Segunda República Española y Guerra Civil: Orígenes, Desarrollo y Consecuencias

La Segunda República Española (1931-1939)

La **Segunda República Española** se proclamó el **14 de abril de 1931** tras la caída de la monarquía de **Alfonso XIII**, quien había ligado su futuro al del **Dictador Primo de Rivera** en 1923. Sin embargo, la dictadura no logró estabilizar la situación, y en 1930, Primo de Rivera dimitió y se marchó al exilio. Su sucesor, el general Berenguer, fracasó en su intento de restaurar el orden político, y tras su dimisión, el almirante Aznar trató de organizar una transición ordenada de vuelta a la democracia. En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 se reflejó el rechazo a la monarquía tras la victoria de los republicanos en 41 de las 51 capitales de provincia. Como resultado, Alfonso XIII reconoció su derrota y marchó al exilio dando lugar al comienzo de la Segunda República.

Los antecedentes de la Segunda República se dividen en internos y externos. Entre los **antecedentes internos**, destacan:

  • El **Trienio Liberal** (1820-23), con Riego contra Fernando VII.
  • El exilio de **Isabel II** tras la Revolución Gloriosa de 1868.
  • El **Sexenio Democrático** y la **Primera República** (1868-74).
  • La **Restauración borbónica** (1874-1931), con un bipartidismo excluyente.
  • El **Desastre del 98**, que impulsó el regeneracionismo.
  • El reinado de **Alfonso XIII** (1902-1931), caracterizado por la ineficacia y el desprestigio.

Entre los **antecedentes externos**, la **Gran Depresión de 1929** tuvo tres consecuencias clave:

  • La contracción del comercio exterior.
  • El colapso de las inversiones extranjeras.
  • La modificación de los flujos migratorios.

El primer gobierno republicano, conocido como **Gobierno Provisional**, estuvo presidido por **Alcalá Zamora** como presidente de la República y **Manuel Azaña** como presidente del Gobierno. En las elecciones de las Cortes constituyentes de junio de 1931, con una participación del 70% del censo, ganaron las izquierdas con 279 escaños.

El inicio de la República se vio marcado por diversos problemas, como la proclamación de la República Catalana, la oposición de la Iglesia y el aumento del anticlericalismo. La **Constitución del 9 de diciembre de 1931** establecía que España era una “república democrática de trabajadores de toda clase” y contenía los siguientes puntos clave:

  • Amplia declaración de derechos.
  • Supresión de títulos nobiliarios.
  • Estado unitario con posibilidad de autonomías.
  • Propiedad privada supeditada a los intereses nacionales.
  • Cortes unicamerales, con capacidad legislativa y de control del Gobierno.
  • Sufragio universal, incluyendo por primera vez a las mujeres.
  • Estado laico, con libertad religiosa y pérdida de privilegios de la Iglesia católica.
  • Enseñanza y cultura como deber primordial del Estado.
  • Igualdad en el matrimonio y derechos políticos para ambos sexos.


El gobierno, compuesto principalmente por socialistas y republicanos, con Alcalá Zamora como presidente de la República y Azaña como presidente del Gobierno, llevó a cabo un ambicioso programa de reformas:

  • Reforma religiosa: supresión del presupuesto para el culto y el clero, prohibición de la enseñanza por parte de órdenes religiosas, legalización del matrimonio civil, divorcio y entierro civil.

  • Reforma educativa: el analfabetismo superaba el 40%, por lo que se impulsó la educación primaria gratuita, laica y obligatoria. Se crearon escuelas, se contrataron nuevos maestros, y se promovieron iniciativas como las Misiones Pedagógicas y La Barraca.

  • Reforma autonómica: se aprobó el Estatuto de Autonomía de Cataluña, que creaba la Generalitat con un Parlamento, Consejo de Gobierno y Presidente. Francesc Macià y Lluis Companys ocuparon los cargos principales. Las competencias incluían Cultura, Obras Públicas y Orden Público.

