Transformación Económica y Social en la España del Siglo XIX: Desamortización, Industrialización y Movimiento Obrero

Transformaciones económicas: Desamortización y cambios agrarios

La economía y la sociedad española del siglo XIX se vieron afectadas por el proceso de la Revolución Liberal española. Esta fomentó el desarrollo de un sistema capitalista de libre mercado. Se creó un mercado nacional porque se decretó la libertad de circulación de mercancías interior (eliminando peajes feudales) y se unificaron los pesos y medidas (sistema métrico), lo que culminó en el Sexenio con el establecimiento de la peseta.

En la economía, la agricultura siguió siendo el sector fundamental, tanto por la población empleada en ella como por la producción. La agricultura se vio afectada por medidas liberales que garantizaron la propiedad privada plena, como la supresión de los mayorazgos (en los nobles heredaba el primogénito y las tierras no se podían vender ni perder por deudas) o la desaparición del régimen señorial. A eso se sumaron las sucesivas desamortizaciones: la eclesiástica de Mendizábal y la civil de Madoz. Si la primera expropió las tierras de la Iglesia con el objetivo de conseguir ingresos para reducir la deuda del Estado, de aumentar los apoyos para la revolución liberal frente al carlismo, aumentando el número de propietarios. La segunda expropió los terrenos de los ayuntamientos y los comunales y los vendió a propietarios particulares. Esto supuso una transformación social, porque la Iglesia perdió su papel de propietaria, que venía de la Edad Media. Las tierras vendidas pasaron a sectores de la nobleza y, sobre todo, de la burguesía de las ciudades y del propio campo. Sin embargo, los campesinos más pobres se vieron perjudicados porque no pudieron seguir usando las tierras comunales y aquellos que eran arrendatarios de la Iglesia vieron sus contratos actualizados y, a veces, encarecidos. Peor fue para los campesinos sin tierra, especialmente importantes en el sur del país, que no pudieron convertirse en propietarios porque carecían del dinero necesario para adquirir tierras. Con esto se mantuvo el problema social del “hambre de tierras” (en Andalucía, Castilla La Mancha y Extremadura predominaron las grandes propiedades o latifundios) que dio lugar a conflictos sociales y demandas de reforma agraria hasta después de la Guerra Civil. Por otra parte, las desamortizaciones permitieron un aumento de la producción de unas tierras que pasaron a explotarse de una forma más intensiva. Con ello la agricultura española consiguió alimentar el crecimiento demográfico. No obstante, la agricultura mantuvo una situación dual: en algunas formas conservó los rasgos tradicionales, pero en otras se modernizó y se orientó al mercado. Sectores importantes fueron el vino, que conoció una edad de oro en la segunda mitad del siglo (hasta la crisis de la filoxera de final de siglo), el trigo, el aceite o los cítricos. A finales de siglo se produjo una crisis por la competencia de las agriculturas de países nuevos como Argentina o Estados Unidos, que se combatió aumentando el proteccionismo.

Las peculiaridades de la incorporación de España a la revolución industrial

Con el triunfo del liberalismo se establecieron medidas para impulsar una industria moderna. Se eliminaron los gremios (que limitaban la posibilidad de establecer industrias nuevas), se suprimieron las aduanas en el interior del país y se permitió la creación de sociedades anónimas con lo que era más fácil reunir dinero para crear nuevas empresas. Sin embargo, la industrialización española fue lenta, en comparación con otros países de su entorno.

Entre los motivos fundamentales hay que destacar la inestabilidad política, que dificultó las inversiones; la falta de capital, porque quienes tenían dinero preferían negocios más seguros, como la compra de tierras (procedentes de las desamortizaciones) y de deuda del Estado. También fue muy importante que la demanda en España era muy escasa porque el nivel de vida de la población era muy bajo. No obstante, surgieron industrias en algunos puntos del país. En Cataluña se desarrolló la industria textil, que venía del siglo XVIII y se modernizó con la introducción de maquinaria en el XIX. En el País Vasco apareció la industria siderúrgica, ligada a la exportación de hierro a Gran Bretaña y a la compra de carbón de aquel país. La industria española fue, sin embargo, muy débil por los motivos indicados anteriormente y solo consiguió sobrevivir porque se impuso una política proteccionista (es decir, el país pone aduanas altas a los productos extranjeros para que sean más caros y la gente prefiera comprar los hechos en el interior).

