Vida de Miguel de Cervantes
Nació Miguel de Cervantes en 1547 en Alcalá de Henares, en el seno de una familia de vida azarosa y deambulante en la que abundaban los problemas. Esta vida itinerante, tanto de su abuelo como de su padre, como luego del propio Miguel, se ha relacionado con el supuesto origen converso de la familia, pero no hay sobre ello pruebas concluyentes. Fue discípulo del escritor erasmista López de Hoyos, quien lo llamara “caro y amado discípulo”.
En 1570 marcha a Italia, donde quedará impresionado por su arte, su literatura y su vida. Participa como soldado en la batalla de Lepanto y permanece como militar en diversos lugares italianos. A su vuelta a España en 1575 es apresado y conducido a Argel. Allí permanecerá cautivo durante cinco años, lo que le da ocasión para observar la nueva civilización que descubre. Sin duda, ello acentúa su espíritu tolerante. Probablemente durante su cautiverio empezaron a fraguarse sus novelas.
Tras ser rescatado, vuelve a España. Escribe La Galatea, que publica en 1585. Parece que tiene amores con una casada y de ellos una hija natural, Isabel Saavedra, aunque existe la sospecha de que ésta fuera hija de una hermana soltera de Cervantes, a la que Miguel simplemente habría reconocido como suya para proteger el honor familiar. En 1584 se casa con Catalina de Salazar, natural de Esquivias, donde vivirá durante tres años hasta que se separa de su mujer e inicia su largo periodo de estancia en Andalucía como recaudador de impuestos.
Esto le lleva a recorrer buena parte del territorio, acumulando problemas y sinsabores: fue excomulgado dos veces y encarcelado otras dos. Probablemente en su última estancia en la cárcel de Sevilla, donde pasó unos meses, concibió El Quijote. Mientras se publica la primera parte de su gran novela, que tendrá un éxito fulgurante, marcha a vivir a Valladolid, donde residía la Corte. Allí vuelve a conocer la prisión en compañía de toda su familia por un oscuro asunto relacionado con la muerte de un hombre en la puerta de su casa. La infundada acusación hace que sea puesto pronto en libertad, pero le hará incómoda ya su corta estancia en Valladolid.
Sus años finales en Madrid también se complican por sus problemas familiares y dificultades económicas. Sin embargo, prosigue con éxito su tarea de escritor y es en estos últimos años de su vida cuando publica la mayor parte de sus obras. Murió en Madrid el 23 de abril de 1616.
Cervantes Poeta
Debió escribir bastantes poemas, pero muchos se han perdido. Aparte de algunos que se han conservado manuscritos y de otros que se encuentran insertos en sus dramas y novelas, solo publicó una obra en verso: El viaje del Parnaso (1614). En ella presenta en conflicto a los buenos y a los malos escritores. Es interesante por los juicios literarios que vierte y por las referencias autobiográficas que contiene. En general, como poeta Cervantes se muestra como un escritor culto empapado de la tradición clásica e italiana.
Cervantes Dramaturgo
Escribió Cervantes numerosas obras teatrales, de las que conservamos hoy más de una decena, a las que hay que sumar los ocho entremeses que también conocemos. Sus comedias, de muy diversos temas, siguen, en general, las normas clásicas de verosimilitud y respeto a las reglas, pero progresivamente van incorporando, aunque a veces parodiándolos, elementos propios de la fórmula teatral que tiene éxito en la época, la de Lope de Vega, un teatro que rompe con los moldes dramáticos clásicos. Títulos de comedias cervantinas son Los baños de Argel, El rufián dichoso, La casa de los celos, etc. Notable es también su única tragedia conocida: La Numancia.
Cervantes dota de mayor complejidad psicológica a los personajes característicos del entremés.
Cervantes Novelista
Su tarea como narrador le llevó a experimentar con la mayor parte de los modelos narrativos previos y, por ello, será un autor clave en la renovación de los géneros literarios que se dará en el Barroco. Así, casi todas las formas narrativas que se dan el siglo XVI serán ensayadas por Cervantes.
Cervantes no se limita a recrear más o menos todo el acervo literario de su tiempo, sino que acierta a convertir su cultura libresca en materia viva, lo que hace que sean fundamentales en su propia obra las relaciones entre vida y literatura.
Su primera novela es La Galatea (1585). Sigue la estela de los libros pastoriles y, además de desarrollar el tema de los amores entre pastores, contiene, como es habitual en las obras de Cervantes, digresiones de crítica literaria, juicios teóricos, etc.
Su última novela, el Persiles, publicada póstuma en 1617, también sigue un molde narrativo conocido, el de la novela bizantina. Eran éstas novelas de aventuras, en la que los enamorados protagonistas, tras peregrinar por los lugares más diversos y pasar las más variopintas peripecias, terminan felizmente su periplo. Cervantes sigue de cerca este modelo, pero fiel a la importancia literaria del principio de la verosimilitud, procura que los hechos narrados resulten creíbles.
Novelas Ejemplares
Esta colección de doce relatos cortos fue publicada en 1613. En su prólogo dice Cervantes que con ellas es “el primero que ha novelado en lengua castellana”. Esto es cierto si entendemos novela en el sentido de relato corto, que es el que tiene el vocablo en italiano, lengua de la que procede. Aunque había habido algunos intentos anteriores, Cervantes es el primero que compone estos relatos al modo italiano con argumentos originales. El adjetivo “ejemplares” del título expresa su conexión con el género de los exempla medievales: se trata de presentar un ejemplo del que extraer una lección o moraleja.
Cervantes no separa en su idea de ejemplaridad lo ético y lo estético.
- Serían novelas realistas: Rinconete y Cortadillo, El licenciado Vidriera, El celoso extremeño, El casamiento engañoso y El coloquio de los perros.
- Idealistas podrían considerarse El amante liberal, La española inglesa, La fuerza de la sangre, Las dos doncellas y La señora Cornelia.
- Combinan rasgos de ambos grupos las dos restantes: La gitanilla y La ilustre fregona.