Poesía Lírica en Roma: Autores y Subgéneros Neotéricos

Los *Poetae Novi* y la Renovación de la Poesía Romana

Los poetae novi se propusieron sustituir los largos poemas impersonales por piezas cortas, cuidadas e individuales, tanto en sentimiento como en arte. A finales del siglo II a.C., se introduce en Roma la poesía lírica con el círculo de Lutacio Cátulo y el movimiento neotérico. Se pusieron de moda las composiciones breves y delicadas en las que se renuncia a la grandeza y se enfoca en el mundo de las pequeñas cosas. El perfil poético de los escritores antiguos solía abarcar diferentes patrones métricos y temáticas, lo que originó composiciones poéticas enmarcadas en distintos subgéneros: lírico, elegíaco, bucólico y epigramático.

Subgéneros y Autores Destacados

Composiciones Líricas

  • Cátulo: Nacido en Verona hacia el 84 a.C., demostraba poca inclinación por los cargos oficiales y el comercio, ya que podía vivir holgadamente. Su obra se compone de 116 poemas:
    • 1-60: A estos poemas el poeta los llama nugae y tratan sobre diversos temas de la vida cotidiana.
    • 61-68: Son los poemas eruditos, donde abunda el tema mitológico.
    • 69-116: Son epigramas que tratan sobre la vida cotidiana.
    De los bloques primero y tercero se pueden destacar poemas amorosos. En los poemas de Cátulo se refleja su gusto por la escuela y sus más diversos sentimientos. Cátulo aportó a la poesía latina aires de renovación y frescura.
  • Horacio: Nació el 8 de diciembre del 65 a.C. en Venusia. Su padre lo envió a Roma y de allí partió a Atenas para estudiar filosofía, donde se convirtió en el mecenas de Virgilio. De su obra hay que destacar los Epodos, 17 poemas escritos en verso yambo. También posee tres libros de Odas líricas, compuestos por 103 poemas y publicados en cuatro libros. Las mejores odas de Horacio son las de tipo filosófico, en las que hilvana reflexiones llenas de melancolía sobre el paso del tiempo. En cuanto a sus obras de amor, Horacio muestra la misma templanza que en las otras facetas de su vida. En la producción lírica se encuadra también el Carmen Saeculare, que fue cantado por un coro de 27 muchachos y 27 muchachas. Es un himno a los dioses pidiendo protección a Roma.

Composiciones Elegíacas

Para los griegos, la elegía se caracterizaba por estar escrita en dísticos elegíacos y por vincularse a los cantos de lamentación, de expresión de sentimientos tristes y temas amorosos.

  • Tibulo: Recibió una buena formación y cultivó la poesía junto al círculo literario de Mesala Corvino. Su obra está compuesta por tres libros de elegías, conocida como Corpus Tibullianum. Su poesía se caracteriza por la ausencia de erudición, por el recurso frecuente a la naturaleza, por su pacifismo militante y por su amor declarado a Delia y Némesis.
  • Propercio: Cultivó su actividad poética en el círculo literario de Mecenas. Su obra elegíaca se agrupa en cuatro libros bajo el título de Monobiblos, dedicado a cantar sus amores por su amada Cintia. También compuso poemas de carácter nacionalista y de exaltación de su amor por Roma.
  • Ovidio: Sus obras que pertenecen al género elegíaco son:
    • Amores: Tres libros de elegías dedicados a su amada Corina.
    • Ars amandi: Un poema considerado elegíaco por el formato utilizado en su composición. En esta obra, el poeta da consejos sobre el arte de la seducción.
    • Tristia y Epistulae ex Ponto: Estas obras las escribió durante su destierro con un tono nostálgico, con el que buscaba ganarse la conmiseración del emperador.

Composiciones Bucólicas

Es un subgénero en el que el poeta idealiza la vida campestre, que se presenta como un modelo frente al bullicio de la urbe. El primero y más destacado de los poemas bucólicos son las Bucolica o Églogas de Virgilio, diez composiciones de tema pastoril.

El Epigrama

Era una composición breve escrita en dísticos elegíacos, de naturaleza funeraria o dedicatoria. Pero en época helenística pasó a ser utilizada como vehículo de expresión de los sentimientos del poeta. El epigrama de tipo erótico fue cultivado por Lutacio Cátulo, pero el más grande escritor de epigramas fue el hispano Marco Valerio Marcial. Posee 14 libros de Epigramas en los que intenta dar un retrato realista de la sociedad de su tiempo con bastante ironía.