La España actual: El proceso de transición democrática
La Constitución de 1978
El 15 de julio de 1977, después de 40 años, España acudía a las primeras elecciones democráticas para formar una cámara democrática y en ella se haría la nueva Constitución. La mayoría de los votos los tuvo UCD, un partido que lo formaban muchos partidos del centro y de derecha. Este partido, liderado por don Adolfo Suárez, el hombre al que se le debe la transición, ocupó un cargo en el último gobierno franquista de Carlos Arias y, llamado por el rey, le pide que prepare a España para una transición democrática.
En las elecciones, el PSOE, con su líder Felipe González, quedó en segundo lugar. Detrás de ellos, el PCE con su líder Santiago Carrillo y un nuevo partido, Alianza Popular, representado por don Manuel Fraga, que representaba lo anterior. La Falange, que representaba al régimen, cuando se presentó en estas elecciones no tuvo éxito. Aquellas nuevas Cortes recogían a sus líderes políticos.
La situación económica actual en España es muy mala, la crisis que ha golpeado Europa empieza a ser más aguda en España y en estas circunstancias Adolfo Suárez quiere pasar a una democracia, pero no ha podido tomar medidas políticas y económicas para solucionar la crisis. Al final, se llega a un acuerdo firmado el 27 de octubre de 1977 en el que decidieron evitar la conflictividad laboral, bajar los salarios para evitar la inflación y dar servicios sociales y con esto se decide crear la Constitución de 1978.
La Constitución de 1978:
La Constitución fue un total consenso, la izquierda renunció al republicanismo, la derecha reconocía la democracia. Esta Constitución la podemos estructurar en 3 partes:
- Desde el punto de vista dogmático, se reconocían unos principios básicos, unos derechos fundamentales.
- Desde el punto de vista orgánico, se establecían funciones y mecanismos para los poderes fundamentales, se daba una fiscalidad moderna, el reconocimiento de la territorialidad del Estado.
- Su amplitud: se daban leyes orgánicas muy amplias para que esas leyes se regularan. Tendrían cabida las nacionalidades o autonomías reconociendo que había 3 que tenían reconocimiento histórico: Cataluña, País Vasco y Galicia, y por cuarto Andalucía.
El Estado dejó de definirse católico aunque la misma constitución reconocía una mayoría católica de los españoles. Se reconocían el divorcio y la supresión de la pena de muerte. La Constitución constituía 2 cámaras, el Congreso y el Senado.
Nuestra Constitución, lo más contundente que tiene es su ampliación, reconocía que el gobierno tiene que intervenir en la economía, controlar la educación, vigilar la igualdad entre el hombre y la mujer, vigilar la sanidad y el derecho a una vivienda digna, derecho al trabajo y atención a la juventud.
La crisis de Adolfo Suárez:
Después de las elecciones de 1979 se inicia una nueva etapa de gobierno de la UCD que tiene en su composición diversidades ideológicas que provocan una ruptura dentro del partido. Para un grupo de la UCD sólo había 2 grupos, el País Vasco y Andalucía. Andalucía se levanta reivindicando este derecho por su autonomía y para todas las regiones.
Cada día hay más paro, el malestar de los militares, Suárez va perdiendo el apoyo de su partido y ve que el de la banca también lo va perdiendo y decide dimitir. El 23 de febrero de 1981, Suárez decide nombrar quien sería el nuevo presidente de gobierno, Calvo Sotelo, pero un grupo de guardias mandados por el general Tejero ocupan el Congreso secuestrando al gobierno y a los diputados.
Paralelamente, en Valencia, ocuparon la ciudad y proclamaron el Estado de Guerra. Los militares no sabían qué hacer cuando ven al rey dar el discurso televisivo de que está en contra de lo que está pasando y subraya el apoyo incondicional a la democracia. Desde este momento, el golpe de Estado del general Tejero se paraliza y a la mañana siguiente Tejero se rinde.
Continúan las sesiones y al día siguiente se elige a Calvo Sotelo como presidente del gobierno. La UCD no encuentra a su líder en este hombre y Calvo Sotelo decide convocar elecciones anticipadas (octubre-1982).
Las etapas socialistas:
En las elecciones de 1982 el PSOE obtuvo en el referéndum 10 millones de votos y su líder seguía siendo Felipe González. Este partido se mostraba fuerte y todos a la misma idea y llegaba con un programa de gobierno fuerte que había que afrontar.
Económicamente el PSOE hizo frente a la crisis más grave de España. La idea que impulsaban era que España entrara como miembro en la Unión Europea. El PSOE tuvo que reconvertir toda la industria española para adaptarla a la Comunidad Europea. Las mayorías de las industrias pertenecían al Estado y la producción estaba sobreprotegida. El primer paso quien dio para manifestar que estaba en contra fue Rumasa, que representaban a empresas, bancos y empleados. El holding estaba en quiebra porque sus dueños acumulaban capital en paraísos fiscales, el Estado intervino en ella, la saneó y la vendió.
En 1995 habría elecciones municipales y el clamor español votó al PP. En febrero de 1996 Felipe González, agotado, cedía el testigo a los socialistas, en la figura de José María Aznar.
El triunfo del PP:
El partido Alianza Popular de don Manuel Fraga decide cambiar sus siglas, con este cambio se produce un cambio de imagen y de asentamiento político. El PP con esta figura de poner a José María Aznar al frente buscaba recoger ese voto centrista que hay en la juventud y en la burguesía que fue la que votó al PSOE.
En 1996, el PP, después de los escándalos del PSOE conseguía más votos que los socialistas pero esto no le permitía gobernar con mayoría, necesitaba gobernar con otros partidos de la cámara. José María Aznar, que por primera vez llevaba a España un sentido de derecha. Pero es cierto que España mejoró y ganó de nuevo las elecciones y esta vez por mayoría absoluta.
España disfruta una época de prosperidad, la Unión Europea ve con buenos ojos todos los pasos económicos que se cumplen de manera que en el año 2002 la peseta desaparece y se maneja el euro. La buena situación económica hace que todos los agentes sociales estén contentos y se establezca una estabilidad económica en España. La renta per cápita creció, el déficit público bajó, el número de parados también, pero se produce una inflación de manera que España no tenía poder adquisitivo. El PP no controla esta situación y la bonanza cambia. Los sindicatos le hacen una huelga al gobierno del PP cuando estos quieren reformar el sistema de pensiones.