Literatura Romana: Novela, Teatro y Fábula

Literatura Romana

La Novela

Introducción

El relato en prosa sobre temas ficticios fue poco cultivado en la Grecia y Roma. No se desarrolla hasta una época tardía y con ciertas limitaciones. Hacia los siglos IV-III a.c. circulaban relatos llamados “cuetos milesios”, de carácter burdo e inmoral. Más tarde, proliferan los episodios novelescos y las intrigas amorosas. Por otra parte, otros historiadores insertan en sus obras relatos más o menos novelescos y que hoy se les reprochan como inexactitudes históricas. El género parece haber nacido en Grecia.

La primera obra importante es História Etiópica de Heliodoro, que narra las aventuras de dos jóvenes, Cariclea y Terágenes, enamorados y que termina con la boda de ambos.

Petronio: El Satiricón

Esta novela picaresca y de aventuras, en 20 libros, que se conserva fragmentariamente, refiere las andanzas de un joven disoluto, llamado Encolpo, y de tres compañeros más de la misma calaña. Es una obra de tono muy libre y de gran originalidad, que con fina ironía y sensibilidad nos pinta el desenfreno de la “alta” sociedad en tiempos de Nerón.

Apuleyo

Apuleyo de Madaura fue un famoso orador y filósofo platónico del siglo II d.c. Su novela, “El asno de oro” o “La Metamorfosis de Lucio”, es una larga narración de tonos cómicos y misteriosos ambientes, a la vez fantástica y realista.

Historia de Apolonio, Rey de Tiro

No conocemos el nombre de su autor. Tiene cierto aire de cuento popular y fue un texto muy leído e influyente en la Edad Media. La obra se centra en Antíoco, rey de Antioquía, el cual tiene una hija muy bella, y para no perderla, propone que los pretendientes resuelvan un enigma: quien lo acierte se casará con ella y el que no, será degollado.

Conclusiones

Si bien no es fácil definir una novela, de estas primeras griegas podemos decir que son largas narraciones de ficción en prosa, relatos de amor y de aventuras. La novela fue un género bastante popular en los primeros siglos de la era cristiana.

Teatro

El tipo de teatro más popular en Roma fue siempre la comedia, destacando como autores Plauto y Terencio. Lo que hacían ambos autores era echar mano de las obras de autores griegos y adaptarlas al gusto de los espectadores de Roma. Por lo que respecta a las tragedias, tuvieron cierta popularidad las adaptaciones de las obras de los grandes autores griegos, como Esquilo, Sófocles y Eurípides.

Aparte de las tragedias y comedias, se cultivaron en Roma otros géneros teatrales “menores”, de gran éxito popular, como las “atelanas”, un tipo de parodia muy antiguo con unos personajes fijos, unos argumentos repetidos con ligeras variantes y una especie de espectáculo musical conocido con el nombre de “mino”.

Las representaciones de teatro formaban parte de los festivales o juegos que se organizaban en Roma a lo largo del año y que tenían un carácter mixto cívico-religioso. Se representaron durante mucho tiempo en escenarios improvisados instalados en la plaza de las ciudades.

Plauto

Aprendió a manejar perfectamente las lenguas latina y griega. Fue un autor muy prolífico y gozó de una gran popularidad. De entre sus obras, destacamos:

  • Amphitruo (Anfitrión), trata de una parodia sobre el nacimiento de Hércules.
  • Asinaria (Comedia de los asnos) comedia de enredo con argumento estrafalario.
  • Captivi (Los Cautivos) comedia “seria” que cuenta el típico reecuentro de un padre con sus dos hijos, desaparecidos uno en su niñez y el otro al caer prisionero en una guerra.

Terencio

Era un joven esclavo africano, liberado y educado por su dueño, Terencio Lucano. Dejó 6 obras: Andria, Hecyra, Eunuco, Heautontimoroumenos, Formión y Los Adelfos. Sin embargo Terencio introdujo una serie de novedades a su teatro:

  • El monólogo sirve para reflejar la vida interior de este personaje.
  • Las relaciones humanas están presididas por la ternura.
  • El hombre no es tan malo como parece.
  • La acción avanza progresivamente.
  • No caricaturiza mucho a los personajes ni su medio psicológico.
  • Personajes humanizados.
  • Persigue la sonrisa comprensiva del espectador.

Conclusión

En Roma existía una antigua tradición teatral de tipo popular. La conquista de Italia Meridional puso a los romanos en contacto con Grecia, donde proliferaban las representaciones teatrales más diversas. En el siglo III a.c. surgieron los primeros teatros (tablado provisional).

Solo a partir de Nevio aparecen tímidamente algunas tragedias de tema romano. Las obras estaban salpicadas de alusiones a la realidad circundante. La comedia romana, suele comenzar con un largo monólogo en el que un dios o un gran personaje narra los hechos pasados, expone la situación presente e insinúa el futuro.

Fábula

La fábula es una narración breve de carácter alegórico y con una clara intención moral, en la que los protagonistas son animales que se comportan como seres humanos. Este género literario es eminentemente popular, de origen probablemente oriental.

Esopo

Personaje grotesco y deforme, pero dotado de gran inteligencia, capacidad de observación y extraordinaria habilidad narrativa, gracias a lo cual consiguió una gran popularidad. Recogió una serie de narraciones que en principio eran transmitidas oralmente y que acabaron siéndole atribuidas a él, que de este modo se convirtió en el “inventor” del género.

Fedro

En la literatura latina el introductor del género es Fedro, nacido en Macedonia, llegó a Roma como esclavo, pero fue manumitido por Augusto. Escribió 5 libros, que comprenden un total de 145 fábulas. No todas tienen por protagonistas a animales, también hay anécdotas y chascarrillos de lo que puede extraerse de su correspondiente moraleja. Sus fábulas constan, generalmente, de un relato breve y ejemplar y una moraleja, que unas veces precede y otras sigue a la narración central. Su estilo es conciso, claro y sin grandes artificios misteriosos.

Conclusiones

La fábula y su mundo poético se desenvuelven en las capas más humildes de la sociedad. Fedro, el primero y más importante de este género, pasó desapercibido por la literatura “oficial” de su tiempo. En Grecia la fábula surgió como reacción ante la poesía de tono elevado y solemne. La fábula refleja el reverso de esa misma vida mediocre, transportaba a los oyentes a una época mítica, fantástica y seductora. Fedro hacía hablar a los animales con la intención de que fueran los portadores de la opinión callada de la plebe y, por ello, aparece sin conexión con el resto de poetas de su tiempo.