Santo Tomás de Aquino
Marco Histórico
Santo Tomás de Aquino vivió en la Baja Edad Media, un periodo de transición tras la Alta Edad Media, caracterizado por un mayor progreso y poderío en Europa.
El progreso agrícola mejoró la alimentación y aumentó la población, pero también provocó crisis como el hambre, la peste y la guerra.
La unidad cristiana se resquebrajó, y surgieron conflictos entre el Emperador y el Papa. Federico I y Federico II defendieron la autoridad imperial, mientras que el Papa Inocencio III mantuvo la teocracia.
En el siglo XIV, el cargo de Emperador se devaluó y la Iglesia tuvo dos Papas simultáneamente. Las monarquías hereditarias cobraron fuerza, dando lugar a la idea de nación y a las Asambleas Parlamentarias.
Marco Sociocultural
La Baja Edad Media se caracterizó por el resurgimiento de la vida urbana. Surgieron nuevas ciudades, los burgos, donde los comerciantes se dedicaban al comercio.
La industria textil fue la principal, y la actividad monetaria dio lugar a la banca y las letras de cambio.
La sociedad estaba organizada feudalmente, con el Papa y el Emperador en la cúspide, seguidos por los reyes, nobles, vasallos y campesinos.
La nobleza era el grupo social más importante, mientras que los campesinos constituían la mayoría de la población. Los excluidos eran los más marginados.
La Iglesia adquirió una estructura feudal, con obispos y abadías como vasallos de los reyes. Los monasterios tuvieron gran importancia económica.
El arte románico y gótico florecieron en esta época. Las catedrales, como Notre-Dame, se convirtieron en centros de reunión y decisión.
Marco Filosófico
La Iglesia y el cristianismo dominaban el pensamiento europeo en la Baja Edad Media.
Surgieron nuevas formas de religiosidad, como los monasterios y las órdenes mendicantes (dominicos y franciscanos).
Las Universidades sustituyeron a las escuelas monacales, y la filosofía escolástica se desarrolló, conciliando la razón y la teología cristiana.
Santo Tomás de Aquino fue uno de los representantes de la escolástica cristiana, que utilizaba la Biblia y los escritos de los Santos Padres como textos de referencia.
La asimilación de la filosofía aristotélica por parte de San Alberto Magno y Santo Tomás eclipsó a las escuelas platónicas.
La Universidad de París tuvo un papel crucial en la difusión de la escolástica, y Santo Tomás fue profesor en ella.