La Elegía Latina: Expresión de Sentimientos Personales en la Poesía Romana

Generalidades

La elegía latina se considera un subgénero de la lírica por su carácter íntimo y personal, a diferencia de la elegía griega que abarca temas más amplios. Su forma métrica distintiva es el dístico elegíaco, una estrofa de dos versos: un hexámetro y un pentámetro dactílicos.

La elegía romana expresa sentimientos personales, principalmente experiencias amorosas, a menudo desgraciadas, lo que provoca dolor y sufrimiento. Además del amor, los poetas elegíacos utilizan tópicos comunes:

  • Pseudónimo de la amada: Catulo: Lesbia; Tibulo: Delia y Némesis; Propercio: Cintia.
  • Encantamientos para lograr el amor.
  • El poeta como experto en las penas del amor (peritus amoris).
  • El lamento ante la puerta cerrada de la amada.
  • El paralelismo del amor con la milicia (militia amoris).
  • Exhortación a disfrutar del presente (carpe diem).
  • Alabanza de la vida en el campo, la paz y la humildad (paupertas).

Catulo

A principios del siglo I a. C., surgieron en Roma poetas que imitaban y traducían epigramas eróticos alejandrinos. Estos precursores de los poetae novi tuvieron como principal representante a Gayo Valerio Catulo, considerado el primer poeta elegíaco latino. Catulo innovó al expresar sentimientos eróticos en primera persona. Sus epigramas en dísticos elegíacos incluyen temas fúnebres, satíricos y subjetivos, especialmente aquellos que reflejan su relación de amor, desengaño y despecho con su amada Lesbia.

Tibulo

Albio Tibulo (55-19 a. C.) nació en Gabios, Lacio. Procedía de una familia acaudalada, víctima de las confiscaciones del segundo triunvirato. Perteneció al círculo de Mesala Corvino, con quien combatió en la guerra civil del bando de Augusto. También cultivó la amistad de Horacio, Virgilio, Propercio y Ovidio.

Se conservan dos libros de elegías suyas dentro del Corpus Tibullianum. Cada libro está dedicado a una amada distinta: el primero a Delia, su idílico amor del que se sintió esclavo (una mujer casada de origen plebeyo llamada Plania); el segundo a Némesis, por quien experimentó una fuerte pasión.

Los temas de sus elegías son los propios del género: rechazo de la guerra, el comercio y la riqueza; cultivo de la vida sencilla y tranquila junto a su amada; y predilección por lo bucólico. Su poesía se caracteriza por la expresión sincera de sus sentimientos amorosos, la claridad, la sencillez y la precisión.

Propercio

Sexto Aurelio Propercio (50 a. C.-15 a. C.) era de origen umbro. Su padre se arruinó debido a las guerras civiles y las confiscaciones de tierras, lo que llevó a Propercio a probar fortuna en Roma. Intentó abrirse camino como orador, pero el amor por Cintia despertó su vocación poética. Llamó la atención de Augusto y Mecenas, uniéndose a su círculo literario, donde conoció a poetas como Virgilio y Ovidio.

Propercio escribió cuatro libros de Elegías. Los tres primeros están dedicados a su amada Cintia, mientras que el cuarto aborda temas religiosos (viejas leyendas romanas) y patrióticos. Su poesía imita a los poetas alejandrinos, especialmente a Calímaco, adoptando su barroquismo de estilo y su gusto por la erudición y las curiosidades mitológicas. La pasión por Cintia llevó al poeta a expresar con gran patetismo su concepto trágico del amor, el tormento de los celos, la tristeza y la desilusión.

Ovidio

Publio Ovidio Nasón (43 a. C.-17 d. C.) nació en Sulmona de una familia acomodada. Introducido en ambientes intelectuales, se dedicó plenamente a la poesía. En el año 8 a. C., fue acusado y condenado al destierro en Tomos (Dacia), abandonando su familia, amigos y el éxito como poeta. Ovidio murió en el exilio, añorando Roma y suplicando que intercedieran ante Augusto para que le levantaran el castigo.

La obra elegíaca de Ovidio incluye Amores y Heroidas, obras de su juventud, y Tristia y Epistulae ex Ponto, escritas en el destierro. Amores es una colección de poemas elegíacos en tres libros, donde el poeta canta a Corina, su amada. En las elegías amorosas, expresa sentimientos más bien convencionales, no basados en su experiencia personal.

Heroidas se compone de quince epístolas en dísticos elegíacos. Son cartas dirigidas por heroínas legendarias a sus amados: Penélope a Ulises, Fedra a Hipólito, Dido a Eneas, etc.; también se incluyen las respuestas de algunos amantes, como la de Paris a Helena.

Tristia es una recopilación de cartas en dísticos elegíacos, distribuidas en doce libros. Por deseo del poeta, no aparecen los nombres de los destinatarios. Epistulae ex Ponto son cuatro libros de cartas poéticas dirigidas a su esposa y amigos, pidiéndoles que intercedan por él ante Augusto. Como en la obra anterior, la mayoría tienen un tono de lamentación y queja.