  • Reforma del Ejército: Se buscaba asegurar su lealtad a la República. Se cerró la Academia Militar de Zaragoza, se reorganizaron las Capitanías Generales, se publicó un Decreto de Retiro Voluntario, al que se acogieron más de 7.000 oficiales, y se creó la Guardia de Asalto, un cuerpo leal a la República.

  • Reforma agraria: El 50% de la población activa eran jornaleros agrícolas, por lo que se aprobó la Ley de Reforma Agraria, que buscaba acabar con el latifundismo y redistribuir tierras. Sin embargo, la burocracia ralentizó el proceso, causando descontento en el campesinado.

  • La **matanza de Casas Viejas** (1933), en la que la Guardia Civil reprimió brutalmente un levantamiento anarquista que provocó la caída del Gobierno republicano-socialista.

Tras el entusiasmo inicial que despertó su proclamación, la Segunda República enfrentó grandes dificultades para implementar sus reformas. El **Bienio Reformista** generó descontento tanto en los sectores populares, que criticaban la lentitud en la redistribución de tierras, como en los poderes tradicionales (Iglesia, Ejército y derechas), que veían amenazados sus privilegios. La respuesta de la derecha fue el **Bienio Conservador** (1933-35), con una política de rectificación que deshizo muchas de las reformas. Finalmente, la victoria del **Frente Popular** en 1936 llevó a una tensión que culminó en un Golpe de Estado y la Guerra Civil Española.


La Guerra Civil Española (1936-1939)

La **Guerra Civil Española** comenzó tras la victoria del Frente Popular en febrero de 1936, lo que provocó una fuerte reacción de los sectores conservadores. Se organizó una conspiración militar liderada por generales africanistas como Sanjurjo, Mola y Franco, quien fue destituido y trasladado a Canarias. Paralelamente, hubo una conspiración civil en la que participaron políticos, banqueros y medios de comunicación como ABC. La tensión aumentó con la violencia de pistoleros de Falange y la respuesta de los sindicatos. La situación se agravó aún más con los asesinatos del teniente Castillo y José Calvo Sotelo, lo que fue el pretexto final para el Golpe de Estado del 17 de julio de 1936, iniciando la Guerra Civil que se prolongó hasta abril de 1939.

Causas de la Guerra

La división de España en dos grandes bloques explica el origen del conflicto. Por un lado, la España conservadora y tradicionalista, que defendía el Imperio, la religión, la uniformidad cultural y el centralismo y estaba representada por la monarquía, la Iglesia, la burguesía, el Ejército y la nobleza terrateniente. En el otro lado, la España progresista, conformada por liberales, socialistas, republicanos y federalistas, junto con los nacionalistas tanto de izquierdas como de derechas, que defendían la igualdad, la justicia social, la diversidad cultural y los derechos individuales. Los representaban los campesinos, obreros, clases medias, intelectuales y la pequeña y mediana burguesía. La guerra también representó un enfrentamiento ideológico entre los ideales de la Ilustración y el Antiguo Régimen, lo que reforzó la lucha de clases.

Dimensión Internacional y Alianzas

La Guerra Civil tuvo una dimensión internacional significativa. Los sublevados recibieron apoyo de la **Alemania nazi**, la **Italia fascista**, **Portugal** y el **Vaticano**, mientras que la República fue respaldada por la **URSS**, **México** y las **Brigadas Internacionales**. No obstante, la política de No Intervención promovida por Francia, Reino Unido, la Sociedad de Naciones y EEUU perjudicó a la República.

Fases de la Guerra

En la **primera fase** (julio 1936 – marzo 1937), los sublevados, dirigidos por Franco, Queipo de Llano y Mola, lograron importantes avances iniciales, pero se encontraron con la resistencia de Madrid. Se libraron las batallas del Jarama y Guadarrama, en las que los republicanos lograron frenar el avance franquista. Para enfrentar la situación, el Gobierno republicano entregó armas a los milicianos y sindicatos, eliminando el ejército regular y sustituyéndolo por comités revolucionarios.

