El Sistema Canovista y la Restauración Borbónica
1.1 Bases del sistema canovista: Constitución de 1876
El pronunciamiento del general Martínez Campos significó la restauración de la monarquía y de la dinastía borbónica en Alfonso XII, hijo de Isabel II. El régimen político de la Restauración fue configurado por Antonio Cánovas del Castillo como un sistema político de carácter conservador, basado en un sistema parlamentario liberal, poco democrático. Contó con el apoyo de las clases dominantes, que esperaban la estabilidad política, económica y social frente a la radicalización del Sexenio y la irrupción del obrerismo. Pretendía superar los problemas que afectaron al sistema liberal del reinado de Isabel II:
- Falta de alternancia política pacífica y la apuesta de la Corona por el partido moderado, siempre mediante pronunciamiento militar.
- Intervencionismo de los militares en la vida política.
- Constantes enfrentamientos civiles y el recurso continuo a la violencia para dirimir las cuestiones políticas.
Para conseguir su propósito, propusieron dos objetivos: elaborar una constitución que vertebrase un sistema político basado en el bipartidismo y pacificar el país poniendo fin a la guerra de Cuba y al conflicto carlista.
Características de la Constitución de 1876:
- Elementos de la Constitución moderada de 1845 y de la Constitución democrática de 1869.
- Tenía carácter conservador; defensa de los valores tradicionales y soberanía compartida entre la corona y la nación (cortes). La corona comparte con las Cortes la potestad legislativa y nombra ministros.
- Cortes bicamerales: congreso de los diputados y senado, senadores elegidos mediante sufragio restringido.
- La restauración del sufragio censitario en 1878, con el posterior retorno al sufragio universal masculino.
- Confesionalidad católica del estado, junto al mantenimiento de la libertad de cultos.
- Amplia declaración de derechos, aunque durante los gobiernos conservadores se limitó el ejercicio de los derechos, sobre todo los de imprenta, expresión, asociación y reunión.
Los pilares del sistema canovista fueron:
- La Corona, incuestionable y permanente, debía garantizar la alternancia entre partidos.
- Los partidos dinásticos, conservador y liberal, comparten poder.
- El ejército, mantenerlo alejado de la vida política. Además, se potenció la identificación del rey como símbolo y cabeza visible del ejército. Se le dotaba de un elevado presupuesto.
1.2 Bipartidismo y turno pacífico
El sistema político de la Restauración se basaba en la existencia de dos grandes partidos dinásticos que coincidían en varios aspectos, entre ellos: la propiedad privada, consolidación de un Estado Liberal, unitario y centralista.
El partido Liberal-Conservador de Cánovas del Castillo, finalmente acabó llamándose Partido Conservador:
- Aglutinó a los sectores más conservadores y tradicionales de la sociedad, exceptuando carlistas y moderados integristas.
- Bases sociales: burguesía terrateniente, aristocracia y militares de elevada graduación.
- Partidario del inmovilismo político, defensa de la iglesia católica y del orden social.
El Partido Liberal-Fusionista de Sagasta o Partido Liberal:
- Reunió a antiguos unionistas, progresistas y demócratas.
- Bases sociales: burguesía industrial y financiera, clases medias acomodadas.
- Un reformismo de carácter progresista y laico, heredado del legado de la revolución de septiembre de 1868.
El turno pacífico consistió en la alternancia regular en el poder de los dos partidos dinásticos conservador y liberal, garantizado por la Corona. El objetivo era asegurar la estabilidad institucional mediante la participación en el poder de las dos familias del liberalismo.
El gobierno sufre un proceso de desgaste político, el monarca encarga al jefe del partido de la oposición la formación de un nuevo gobierno, al tiempo que se disuelven las Cortes y convoca elecciones con el objetivo de constituir al nuevo gobierno una mayoría parlamentaria que le permita ejercer de manera estable. El fraude electoral aseguraba al nuevo gobierno unos resultados favorables. Se constituyó un gobierno liberal presidido por Sagasta en 1881 que sustituyó al gobierno conservador de Cánovas y quedó garantizado por el llamado Pacto del Pardo, tras la temprana muerte de Alfonso XII.
