Estructura Social y Política en la Antigua Roma: Ciudadanía, Derechos y Clases

Estructura Social en la Antigua Roma

La sociedad romana se dividía en dos grandes grupos: libres y esclavos. Dentro del grupo de los libres, se encontraban los ciudadanos y los no ciudadanos.

Esclavos

Los esclavos solían ser prisioneros de guerra o hijos de esclavos. Carecían de todos los derechos y se les consideraba una posesión más de sus dueños. Aunque desempeñaban cualquier tipo de tarea, muchos de ellos (sobre todo los de origen griego) se dedicaban a la enseñanza, pues poseían un nivel de cultura superior. Sus dueños podían concederles la libertad, con lo cual pasaban a denominarse libertos, que eran hombres libres, pero sin la condición de ciudadanos y, por lo tanto, sin derechos. No obstante, los hijos de los libertos sí podían llegar a adquirir la ciudadanía.

Hombres Libres

Los hombres libres también sufrían las desigualdades y, además de los libertos ya mencionados, se dividían en:

  • Patricios: Descendientes de los fundadores de Roma. Tenían un rango social superior y poseían grandes riquezas. Gozaban de plenos derechos.
  • Plebeyos: Eran originarios de los pueblos dominados por Roma, no gozaban de tantos derechos como los patricios.
  • Clientes: Eran hombres libres con derechos civiles limitados. Estaban en una situación de pobreza o inseguridad que les llevaba a pedir protección a un patricio, pero luego tenían que ayudar al patricio del cual dependían.

En Roma fue constante la división de los grupos sociales en clases. Primero se les organizaba atendiendo a su linaje o procedencia; después, este criterio fue sustituido por la posesión de la tierra; y, por último, fue la posesión de dinero la que dividió a los ciudadanos en honestiores y humiliores.

Dentro del grupo de los libres pertenecían:

  • Los patricios
  • Los plebeyos
    • Nobilitas (ordo senatorius)
    • Caballeros (ordo equestris)
    • Clientes (cliens)
  • Los libertos

Y dentro del grupo de los no ciudadanos formaban parte los extranjeros (peregrini).

Derechos y Obligaciones de los Ciudadanos

Los ciudadanos tenían una serie de derechos que cumplir, tanto políticos como civiles y obligatorios:

Derechos Civiles

  • Derecho a los tria nomina (praenomen, nomen y cognomen)
  • Derecho a hacer testamento
  • Derecho al matrimonio, que comportaba la patria potestas del padre
  • Derecho a emprender una acción judicial

Derechos Políticos

  • Derecho a participar en la vida pública, tanto como elector (votante) como elegido (candidato a ocupar un cargo político)
  • Derecho a participar en los sacerdocios

Obligaciones

  • Realizar el servicio militar (milita). Esta obligación desapareció con la profesionalización del ejército.
  • Pagar impuestos (tributum). Esta obligación desapareció en el año 167 a.C, cuando las grandes conquistas permitieron eximir a los ciudadanos de esta obligación.

Estas obligaciones desaparecieron durante el Alto Imperio y la ciudadanía se convirtió en un privilegio, aunque se reimplantaron con la crisis del Bajo Imperio.

Organización Política en la Época Monárquica

En sus comienzos, Roma era una monarquía, cuya organización política era la siguiente:

  • El Rey: El cargo era electivo y tenía amplísimos poderes políticos, militares y religiosos.
  • El Senado, también llamado Consejo de Ancianos: Estaba integrado por los jefes de las familias fundadoras de la ciudad. Asesoraban al Rey y asumían el gobierno en períodos de transición entre la muerte del Rey y la elección del sucesor.

El Senado en la República

El Senado era un consejo de ancianos, el cuerpo de consulta constituido por descendientes de la aristocracia. Nació como una institución consultiva de la monarquía romana, formado exclusivamente por 100 patricios al principio y luego por 300. Adquirió mayores prerrogativas con la República, pasó a refrendar a través de su auctoritas los actos de los cónsules, extendiendo su competencia a los actos de otros magistrados y Comicios, temas religiosos, conflictos entre magistrados, política, crímenes con pena capital cuando esta era conmutada, cuestiones militares y financieras y tratados internacionales. Además, asesoraban a los magistrados y dirigían la economía y la política exterior de Roma. Pero en el siglo II a.C. el poder estaba en manos de una nueva clase de ricos (la nobilitas) de toda procedencia y a quienes unían sus intereses por la posesión de la tierra, las rentas y la explotación de la esclavitud. El cargo de senador era vitalicio y su número osciló de 300 hasta los 900 en época de Julio César. Las reuniones del Senado debían ser convocadas y presididas por un cónsul exterior, controlaba las finanzas y las operaciones militares, y organizaba la administración de las provincias. Las decisiones que allí se tomaban no obligaban al cónsul que las presidía, pero su autoridad llegó a ser tan fuerte que los cónsules rara vez presentaban a las asambleas propuestas que no hubiesen sido aprobadas previamente por el Senado.

La Familia y las Tribus

La primera estructura social y política de los latinos fue la familia: el padre (pater familias), la esposa (unida al padre de familia por el rito sagrado de la torta), los hijos, las esposas de los padres, los hijos de los hijos, y las hijas no casadas. De la agrupación de algunas familias del mismo tronco, surgieron las gentes (singular gens), y de un conjunto de familias surgieron las tribus.

Tipos de Ciudades en la Antigua Roma

  • Ciudades de derecho romano: Algunas ciudades recibieron el derecho completo de ciudadanía romana (civitas optimo iure), especialmente las antiguas ciudades aliadas de la Liga Latina, las ciudades Sabinas y gran parte de las del País Volsco. Junto a ellas estaban las colonias que disfrutaban del derecho de ciudadanía.
  • Ciudades latinas: Las ciudades sujetas llamadas Latinas eran las otras ciudades de la Liga Latina que no habían recibido el derecho de ciudadanía, y las colonias de derecho latino (es decir las colonias que no tenían derecho de ciudadanía). Los latinos y los romanos eran iguales en sus relaciones privadas, en los negocios, el comercio y las sucesiones.
  • Ciudades sin voto: Estaban en tercer lugar las ciudades con derecho de civitas pero sin voto (civitas sine suffragio), que aunque podían llamarse ciudadanos, debían soportar todas las cargas cívicas (reclutamiento militar, impuestos ordinarios, servicios y contribuciones especiales) sin compensación (sin derecho a votar). Estas ciudades estaban administradas para los asuntos judiciales por un Prefecto anual designado por el Pretor de Roma. Su administración civil estaba en manos de sus propios magistrados locales, generalmente de la aristocracia.
  • Ciudades confederadas no latinas: Finalmente estaban las ciudades confederadas no latinas, cuyos derechos quedaban establecidos por los tratados particulares concertadas con cada una de ellas. Estas ciudades suministran contingentes al ejército en cuantía prefijada de antemano, siendo el equipamiento del contingente a cargo de la ciudad. Igualmente estas ciudades estaban gobernadas por magistrados locales surgidos de la aristocracia.