Modernización de las infraestructuras: el impacto del ferrocarril

Mención aparte merece el desarrollo de los transportes, muy necesarios para el desarrollo económico: por la demanda que puede suponer su construcción para la industria del país y porque sirve para crear un mercado nacional (pues el transporte permite abaratar el precio de los productos). Dado que el sistema político era centralista tuvieron una forma radial. En España fue muy importante el ferrocarril que conoció un gran impulso desde los años centrales de siglo. Sin embargo, las líneas de tren no siempre fueron rentables (por falta de clientes) pero se hacían porque el Estado daba subvenciones a las compañías ferroviarias, que además eran extranjeras y podían traer el material de construcción del exterior (aspecto introducido por la Ley de 1855). Asimismo, el hecho de que el sistema español tuviese un ancho de vía diferente al europeo (por motivos militares principalmente y por la idea de que era mejor dada la orografía montañosa) impidió que los trenes fomentasen el comercio con el resto de Europa.

Dentro de la industria fue importante la explotación minera, aunque en muchos casos estuvo asociada a los intereses de compañías extranjeras (inglesas, francesas y belgas) que extraían y se llevaban el mineral.

Transformaciones sociales: Crecimiento demográfico y sociedad de clases

La demografía española conservó la mayoría de los rasgos del pasado. Aunque la natalidad era alta, el crecimiento de la población fue escaso porque la mortalidad era muy elevada, tanto la ordinaria, como la extraordinaria. En el primero de los casos se mantuvieron los problemas derivados de una pobre alimentación y de un escaso desarrollo de la sanidad y la higiene, en especial en las ciudades. Por otra parte, persistió la extraordinaria, provocada por las guerras, hambrunas ocasionales y, sobre todo, epidemias, como las de cólera. A eso se sumó la existencia de una emigración (sobre todo desde la segunda mitad del siglo) a América y al norte de África.

De la sociedad estamental a la sociedad de clases

Con la revolución liberal la sociedad dejó de ser estamental y pasó a ser clasista: es decir, desaparecieron las diferencias jurídicas y los privilegios y se estableció la igualdad ante la ley. Sin embargo, eso no evitó la desigualdad económica. De hecho, la sociedad española fue muy desigual y estuvo controlada por una oligarquía que estaba formada por la antigua nobleza, el alto clero y por la burguesía de negocios y que aceptó el liberalismo y representó el principal apoyo de los partidos moderados o conservadores. En el otro extremo se encontraba la mayoría de la población, formada por campesinos, las clases bajas de las ciudades, integradas por trabajadores. En el medio, se localizaba una clase media muy reducida, formada por campesinos acomodados, comerciantes y dueños de talleres, así como empleados y profesiones liberales.

A lo largo del siglo XIX se produjo un éxodo rural que aumentó la población urbana, aunque en menor medida que en otros países europeos. El crecimiento urbano se canalizó a través de los ensanches y como en todas las ciudades de la época industrial se padecieron problemas derivados del hacinamiento y la falta de servicios, en especial en los barrios humildes. Este fue un hecho que ayudó a la conflictividad social del período.

Génesis y desarrollo del movimiento obrero en España

El desarrollo de la economía capitalista de mercado y las desigualdades existentes (sueldos bajos, trabajo infantil y femenino peor pagado, malas condiciones laborales, larguísimas jornadas de trabajo) propiciaron la aparición de un movimiento obrero y campesino. Entre los obreros de talleres y fábricas los primeros movimientos tuvieron un sentido mutualista; es decir, los obreros se asociaban para asistirse (creando un pequeño fondo para ayudarse mutuamente en caso de accidente o fallecimiento que impidiese seguir trabajando). Poco a poco lucharon por conseguir el derecho de asociarse creando sindicatos con los que reivindicar y conseguir mejoras en sus condiciones. Esta fue una lucha difícil, porque el derecho de asociación y las huelgas estaban prohibidas y eran reprimidas por el ejército o la Guardia Civil.