1.3 Manipulación electoral y Caciquismo
El turno pacífico se apoyaba en un sistema electoral corrupto en el que los dos grandes partidos se ponían de acuerdo sobre los resultados electorales, resolviendo de antemano la distribución de escaños (encasillado) y valiéndose de la influencia social y el poder económico de determinados individuos, los caciques, para obtener en las urnas el resultado pactado.
El control del proceso electoral se ejercía a través del Ministerio de la Gobernación, los gobernadores civiles y los caciques locales:
- Los gobernadores civiles se la transmitían a alcaldes y caciques, poniendo todo el aparato administrativo a su servicio para garantizar su elección.
- El conjunto de prácticas que daban lugar a la sistemática adulteración de los resultados electorales se conoce como pucherazo: trampas electorales orientadas a conseguir la elección del candidato gubernamental, mediante la falsificación del censo, la manipulación de las actas electorales, la compra de votos.
El caciquismo consiste en el poder económico y la influencia política de determinados individuos que controlaban una determinada circunscripción electoral y su peso era más evidente en las zonas rurales.
Comentario de Texto: Discurso de Manuel Azaña “Paz, Piedad y Perdón”
A. Naturaleza y clasificación
El texto es un fragmento del discurso pronunciado por Manuel Azaña en el ayuntamiento de Barcelona el 18 de julio de 1938, que ha pasado a denominarse comúnmente como el discurso “Paz, piedad y perdón”. Aunque se pronuncia en el ayuntamiento de Barcelona, el destinatario del texto es el pueblo español en guerra. Es un documento público y se trata de una fuente primaria. La naturaleza del texto es narrativo-circunstancial al tratarse de un discurso en el que llama a la concordia y a la reconciliación. Además, su temática es política.
B. Contexto histórico
El texto se pronuncia en 1938, a los dos años del comienzo de la Guerra Civil española. El fracaso del golpe militar originó la división del país en dos bandos, que se enfrentarían en una guerra civil:
a) El gobierno republicano, se hizo con las principales ciudades, zonas industriales y reservas de oro del banco de España. Este bando lo componían parte del ejército, y de la guardia, obreros, empleados urbanos, pequeña burguesía y campesinado sin tierras, nutrido grupo de intelectuales y artistas. Eran definidos por la derecha como “rojos”. b) En el otro bando, militares sublevados, zonas agrarias más conservadoras; contaban con el ejército de tierra, protectorado de marruecos, legionarios. También militares conservadores, monárquicos de derechas, grupos católicos, falangistas, tradicionalistas (carlistas). Apoyados e inspirados por el fascismo, se definían como nacionales y católicos.
La “guerra de España” dividió a los países hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial. La defensa de la República se identificó con la lucha por la democracia y la libertad, lucha contra el fascismo, que se expandía por Europa y apoyaba decididamente la causa franquista (nazismo alemán, Italia de Mussolini). Partidos obreros de todo el mundo y la URSS apoyaron la república. El papado se puso de lado de Franco, Gran Bretaña defendía una política de apaciguamiento. Se dio el Comité de No Intervención que se fundó en 1936 en Londres en los que estaban incluidos 27 países. La república con Largo Caballero, utilizó las reservas de oro del banco de España para pagar el armamento a la URSS. México fue otro país que apoyó a los republicanos. También colaboraron las Brigadas Internacionales, tropas creadas por organizaciones comunistas internacionales. Entre los sublevados, Alemania a su aviación, la Legión Cóndor, responsable del bombardeo de Guernica. Italia mandó militares y armamento. Portugal envió fuerzas de voluntarios. Otras grandes empresas americanas que vendieron productos a los sublevados, Ford.
