Marco Histórico
Santo Tomás de Aquino perteneció a la Baja Edad Media. Tras siglos de escasez material y rigidez social (Alta Edad Media), Europa se consolidó como una potencia. La expansión de la Baja Edad Media se debió al progreso de la agricultura, que mejoró la alimentación y aumentó la población. Sin embargo, la crisis resurgió con la aparición del hambre, la peste y la guerra.
En esta época, la unidad del cristianismo comenzó a fragmentarse. En el ámbito político, el Emperador y el Papa representaban dos grandes poderes. El conflicto entre Enrique IV, emperador de Alemania, y el Papa Gregorio VII debilitó a ambos. Federico I defendió el origen divino del Imperio, mientras que Federico II se enfrentó a los Papas. En el siglo XIII, el Papa Inocencio III mantuvo la teocracia. La desvalorización del cargo de Emperador llegó a su punto máximo en el siglo XIV, cuando la Iglesia tuvo dos Papas simultáneamente.
Las monarquías hereditarias cobraron auge, dando origen a la idea de nación. Surgieron las bases de las Asambleas Parlamentarias y las ciudades-estado.
Marco Sociocultural
La reaparición de la vida urbana fue la característica más importante de la Baja Edad Media. Nuevas ciudades surgieron gracias al comercio, dando lugar a los burgos. Los burgueses se dedicaban al comercio y la afluencia de emigrantes provocó el crecimiento de ciudades como Milán, Londres y París. La industria textil era la principal actividad económica. El auge de la actividad monetaria impulsó la creación de la banca y las letras de cambio.
La sociedad, la economía, la política y la Iglesia se organizaban bajo una estructura feudal. El Papa y el Emperador ocupaban los puestos más importantes, seguidos por los reyes, los nobles, los vasallos y, finalmente, los campesinos, que podían ser villanos (libres) o siervos.
La nobleza y los campesinos, que constituían la mayoría de la población, eran los grupos sociales más importantes. Los excluidos conformaban el último grupo social. La desigual distribución de la riqueza y el poder provocó frecuentes conflictos sociales.
La Iglesia adoptó la estructura feudal, con obispos y abadías que poseían tierras y vasallos. Los monasterios tuvieron gran importancia económica. En 910 se fundó el monasterio de Cluny, defensor del arte románico y promotor de la uniformidad cultural en Europa. A mediados del siglo XII surgió el gótico, un arte urbano que impulsó la construcción de catedrales, como Notre-Dame, que se convirtieron en espacios de reunión y debate.
Además de las catedrales, las ciudades contaban con ayuntamientos, palacios de burgueses y nobles, y lonjas. Los escultores desempeñaron un papel fundamental en la construcción de las catedrales. En el ámbito literario, esta época se caracterizó por la figura de los trovadores.
Marco Filosófico
En la Baja Edad Media, la Iglesia y el cristianismo dominaban el pensamiento europeo. Surgieron nuevas formas de vivir la religión, como los monasterios, que promovían la austeridad, el trabajo manual y el retiro del mundo, y las órdenes mendicantes, entre las que destacaron los dominicos y los franciscanos.
La Orden de los Dominicos, fundada por Santo Domingo de Guzmán, a la que pertenecía Santo Tomás, se dedicó al estudio de la teología y la predicación. La Orden de los Franciscanos, creada por San Francisco de Asís, predicaba el amor a la naturaleza y la pobreza, y se dedicó a evangelizar al pueblo con sobriedad y humildad.
Los siglos XII y XIII fueron de gran intensidad intelectual. Las antiguas escuelas monacales fueron reemplazadas por las Universidades, dirigidas por un canciller y un rector. La filosofía escolástica se refería a los saberes impartidos en las escuelas medievales. Santo Tomás de Aquino fue uno de los representantes de la escolástica cristiana, que buscaba conciliar el pensamiento racional con la teología cristiana.
La Biblia y los escritos de los Santos Padres de la Iglesia eran los textos de referencia para la escolástica cristiana. Surgieron diversas obras, entre las que destaca la “Summa Theologica” de Santo Tomás. Los problemas abordados por la escolástica eran de índole teológica.
La filosofía cristiana recibió la influencia de los escritos platónicos. En el siglo XII, a través de los árabes, se conocieron las obras de Aristóteles, Hipócrates y Euclides. San Alberto Magno y Santo Tomás de Aquino fueron los principales responsables de la asimilación de la filosofía aristotélica.
Las Universidades eclipsaron a las escuelas platónicas. La Universidad de París tuvo gran importancia y llegó a oponerse al Papa. Santo Tomás fue profesor en esta universidad.