Sociedad y Economía en el Franquismo: De la Autarquía al Desarrollo

Sociedad y Economía en el Franquismo: De la Autarquía al Desarrollo

La Evolución Económica

La Autarquía (1939-1951)

El régimen de Franco, siguiendo sus principios ideológicos, aplicó la autarquía como política económica; España tenía que ser económicamente autosuficiente. Terminada la guerra civil, la lentitud de la recuperación económica se vio favorecida por la política autárquica. Frente al libre funcionamiento de los mercados, el Estado se convirtió en un severo intervencionista, fijando precios y salarios. Como los precios oficiales no reflejaban el valor real en el mercado, de inmediato surgieron los estraperlistas y el mercado negro, donde las transacciones se hacían al margen de la ley. Hasta mediados de los años cincuenta, carbón y petróleo estuvieron racionados y, desde 1944 hasta 1954, hubo restricciones eléctricas.

La autarquía tuvo dos grandes ejes de actuación. Con esta medida, se pretendía determinar los productos fundamentales y los que eran innecesarios, decisión sobre la cual influyó también la escasez de oro y de divisas. El segundo gran eje de la política económica de la primera etapa del franquismo fue el fomento industrial, orientado hacia las actividades de interés militar. La actuación se orientó a impulsar las industrias de bienes de equipo, que recibieron una importante y continuada ayuda pública.

Las Primeras Medidas Liberalizadoras (1951-1956)

La marginación de España del Plan Marshall impidió al país acceder a créditos que hubieran facilitado una pronta recuperación económica. Sin duda, los problemas de escasez se suavizaron y también permitieron la eliminación del racionamiento. Con todo, las ayudas no eran suficientes; en definitiva, la autarquía no funcionaba.

El Plan de Estabilización (1957-1959)

El Plan de Estabilización recibió la aprobación del gobierno mediante un Decreto fechado el 21 de julio de 1959. Mediante este Decreto se impusieron una serie de medidas básicas para orientar la economía del país:

  1. Reducción del gasto excesivo del Estado y del de los particulares. Esto implicó restricciones en la concesión de créditos y congelación de los salarios.
  2. Desaparición progresiva de los controles del gobierno sobre las actividades económicas; era volver a la economía de mercado.
  3. Apertura de la economía española a los mercados exteriores. Ello obligó a devaluar la peseta.

La España del Desarrollismo y la Crisis de 1973

Los resultados del Plan de Estabilización fueron inmediatos. No obstante, a corto plazo, entre 1959 y 1960, el Plan produjo, como es normal en este tipo de operaciones, una fuerte recesión económica; todo esto estaba previsto y entraba dentro de los cálculos. Se construyó así un tejido industrial diversificado y potente, un fenómeno sin precedentes en la historia de España. El crecimiento industrial atrajo a un gran número de campesinos que huyeron en masa a las ciudades; este fenómeno motiva, a su vez, un alza de los salarios agrícolas por la falta de mano de obra, y este hecho conlleva la mecanización del campo, por lo cual se produce también la modernización del sector, que iba paralelo con el despoblamiento del interior del país.

Índice de la producción industrial en España entre 1900 y 1985, índice 100 para el año 1958. A partir de 1963, el gobierno intentó regular el crecimiento mediante los Planes de Desarrollo, copiados del modelo francés. El crecimiento fue ininterrumpido entre 1961 y 1973 y fue debido, en gran parte, a la bonanza económica internacional que se dio en este periodo, que posibilitó el crecimiento. De la misma manera, cuando llegó la crisis de 1973, el contexto internacional influiría poderosamente sobre la economía española.

Las Transformaciones Sociales

Los Movimientos Migratorios

El desarrollo económico trae profundos cambios. Esto genera que un gran número de españoles abandone el campo y se vaya a vivir a las ciudades; esto se conoce como éxodo rural. Las zonas de salida de estos desplazados son, mayoritariamente, las zonas del interior: Extremadura, Andalucía, las dos Castillas… Al lado de las migraciones interiores, se estableció un flujo ininterrumpido de emigrantes españoles que, de forma continua, saldrán hacia la Europa desarrollada.

El Crecimiento de la Población

En los años sesenta, la población experimenta un espectacular crecimiento que se ha dado en llamar el baby boom.

La Modernización de la Sociedad y el Cambio de Mentalidades

En esencia, la población española sufrió una profunda transformación que le llevó a conocer cotas de bienestar y de consumo inimaginables en las etapas anteriores. El consumismo conlleva un cambio de mentalidad y, en parte, sustituye a los valores tradicionales del primer franquismo. La modernización vino también de la apertura al exterior a través del turismo, que en los años sesenta vivió un auténtico boom.

El Aumento de las Clases Medias

Junto a los nuevos ejecutivos comerciales e industriales, surgen con gran fuerza las nuevas clases medias: los empleados de banca, los técnicos, secretarios, maestros y profesores, etc.