En octubre de 1936, Franco fue proclamado **Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos**, mientras que el Gobierno Republicano se trasladó a Valencia en noviembre. En febrero de 1937 tuvo lugar la Desbandá de Málaga, en la que 5.000 civiles fueron asesinados.


En la **segunda fase** (abril 1937 – noviembre 1938), los sublevados lanzaron la batalla del Norte, con el objetivo de tomar las industrias vascas y las minas asturianas. Durante esta campaña, en abril de 1937, la Legión Cóndor alemana bombardeó Guernica, causando 3.000 muertes y convirtiendo la ciudad en un símbolo de la barbarie fascista. En la primavera de 1938, las tropas franquistas llegaron a Castellón, dividiendo el territorio republicano en dos. En julio de 1938, los republicanos lanzaron la ofensiva del Ebro, en la batalla más sangrienta de La Guerra Civil. La victoria franquista, apoyada por Italia y Alemania, y el Pacto de Múnich acabaron con las esperanzas republicanas.

En la **tercera fase** (diciembre 1938 – abril 1939), la debilidad republicana fue evidente. Cataluña cayó en febrero de 1939, forzando al Gobierno republicano a exiliarse en Francia. En Madrid, el coronel Casado, con apoyo de socialistas y anarquistas, intentó negociar la paz, lo que provocó un enfrentamiento con los comunistas. Finalmente, el 1 de abril de 1939, Franco entró victorioso en Madrid, poniendo fin a la guerra.

La Retaguardia En la zona republicana, se establecieron 4 presidentes: Casares Quiroga, José Giral, Francisco Largo Caballero y Juan Negrín. Sus gobiernos incluyeron socialistas, republicanos, comunistas, nacionalistas y anarquistas. Mientras que los anarquistas buscaban una revolución paralela, los comunistas priorizaban ganar la guerra. La falta de tierras de cultivo y la desorganización productiva provocaron desabastecimiento, agravado tras la pérdida de la industria del norte (Bilbao). Dependía de la URSS, ya que la deuda y la falta de apoyo exterior fueron crecientes.

En la zona sublevada, tras la muerte de Sanjurjo el 19 de julio, se estableció la Junta de Defensa Nacional, que prohibió partidos, impuso censura y realizó una brutal represión. El 1 de octubre de 1936, Franco fue nombrado Jefe del Estado y, en abril de 1937, promulgó el Decreto de Unificación, creando el partido único FET y de las JONS. En 1938, se formó el primer Gobierno de Burgos, con Franco como Presidente del Gobierno, Jefe del Estado y Generalísimo. Se aprobó el Fuero del Trabajo, de inspiración fascista. La producción estuvo controlada estrictamente y apoyada por empresarios, banqueros y potencias fascistas.

Consecuencias de la Guerra Civil

La victoria franquista se dió debido a la desigualdad militar, financiera y de apoyos internacionales, lo que permitió a Franco vencer a los republicanos. La falta de apoyo exterior a la República y la intervención de potencias fascistas a favor del bando sublevado, facilitaron la aniquilación de todo vestigio republicano. El coste material de la guerra fue elevado, afectando gravemente las infraestructuras, el patrimonio y la renta per cápita del país. En cuanto a los costes humanos, la guerra causó la muerte de cerca de un millón de personas y obligó a más de 500.000 ciudadanos a exiliarse. Además, las masacres en las retaguardias republicanas, como las de Paracuellos, Badajoz, Málaga y Guernica, son ejemplo de la violencia sufrida durante el conflicto. Tras la guerra, España se convirtió en un campo de pruebas para las potencias fascistas durante la Segunda Guerra Mundial, lo que llevó al fin de la democracia y el inicio de una dictadura que perduró hasta 1977.