La Épica Romana
Son las manifestaciones literarias de carácter narrativo. Surge el poema épico, producto de la voluntad de su autor. En ellas encontramos tres características fundamentales:
- Influencia homérica
- Uso de la historia nacional como argumento
- Influencia de la poesía alejandrina
LIVIO ANDRÓNICO: Su obra ejerció gran influencia y fue usada en las escuelas. Los autores latinos sustituyen los elementos míticos por sus propias gestas históricas como tema de sus poemas épicos. El primer autor que escribe una obra de estas características es Nevio, Ennio y Ovidio.
VIRGILIO: Estudió filosofía y retórica en Roma. Asistió a los cambios que supuso el gobierno de Augusto. Es el máximo representante de una poesía al servicio de los valores tradicionales de patriotismo y religiosidad que propugnaba el emperador.
Lengua y Estilo
El estilo de la Eneida es nuevo; Virgilio varía el tono del poema según los momentos y alterna la solemnidad épica con el lirismo y con momentos de fuerte dramatismo. El rasgo más característico de Eneas es la “pietas”, el respeto a la voluntad de los dioses, es más un héroe humano que guerrero como los homéricos.
LUCANO: Protagonizó un intento de renovar la épica, oponiéndose a la concepción de Virgilio. Es el representante de un nuevo estilo, anticlásico y vinculado al estoicismo.
En general la obra es anticlásica. Sus características son:
- El cambio temático. El tema es histórico.
- Ausencia de dioses y aparato mitológico.
- Los hechos se explican de forma racional.
- No hay un solo héroe, hay tres figuras; César, Pompeyo y Catón.
Historiografía Romana
La historiografía en la Antigüedad es un género literario en prosa que tiene como objeto los sucesos acaecidos a un determinado pueblo. La Historia es materia literaria: las leyendas y sucesos recibían un tratamiento que, pretendiendo reflejar la verdad histórica de los mismos, fuese a un tiempo una obra de arte.
Evidentemente sus épocas están condicionadas por las vicisitudes de la historia política, pero no se identifican necesariamente con ellas:
Primera época
Comienza con las Guerras Púnicas, al convertirse Roma en una gran potencia. Hasta entonces los datos recogidos estaban a cargo de los pontífices, a manera de crónicas anuales con la relación de los principales sucesos acaecidos.
Segunda época
Comienza con los grandes historiadores de finales de la República, cuando la crisis del sistema manifiesta la necesidad de las monografías que reflejen por un lado la decadencia y crítica de las costumbres y por otro los éxitos militares y la justificación política de los mismos.
Tercera época
Durante el Principado. En la Historia quedan patentes las dos tendencias políticas: mientras los partidarios del régimen realizan biografías de Césares, la oposición seguía defendiendo la República, a través de la crítica directa al César o el pesimismo resignado.
Cuarta época
A partir del siglo III observamos tanto el exceso de alabanza como la manipulación histórica.
La Oratoria
Arte de la persuasión por medio de la palabra.
Cuando en la época imperial dejaron de existir la libertad política y la independencia judicial, la oratoria se convirtió en la actividad aúlica.
Técnicas Oratorias
La oratoria llegó a ser uno de los géneros literarios más evolucionados. Las técnicas de la oratoria – La retórica – eran enseñadas en las escuelas por los rétores. Pero las principales escuelas de retórica estaban en Grecia.
Había tres tendencias en el arte de la palabra:
- Escuela aticista: defendía la sobriedad y la concisión en el discurso a la manera de Lisias.
- Escuela asianista: por el contrario, esta escuela era partidaria de abundancia y estilo florido. Inspirada por los rétores de Asia Menor, Hortensio es el principal representante en Roma.
- Escuela rodia: esta escuela busca el equilibrio y el gusto. El principal representante en Grecia es Molón de Rodas y en Roma, Cicerón.
Retórica y Oratoria
Cicerón es el principal representante de la oratoria en Roma. El entusiasmo que sentía por su arte y su profesión de orador lo llevaron a escribir obras preceptivas sobre retórica, como el De inventione, compuesto en su juventud, y los tratados escritos en su época madura: el De oratore, el Brutus y el Orador, obras fundadas no solo en las enseñanzas de los rétores griegos y latinos, sino también en su propia experiencia.
