Sagasta y los radicales con Ruiz Zorrilla. A esto se sumó la nueva insurrección carlista, la Tercera Guerra Carlista, iniciada cuando Carlos VII, nieto de Carlos María Isidro, entraba en España por Navarra. El reinado de Amadeo se caracterizó por la inestabilidad política: se sucedieron seis gabinetes ministeriales y se convocaron tres elecciones a Cortes. Amadeo se encontró ante un amplio frente de rechazo. Por la derecha: carlistas, alfonsinos, el clero, la alta burguesía y los industriales catalanes. Por la izquierda: los republicanos y las sociedades obreras. La oposición del rey a la aprobación de una ley propuesta por el gobierno, entonces presidido por Ruiz Zorrilla, precipitó su abdicación.

La Primera República

La República nacía en un momento lleno de dificultades: una Hacienda sin fondos y llena de deudas, dos guerras abiertas y movilizaciones de obreros y campesinos. La Asamblea Nacional designó a Estanislao Figueras como presidente. En marzo se disolvió la Asamblea, tras haber aprobado la abolición de la esclavitud en Puerto Rico y haber suprimido las quintas, cuestión compleja si se tiene en cuenta que se mantenía la guerra contra los carlistas y contra el levantamiento cubano. Las Cortes se inauguraron el 1 de junio y en su primera votación se acordó proclamar la República Democrática Federal. En los primeros días de junio, al negarse Figueras a seguir en el poder, Pi y Margall pasó a ser el nuevo presidente. El momento era complicado, con una acentuación de los conflictos sociales y con ataques carlistas a los que había que hacer frente con un ejército debilitado. En julio la situación política se agravó todavía más, el país entró en un proceso revolucionario. Hubo una huelga general en Alcoy que derivó en una insurrección obrera. Tuvo lugar la revolución cantonalista. El primero en proclamarse, el 12 de julio, fue el cantón de Cartagena. Días después el movimiento se extendía a Valencia y a diversas localidades de Andalucía. El nuevo gobierno, presidido por Nicolás Salmerón, a través de los generales Pavía y Martínez Campos, puso fin a la insurrección cantonal, excepto en Cartagena. Salmerón dimitió y el 6 de septiembre fue elegido como nuevo presidente del gobierno Emilio Castelar. Reforzó al ejército, se enfrentó a los cantonalistas de Cartagena y a los carlistas del norte. En las Cortes, en la noche del 2 al 3 de enero de 1874, cuando Castelar acababa de dimitir tras ser derrotado en una moción de confianza, las tropas del general Pavía, con fuerzas de la Guardia Civil, irrumpían en el Congreso dispersando a los diputados. Este golpe de Estado disolvía las Cortes Constituyentes, poniéndose fin a la I República. Se abría un periodo de transición, la dictadura del general Serrano, que daría lugar a la Restauración Borbónica.

La República de Serrano y el Camino a la Restauración

Los alfonsinos, dirigidos por Cánovas del Castillo, ganaban cada vez más adeptos. El 29 de diciembre de 1874, el general Martínez Campos se pronunciaba en Sagunto a favor del príncipe Alfonso, hijo de Isabel II. Su golpe fue aplaudido por todo el país. Serrano optó por marchar a Francia mientras en Madrid, el 31 de diciembre de 1874, se constituía el ministerio-regencia bajo la presidencia de Cánovas. El 9 de enero de 1875, Alfonso XII, procedente de Marsella, desembarcaba en Barcelona. El 14 de enero entraba en Madrid bajo un apoteósico recibimiento. Una nueva etapa histórica, la Restauración, comenzaba en nuestro país.