La épica latina: de sus orígenes a su pervivencia en la cultura occidental

POESÍA ÉPICA: CARACTERÍSTICAS, ORÍGENES Y PRECEDENTES

Se define como poesía épica o epopeya aquella que relata las empresas bélicas o gestas de héroes o personajes míticos. La épica fue probablemente uno de los primeros géneros literarios. Esa primitiva épica fue de carácter oral, cantada por rapsodas, y luego fue puesta por escrito. Mencionamos aquí la Ilíada y la Odisea de Homero. Fueron las que más influyeron en la épica romana, y luego en toda la literatura occidental.

Los romanos tomaron la épica griega, pero contaban con la presencia de manifestaciones preliterarias que hicieron que las formas griegas no se recibieran como extrañas, y que marcaron su posterior adaptación y desarrollo:

  • Laudationes fúnebres: se pronunciaban en memoria de un ilustre difunto, durante la ceremonia fúnebre. Consistían en el relato de su vida y de los acontecimientos más destacados de esta.
  • Carmina convivalia: se cantaban en los banquetes, en alabanza a los antepasados ilustres, para incitar a la juventud a su emulación.
  • Elogia: se trata de alabanzas a un héroe, con carácter moralizante. Conservamos el Scipionum elogia (el héroe es histórico)

En Roma la épica contó con autores nacionales: Nevio, autor del Bellum Poenicum y Ennio, que escribió Annales en hexámetros dactílicos. Pero el género tomó su forma con Livio Andrónico, autor griego, que tradujo la Odisea al latín en versos saturnios. Después el gran creador de la épica latina fue Virgilio.

VIRGILIO, EL POETA DEL PRINCIPADO

Virgilio constituye una de las cimas de la literatura latina, siendo uno de los autores clásicos que ejerció en la literatura posterior una influencia más duradera y permanente. Junto con Horacio y Ovidio personifica la edad de oro que para la poesía fue la época de Augusto.

Nació en una aldea cercana a Padua en el año 70 a. C. y perteneció a una familia de clase modesta, a pesar de lo cual recibió una esmerada educación. Murió en Brindis, el 19 a. C., al regreso de un viaje a Grecia que había realizado para conocer “in situ” los lugares en los que se desarrollaba la Eneida. Vivió una época de profunda crisis y asistió a los cambios que supuso el gobierno de Augusto, colaborando activamente y de buen grado en ellos. Aunque era persona de carácter tímido y poco comunicativo, sin embargo estaba muy relacionado con los grupos cercanos a Augusto y con el propio emperador; después al de Mecenas, el gran amigo de Augusto y protector de artistas que colaboró con él en el intento de renovación de las costumbres y tradiciones romanas antiguas.

LA ENEIDA

TEMA Y ESTRUCTURA

Virgilio dedicó los diez últimos años de su vida, del 29 al 19 a. C., a escribir la Eneida, un poema épico en hexámetros que iba a fijar las características del género para los escritores épicos posteriores. En este poema se ensalza el origen y crecimiento del poder romano. Al parecer el deseo de Mecenas y del círculo de intelectuales próximo a Augusto era que el poema se hubiera centrado en la figura del propio emperador; el logro de Virgilio fue prescindir de la glorificación personal y unir los destinos de Roma y de Augusto en la glorificación de los orígenes míticos de la ciudad.

El tema central del poema es la leyenda de Eneas, el héroe troyano que sobrevivió por mandato de los dioses a la destrucción de Troya y, tras un largo viaje, fundó un asentamiento troyano en Italia. Escogiendo la leyenda de Eneas como fundador de Roma, Virgilio relacionaba ésta definitivamente con la cultura griega. Por otra parte, se hacía descender la gens Iulia, a la que Augusto pertenecía, de Iulo, el hijo de Eneas; de esta forma, como según la leyenda Eneas era hijo de la diosa Venus, se establecían unos orígenes divinos para el emperador. Virgilio presentaba así el régimen de Augusto como el heredero natural del glorioso pasado romano.

Como obra literaria la Eneida es un poema de una extraordinaria complejidad. Sin duda Virgilio se inspiró en los poemas homéricos. La Ilíada y la Odisea le sugirieron la composición del poema en dos partes: los seis primeros libros, en los que se narra la peregrinación de Eneas desde Troya hasta Italia, recogen el modelo de la Odisea; y los otros seis, que recogen las alternativas en la lucha por la conquista de Italia, recuerdan a la Ilíada. A la influencia homérica se debe también la presencia de los dioses y sus interferencias en la vida humana. Es un poema que enaltece los sentimientos de piedad y religión, rasgos característicos de la antigua Roma y que Augusto intentaba restaurar. Eneas se nos presenta guiado paso a paso por la voluntad de los dioses en su tarea de establecer los Penates troyanos en Italia. Virgilio, aún reconociendo su deuda con Homero, supo imprimir a su obra un profundo sello de romanidad.

LENGUA Y ESTILO DE LA ENEIDA

El estilo de la Eneida es nuevo; Virgilio varía el tono del poema y alterna con gran naturalidad la solemnidad épica con el lirismo más puro y con momentos de fuerte dramatismo. Probablemente no alcanza la grandeza de Homero, pero construye una obra de gran humanidad; este es el rasgo más característico de Virgilio: el poeta canta al hombre que sufre para obedecer su destino y no al guerrero que combate.