El Teatro Romano. Plauto, Terencio y Séneca
El teatro era para los romanos un espectáculo más. El teatro artístico nace en el año 240 a.C. El origen del drama romano aparece ligado, en primer lugar, al elemento religioso y, en segundo lugar, al elemento festivo de la danza, la máscara, el canto y la flauta. De entre los diversos géneros del teatro, en Roma tenía primacía la comedia. La tragedia representaba como protagonistas a dioses o a héroes.
PLAUTO: Autor más popular del teatro latino, nació en Sarsina. Fueron muchas las obras que se le atribuyeron, pero sólo se consideran auténticas 21 comedias. Plauto en la mayoría de sus obras cambia escenas y personajes de los originales griegos introduciendo pasajes propios con alusiones a costumbres romanas. Sus personajes hablan según su cultura y oposición.
TERENCIO: Nació en Cartago. Su vida transcurrió entre la segunda y la tercera guerra púnica. En Roma fue esclavo del senador Terencio Lucano, de quien recibió el nombre al convertirse en liberto. Terencio escribe un latín puro y refinado. Sin embargo, este lenguaje elevado carece de la espontaneidad de Plauto y no llegó al público de su tiempo. Relegó a un segundo plano la figura del esclavo, maestro de la astucia y de la intriga, y volvió su atención hacia los conflictos interiores.
SÉNECA: Las únicas tragedias romanas que se nos han conservado completas son de este autor cordobés, también llamado Séneca el Filósofo. Sus estrategias no tuvieron una gran influencia en su época, pero en cambio ejercieron un profundo influjo a partir del siglo XV en el teatro italiano e inglés.
Lírica Romana
Antecedentes Griegos
Caracteriza a la poesía lírica griega la polimetría, la musicalidad y la expresión de sentimientos personales muy variados. Se diferencia la poesía lírica antigua de la moderna en los contenidos, formas y modos de comunicación: era fundamentalmente pragmática y estaba íntimamente vinculada a la realidad social y política, a la acción concreta del individuo dentro de la sociedad.
Poesía Lírica en Roma
La lírica latina comienza en Roma mucho más tarde que la época o el teatro, cuando las circunstancias políticas y sociales habían abocado los ánimos de los ciudadanos cada vez más hacia la intimidad y la vida privada. Las características de esta nueva poesía siguen siendo semejantes a las de la lírica griega, pero la diferencia es que los romanos escribieron poca poesía lírica propiamente dicha y además fue un producto literario no arraigado en la costumbre social, pensado para ser leído y no cantado.
Los Neotéricos
Son llamados así un grupo de poetas, considerados como los renovadores cultistas de la poesía latina del momento. Básicamente insisten en un nuevo tratamiento poético que gira en torno al culto a la forma perfecta y a la introducción de una nueva temática. Los neotéricos rechazan a Ennio y tratan de imitar a los poetas alejandrinos que ejercerían una gran influencia en su forma de componer en cuanto a vocablos.
CATULO: Máximo representante de los poetas de novi o neotéricos, es el único del que se nos han conservado todos sus poemas. Fue el primer poeta latino que describió el desarrollo de un proceso amoroso de una forma tan intensa. Nació en Verona, tuvo una excelente educación y trato social elevado.
HORACIO: Con gran sacrificio de su familia recibió educación en
Roma y después en Grecia, estusiasmándose con la filosofía epicúrea. En Roma empieza a escribir con amargura su Épodos y Odas. Odas tiene una temática variada; politicos-nacionales, religiosos y de ética y moral.
VIRGILIO: Tiene una destacada obra lírica. Sus poemas son más estilizados y menos realistas; respetó las convenciones pastoriles de su predecesor, como el buen humor de los pastores y sus canciones de amor, su talentos… Estos poemas fueron escritos con gran influencia técnica de los neotéricos y sobre todo de Catulo en cuanto al preciosismo en el uso del lenguaje.