Sistema Político Canovista y II República en España

Sistema Político Canovista

Una vez aprobada la Constitución comenzó su andadura de Cánovas, un sistema canovista sustentado sobre dos apoyos: la “soberanía compartida”, la del rey y las cortes, y unos partidos oficiales que aceptaran la legalidad constitucional. Cánovas pensaban que eran precisos dos partidos y estos estarían apoyados en un electorado de burgueses relevantes que formaban la clase política del país, puesto que la ley electoral de 1878 había restablecido el sufragio censitario, dejando la participación de la nación reducida a no más de un 5 % de la población. El bipartidismo, era el sistema político existente. Se basaba en la existencia de dos únicos partidos: el partido liberal-conservador (compuesto por la burguesía terrateniente, el alto funcionariado y la nobleza) cuyo líder era Antonio Cánovas del Castillo que había conocido este sistema durante su destierro en Londres durante el periodo republicano; y el partido fusionista (formado por progresistas y demócratas que habían apoyado la Constitución de 1869 y a Amadeo I) liderado por Mateo Sagasta. Y el turnismo: era el procedimiento político utilizado que se basaba en la alternancia en el Gobierno de los dos partidos políticos. Para ello se recurrió al caciquismo, consistente en el control de una determinada zona por un cacique responsable de hacer que venciera las elecciones el partido que debía hacerlo.

II República en España

La victoria electoral de la coalición republicano-socialista en las elecciones municipales el 12 de abril de 1931 convocadas por Berenguer trajo consigo la caída de la monarquía. Tras la proclamación de la II República, el 14 de abril de 1931 en Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas el Rey Alfonso XIII se exilió. Tras ese triunfo de la coalición republicano-socialista se constituye un Gobierno Provisional formado por los líderes de los Partidos que firmaron en 1930 el “Pacto de San Sebastián” y presidido por el republicano de derechas don Niceto Alcalá Zamora. El 28 de junio de 1931 se realiza la convocatoria a Cortes Constituyentes. Realizadas éstas sale triunfadora una coalición republicano-socialista que redactará una nueva Constitución. El 14 de julio se realiza la reunión de las cortes cuyo presidente es Besteiro. La Constitución fue aprobada el 9/12/1931. España se convertía en un Estado Democrático Laico de trabajadores de toda clase con una única cámara y un gobierno responsable ante ella; con un presidente de la República que durante su mandato de 6 seis años gozaba de la facultad de disolver la cámara dos veces; con sufragio universal, incluidas las mujeres. Defiende los derechos de matrimonio civil, divorcio, igualdad de todos los hijos, derecho a la educación y al trabajo. Definía un Estado central fuerte, capaz de resolver los problemas regionales mediante la promulgación de Estatutos de Autonomía. Al día siguiente de la aprobación del texto constitucional, Alcalá Zamora era elegido por el Congreso presidente de la República y confirmaba a Manuel Azaña al frente del Gobierno. El final de la Guerra Civil Española, significó su derrumbe. En los dos años (1931-1933) que estuvo en el poder puso en marcha un gran proyecto de reformas.