Virgilio es un poeta erudito: su obra es producto de un intenso estudio de las fuentes y de los modelos tanto griegos como latinos. Uno de los aspectos más criticados del poema virgiliano es el tratamiento de los personajes, en concreto el de Eneas. Se acusa a Virgilio de crear un personaje excesivamente frío, atento solamente a la voluntad de los dioses. El rasgo más característico de Eneas es la pietas y es más un héroe humano que un héroe guerrero como los homéricos. El segundo personaje en importancia es Dido, cuyos amores con Eneas son el centro del libro IV; Nevio ya la había introducido en su poema. Virgilio nos la presenta como una víctima de los dioses. Es Dido, quizá, la figura más lograda de la Eneida y está llena de fuerza y pasión humana.

La Eneida es una obra de extraordinaria perfección estilística y métrica, aunque su autor pidió en su testamento que se destruyera por considerarla inacabada. A pesar de los deseos del poeta, Augusto dio orden de que se publicara sin añadir nada, por ese motivo encontramos versos incompletos. Su estilo se caracteriza por la variedad de tonos y porque alterna la utilización de neologismos y de arcaísmos. Logró además una perfecta adaptación del hexámetro a la lengua latina.

LUCANO: LA ÉPICA ANTICLÁSICA

El poeta de origen español Lucano protagoniza hacia mediados del siglo I de nuestra era el único intento de renovar la épica, apartándose de forma consciente e incluso oponiéndose a la concepción épica virgiliana, considerada clásica y que ejercía una influencia total sobre los poetas épicos posteriores.

Lucano es el representante en el campo de la épica de un estilo nuevo, anticlásico y vinculado al movimiento estoico que, de la mano de Séneca el Filósofo, se impone en los primeros años del reinado de Nerón. Nació en Córdoba en el 39 d. C., aunque fue llevado casi inmediatamente a Roma donde recibió una esmerada educación. Estudió filosofía. Gozó en sus primeros años de la amistad del emperador Nerón que lo admitió en su círculo. Esta situación varió años más tarde por razones que no se conocen exactamente, pero a las que no parecen ser ajenos los celos de Nerón ante el talento poético de Lucano y su éxito literario. Lo cierto es que a partir de un determinado momento se le prohibió escribir poesía y el ejercicio de la abogacía en los tribunales. Acusado de participar en la conjura de Pisón fue finalmente obligado a suicidarse, igual que su tío Séneca, en el 65 d. C., a los 26 años. Lucano fue un autor muy precoz y sólo conservamos completo un poema épico-histórico, la Farsalia, pero nos han llegado noticias de otras catorce obras.

LA FARSALIA

COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA

La única obra de Lucano que se nos ha conservado es la Farsalia, poema épico-histórico en hexámetros que tiene como tema la guerra civil entre César y Pompeyo. La obra se compone de diez libros, aunque parece ser que Lucano tenía pensado escribir doce. Tampoco tenemos información sobre con qué acontecimiento histórico debía terminar, aunque la idea más extendida es que pretendía finalizar con la muerte de César. Problema también muy debatido es el género -historia, retórica o poesía-, al que se debe adscribir la Farsalia. Es éste un problema vinculado al tema elegido por el poeta para su poema, uno de los aspectos en los que Lucano resulta profundamente innovador. La elección de un tema histórico reciente hace que algunos piensen que el poema de Lucano no es una obra épica sino historia versificada; por otra parte el tono declamatorio, sentencioso y retórico de la obra hace decir a Quintiliano sólo unos años más tarde que Lucano “debe ser imitado más por los oradores que por los poetas”. En general la obra es anticlásica.

Las características especiales de la Farsalia que hacen de ella un poema épico revolucionario son:

  • El poema es exclusivamente histórico. Renuncia a los elementos míticos tradicionales.
  • Lucano destierra completamente a los dioses de su obra. Estos no tienen ninguna incidencia en el desarrollo de la acción. En el centro del poema está el hombre responsable único de sus actos. El fatum de los estoicos hereda parte de las funciones atribuidas a los dioses en la épica tradicional. Al no poder explicarse los acontecimientos por intervención divina, los hechos se explican de forma racional.
  • Ausencia de un héroe unívoco. Hay tres figuras en la obra con entidad suficiente para ser considerados héroes: César, Pompeyo y Catón; pero Lucano no se inclina con claridad por ninguno de ellos; hay autores que se inclinan por considerar que el héroe del poema es alguna de estas personificaciones abstractas como la Libertad o el Destino.

ESTILO DE LUCANO

El primer rasgo que destaca en su obra es el uso y abuso del tono retórico, que se manifiesta con diversos procedimientos: amplificaciones, repetición de ideas, aliteraciones… Utiliza con frecuencia descripciones coloristas y discursos artísticamente elaborados, así como sentencias y frases lapidarias que se han convertido en citas célebres. Cuando se olvida de la filosofía y logra moderar su tendencia a enfatizar; sus hexámetros se suceden entonces fluidos y armoniosos.

PERVIVENCIA DE LA ÉPICA LATINA EN LA LITERATURA Y EN LA CULTURA OCCIDENTALES

Ninguna obra latina ha ejercido tanta influencia sobre la literatura universal como La Eneida. Desde pronto fue un libro escolar. Dante la utiliza como guía de su Divina Comedia. En el Renacimiento europeo es fuente de inspiración. La Farsalia fue admirada y traducida al inglés y al francés antiguos. Las escenas más relevantes de La Eneida han sido representadas innumerables veces en la pintura y en la escultura; la huida de Troya de Eneas, los amores de Dido y Eneas, la muerte de Dido… En la música europea occidental, Los amores de Dido y Eneas han sido interpretados en la ópera. En el cine, Franco Rossi llevó al cine su Eneida (1974). El episodio de la destrucción y la huida de Troya, inspirado en La Eneida de Virgilio, aparece en La guerra de Troya.