El desarrollo de la guerra Civil, transcurrió el inicio de las operaciones y el fracaso de los sublevados al intentar tomar Madrid. En la toma de Madrid los sublevados iniciaron una ofensiva doble dirigida por Franco por el sur y Mola por el norte. Franco se detuvo en Toledo para liberar la ciudad y su alcázar, donde resistían los sublevados. Miles de personas fortificaron los accesos a Madrid con el grito de “No pasarán” y “Madrid será la tumba del fascismo”. El gobierno republicano se trasladó a Valencia, Madrid quedó en manos de los generales republicanos Miaja y Rojo, resistiendo gracias a las Brigadas Internacionales y al líder sindicalista Durruti. Fracasado el intento de la toma de Guadarrama, los sublevados intentaron aislar Madrid, batallas de Guadalajara, y batalla de la carretera de La Coruña, frenando el avance nacional. Tras la derrota de Guadalajara, franco llevó la guerra a la franja cantábrica, sublevados al mando del general Mola. El 26 de abril se producía el bombardeo de Guernica, por tropas nazis. La población se dividió en dos zonas muy diferenciadas: la zona republicana y la zona sublevada.
La zona republicana: se extendió una revolución social de carácter colectivista CNT y FAI. Se organizó un nuevo gobierno y accedió al mando Largo Caballero; en el nuevo gabinete estaban republicanos, socialistas y comunistas. Dentro del ejército popular de este bando se dieron algunas disputas por diversos fracasos militares. Los problemas más graves fueron la enemistad con los comunistas y los sucesos del edificio de Telefónica en Barcelona (se enfrentaron POUM y CNT). Juan Negrín formó gobierno incluyendo partidos del frente Popular y su sede se trasladó a Barcelona. El nuevo gobierno se basó en buscar una salida negociada a la guerra a partir del programa de los Trece Puntos en mayo de 1938. En marzo de ese mismo año se produjo una sublevación contra el gobierno establecido (republicano) a los tres días se dio por terminada con ella la guerra y la II República.
La zona sublevada: el ejército se convirtió en la columna vertebral del régimen. Se creó en Burgos la Junta de Defensa Nacional. Franco fue nombrado Jefe de estado y Generalísimo, su cuartel se trasladó a Salamanca, militarizó las milicias de carlistas (requetés). En abril de 1937, promulgó el Decreto de Unificación, creó un único partido, Falange Tradicionalista y de la JONS (militarización de sus miembros). En enero de 1938 el general adquirió el titulo de caudillo. Promulgó la Ley de Responsabilidades Políticas que marcó el inicio de una gran represión. El estado se inspiraba en el fascismo y tenía gran influencia de la iglesia, el Cardenal Goma defendió la guerra como una cruzada en defensa de la fe cristiana.
Uno de los aspectos más controvertidos es el de las pérdidas humanas, unas 500 mil entre ambos bandos. El número de presos superaron los 300 mil de los cuales muchos fueron ejecutados. Otro capítulo fue el de los depurados o expulsados, también la fuerte represión. Hubo un gran numero de exiliados, se marcharon sobre todo a Francia y México y en menor grado a la URSS. Las consecuencias económicas eran bastante claras, la deuda de España hacia los países aliados tardó en sellarse años.
C. Ideas principales
La idea principal del texto es el deseo y el llamamiento de Manuel Azaña a la reconciliación nacional tras la Guerra Civil, en una España en paz, donde los “hombres libres” regeneren y reconstruyan el país en un gran esfuerzo de carácter colectivo.
Entre las ideas secundarias señala que la guerra pretende dinamitar la nación española, dado que ya no es una guerra contra la República o contra el gobierno del frente Popular elegido en febrero de 1936, sino una acción, que, si bien en principio pretendió la sustitución del régimen democrático por una dictadura, ahora ha provocado un efecto devastador sobre España.
Por otro lado, señala la incógnita respecto al futuro político de España tras la Guerra Civil, señalando la tradicional inestabilidad de la política española, sujeta a continuos cambios.
También advierte a las generaciones futuras de la fatalidad de la guerra, la cual no es un mal menor, sino una desgracia en sí misma, un hecho inútil.
Por último, pide la aplicación de la máxima “paz, piedad, y perdón”.