Durante el Sexenio Democrático, gracias a la mayor libertad aparecieron ideologías obreras que cuestionaban y planteaban una alternativa a la sociedad capitalista. La más importante fue el **anarquismo** (España fue uno de los países del mundo donde este fue más importante). El anarquismo defendió la libertad como el valor supremo del hombre y atacó todo aquello que podía limitarlo, como la religión, el Estado con sus leyes, los partidos políticos o la propiedad privada. Defendía que los hombres se organizasen libremente para cooperar. El anarquismo tuvo distintas variantes. Un sector defendió la creación de sindicatos, cuyo objetivo era preparar una huelga general que derribase el sistema capitalista (aunque también podían luchar por mejoras concretas). Fruto de esto fue la aparición de organizaciones como la Federación de la Región Española (FRE) o la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), especialmente fuertes entre los obreros textiles de Cataluña y los jornaleros andaluces y extremeños. Otro sector fue partidario de acciones terroristas en la creencia de que si se mataba a un gobernante el pueblo se animaría a hacer la revolución. Aunque en la época tuvieron éxito con algunos atentados, al final fueron muy perseguidos por la policía en una represión que también perjudicó a sus compañeros sindicalistas. Por último, los anarquistas defendieron un modelo de sociedad más libre que incorporaba cuestiones como el vegetarianismo o el amor libre (sin matrimonio).

El último grupo importante fue el **marxista**, minoritario en el movimiento obrero de esta época. Defendían una revolución social en la que los obreros organizados en un partido tomasen el poder y desde él transformasen la sociedad estableciendo una propiedad colectiva de los medios de producción (tierras, fábricas, bancos). Por tanto, no se distinguían en los objetivos de los anarquistas, pero sí en los métodos, pues aquellos creían más en la espontaneidad revolucionaria de la gente y los marxistas más en la organización política. En esta época (1879) los marxistas crearon el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), fundado por Pablo Iglesias. Su presencia fue, no obstante, limitada al País Vasco y algo en Madrid. También tuvieron un sindicato, la UGT, igual de minoritaria.

Isabel II: El reinado efectivo

El reinado de Isabel II supone el triunfo del liberalismo en España, en lo económico el desarrollo del capitalismo y en lo político la existencia de un régimen parlamentario. Este régimen tuvo mucho de fachada: había elecciones pero estaban falseadas porque siempre ganaba el gobierno, el rey tenía el predominio de los poderes y nombraba el gobierno. En el reinado de Isabel II hubo una revolución autoritaria, esto se vio en la constitución de 1845. Un partido para llegar al poder realizaba pronunciamientos, hacer una revolución y si la reina tenía el poder hacer conspiraciones cortesanas. En este reinado se construyó el estado liberal con un carácter oligárquico donde el poder lo tienen unos pocos ricos. Los moderados construyen el estado liberal porque la reina les daba más poder. Aparece un nuevo sistema fiscal, se establece la igualdad fiscal, se elimina el diezmo. El sistema fiscal fue ineficaz por el fraude y fue regresivo porque era un sistema de impuestos indirecto. La centralización era un rasgo del sistema liberal y eso se manifiesta en que los alcaldes eran elegidos por el gobierno que eran importantes porque organizaban elecciones y cobro de impuestos. Se crean instituciones de orden como la guardia civil. La centralización se reflejó en el país, se hace un plan de carreteras y de trenes. El último aspecto del sistema liberal fue la firma de un concordato con la iglesia. El estado consigue que la iglesia acepte el liberalismo, se ve beneficiada en la dotación económica, el control de la enseñanza, exclusividad del catolicismo. Durante el reinado hay un pronunciamiento progresista en 1854 y se redacta el MANIFIESTO DE MANZANARES, escrito por los progresistas, que defienden estar en el poder, pero sin influencia de las camarillas, la milicia nacional, etc. Con esto empieza el bienio progresista. En esta época hay cambios económicos: una nueva desamortización, la de Madoz. Se expropian tierras a los ayuntamientos y las tierras comunales eran de todos. Hubo cambios financieros como la libertad de crear bancos impulsando en capitalismo. En el bienio hay conflictos sociales y políticos. Defiende derechos políticos para todos, incluido el sufragio universal y algunos derechos sociales como la educación y la abolición de las quintas y los consumos. El final del reinado se inicia con otro pronunciamiento militar que derriba a los progresistas y entra al poder la unión liberal (partido de centro entre moderados y progresistas, dirigido por O´DONELL), esta época es de desarrollo económico y España retoma una política exterior. El periodo final del reinado coincide con los moderados, es una época de crisis. Hay una crisis económica porque hay una internacional que afecta a la industria textil, hay malas cosechas, epidemias de cólera, hay ruina de empresas ferroviarias. Hay crisis política, hay muchos pronunciamientos, etc. Y este malestar culmina con la revolución de septiembre de 1868 que tiene como consecuencia que Isabel II se vaya.

La revolución de (1868-74): El Sexenio Democrático

El Sexenio es un periodo de inestabilidad que duró seis años y en el cual se produce una revolución en 1868, llamada la gloriosa. De 1868 a 1870 se establece un gobierno provisional y como es una monarquía sin rey hay una regencia de Serrano, de 1870 a 1872, se da la monarquía de Amadeo I de Saboya y poco después en 1873.

Y poco después en 1873 se da la I República por la que pasan cuatro presidentes hasta que en 1874 Pavia da un golpe militar, lo que hace comenzar la dictadura de Serrano y poco después Martínez Campos da otro golpe militar, restaurándose la monarquía de los borbones. El periodo final del reinado de Isabel II coincide otra vez con la vuelta de los moderados y es una época de crisis económica porque hay una crisis internacional que afecta a la industria textil, malas cosechas, epidemias de cólera y la ruina de sociedades ferroviarias; crisis política con muchos pronunciamientos progresistas demócratas. Conflictos estudiantiles y todo ese malestar culmina con la revolución de septiembre de 1868 que tendrá como consecuencia la salida de España de Isabel II. La revolución de 1868 tiene apoyo militar y también civil y se hacen con la idea de defender la libertad y contra los borbones y despierta mucho entusiasmo y esperanza de que todo va a mejorar. Con el triunfo de la GLORIOSA se establece un régimen democrático y el poder lo asume la coalición revolucionaria integrada por la unión liberal que era importante porque tenía mucho apoyo militar, por progresistas con apoyo del pueblo y por los demócratas que aportan ideas a ese nuevo régimen político, ideas que se plasman en la constitución de 1869 que fue la más liberal hasta el momento porque da muchos derechos políticos incluido el sufragio universal masculino. Además esta constitución establece una monarquía parlamentaria, es decir, el rey no gobierna. Este nuevo régimen hace nuevas reformas como establecer una política libre cambista, es decir, hay libertad económica con el extranjero e instaura la peseta como unidad monetaria. El nuevo régimen se encuentra con muchos problemas como la crisis económica y fiscal que ya venía de antes, a eso se añade que en 1868 estalla una rebelión en Cuba independentista que da lugar a malestar económico por los costes de la guerra y social en las clases más bajas.

Otros problemas son la división entre revolucionarios porque al establecerse una monarquía, los republicanos se ponían en contra y estos hacen insurrecciones en algunos puntos del país. El cuarto problema es la búsqueda de un rey que tenía que ser aceptable, es decir, liberal; que quisiera ya que España estaba en la mala situación y que los otros países también quisieran ya que por ejemplo en la guerra franco-prusiana, Francia se negaba a que reinarán un alemán por la posible único de las fuerzas de Prusia y España. Finalmente reina Amadeo I de Saboya y se encuentra con problemas como una nueva guerra carlista que se centra en el país vasco y Navarra y otro problema que es la división dentro de la coalición manarquicq que apoya al rey y en esta división tuvo mucho que ver el asesinato de Prim que hasta el momento era (el hombre fuerte) del régimen político.

Durante el reinado hay una inestabilidad de gobiernos lo que precipita la abdicación de Amadeo y se proclama la I República porque hay un vacío de poder y los problemas anteriores se le añade la división de los republicanos que era un grupo importante pero minoritario divididos en unitarios que querían una república centralista y los federales que querían el modelo de EEUU, es decir, un país muy descentralizado formado por distintos estados. Estos a su vez, se dividían en dos sectores: los benévolos que pretendían unas cortes, una constitución y un proceso lento de aprobar leyes y los intransigentes que lo querían rápido y de abajo arriba y la posición de estos dio lugar al fenómeno del cantonalismo que eran creaciones de pequeños estados con la idea de ir federando y triunfa sobre todo Andalucía y el Mediterráneo que fue reprimido, menos el de Cartagena porque era una protección militar. Pese a todos esos problemas la república tuvo algunos logros como hacer una constitución federal aunque no entro en vigor, aprobó medidas sociales como la primera ley de trabajo infantil que prohibía trabajar a menores de nueve años, abolir la esclavitud en Puerto Rico. La república dura poco tiempo porque todos los conflictos dan protagonismo al ejército y da Pavia un golpe militar y se establece una dictadura militar de serrano pero poco después hay otro golpe militar de Martínez Campos que supone la vuelta de los borbones con Alfonso XII.