Novelas Ejemplares
Cervantes utiliza el nombre “Novella”, que se daba a las narraciones breves. Es el primero en España en escribir este tipo de narraciones, como él mismo afirma en el prólogo. Hay relatos más idealistas y otros con un realismo más cercano a la picaresca; en general, destaca la verosimilitud. Las tramas suelen acabar con un final feliz. Destacan La Gitanilla, Rinconete y Cortadillo, El Celoso Extremeño y La Ilustre Fregona. En Rinconete y Cortadillo se retrata el mundo marginal de la ciudad de Sevilla. Los pícaros del título son acogidos en una banda de criminales. Cervantes aporta su crítica burlesca de la religión solo externa y la superstición de estos personajes de los bajos fondos.
Don Quijote de la Mancha
Estructura
- La primera parte (1605) incluye dos salidas:
Primera Salida
Se desarrolla en los 6 primeros capítulos. Es una salida muy breve. El pobre hidalgo Alonso Quijano, enloquecido tras la lectura de demasiados libros de caballerías, decide hacerse caballero. Modifica su nombre (Don Quijote), elige una dama a la que ofrecer sus victorias (una vecina a la que llama Dulcinea del Toboso), prepara su escuálido caballo (al que llama Rocinante) y prepara las armas enmohecidas de sus antepasados.
El objetivo de esta primera salida es ser armado caballero, pero la experiencia resulta fallida y Don Quijote termina volviendo a casa apaleado.
Segunda Salida
Abarca el resto de la primera parte (capítulos 7 a 52). Don Quijote busca un escudero (su vecino Sancho Panza), a quien convence prometiéndole que va a conseguir una ínsula (Sancho no sabe lo que significa esa palabra) y mucho dinero.
Recorren numerosos lugares de La Mancha y llegan hasta Sierra Morena. En esta segunda parte se intercalan historias (novelas dentro de la novela) que no tienen mucha relación directa con el argumento principal. Don Quijote regresa a casa de nuevo apaleado y encerrado en una jaula.
- La segunda parte (1615) narra la tercera salida.
Tercera Salida
En respuesta a la continuación apócrifa de Avellaneda, Cervantes hace que sus personajes se dirijan hacia Zaragoza para participar en unas justas, aunque finalmente van a Aragón y después a Barcelona. Es importante la estancia de los personajes en el palacio de los duques, quienes han leído la primera parte del Quijote y deciden gastarles una broma. Como parte de la broma, Sancho ejerce de gobernador de la ínsula Barataria.
Llegado a Barcelona, Don Quijote se bate con el Caballero de la Blanca Luna (el vecino Sansón Carrasco disfrazado, que busca hacer regresar a casa a Don Quijote). Don Quijote pierde el duelo y, como castigo, debe regresar a casa y abandonar la vida de caballero para siempre. Poco después de llegar a casa, Don Quijote enferma, recobra la cordura, pide perdón por sus locuras, hace testamento y muere. En la segunda parte no aparecen relatos intercalados.
Novelas Intercaladas y el Juego Metaliterario
En las novelas intercaladas aparecen representados diversos tipos de novelas renacentistas: pastoril (con la historia de Marcela y Grisóstomo), morisca (la historia del Capitán Cautivo) y picaresca (con Ginés de Pasamonte). Lo interesante es que la primera parte del Quijote refleja al mismo tiempo el universo de lo real y de lo imaginario-idealista.
En la historia principal, el lenguaje es llano y cómico, mientras que en las intercaladas es elevado, aportando seriedad. La intercalación de este tipo de novelas sirvió a Cervantes para demostrar sus facultades como escritor y su conocimiento de la literatura del momento, además de añadir seriedad y profundidad moral a la obra.
La segunda parte desarrolla el tema de la novela dentro de la novela (metaliteratura), ya que muchos personajes han leído la primera parte de la obra, por lo que conocen a Don Quijote y a Sancho. También han leído el Quijote apócrifo de Avellaneda, e incluso algunos personajes de esa obra son incorporados, como Don Álvaro de Tarfe. Este juego de dimensiones literarias es un recurso narrativo inédito para la época.
Los Personajes Principales
Los personajes son la gran creación de la obra. Cada época ha hecho de ellos una lectura diferente, viéndolos como antítesis (locura/cordura, idealismo/materialismo, etc.). Se han convertido en símbolos universales, pero a diferencia de figuras como Don Juan, Fausto u Otelo, en Don Quijote y Sancho dominan los matices y la evolución.
Don Quijote
Modelo de hombre noble, idealista y bondadoso, pero también loco en lo que se refiere al mundo de la caballería. Su locura tiene diferentes fases:
- Primera salida: Deforma la realidad, la ve como caballeresca y sufre un desdoblamiento de la personalidad, creyéndose un personaje de romancero.
- Segunda salida: No hay desdoblamiento de personalidad, pero transforma la realidad en su mente, convirtiéndola en caballeresca. Nada le parece inverosímil o extraño; la fantasía reside en la mente del protagonista.
- Tercera salida: Ve la realidad tal como es, pero los otros personajes le engañan, haciéndole creer que no ve el mundo caballeresco porque está sufriendo un encantamiento.
Su locura solo concierne a lo caballeresco; en los demás temas, es un personaje cuerdo, generoso, tolerante y mesurado.
Sancho Panza
Modelo de hombre llano, con gran sabiduría popular, práctico y materialista. Pero al mismo tiempo es crédulo y bondadoso. Su lenguaje es uno de los grandes aciertos de Cervantes y un gran aporte de comicidad. Es vivo, popular, y está enriquecido con numerosos refranes.
Intención de la Obra
En el prólogo, Cervantes afirma que escribe la obra contra los libros de caballerías. Esta crítica queda clara en la exageración paródica del estilo caballeresco, arcaico, que se emplea en algunos momentos, y en los comentarios sobre los libros de caballerías que hacen algunos personajes. Las críticas a estos libros eran comunes en los ambientes erasmistas a los que pudo pertenecer Cervantes, y se centraban en su inverosimilitud y sensualidad.
Cervantes realiza un escrutinio de los libros de caballerías al principio de la obra y salva algunos, como Amadís de Gaula, y sobre todo, Tirante el Blanco, al que elogia por su verosimilitud. Utiliza la crítica más eficaz: la parodia. Todos los elementos de los libros de caballerías quedan ridiculizados en Don Quijote: el caballero de linaje noble y fuerza asombrosa es un hidalgo cuarentón y pobre; los exóticos escenarios se convierten en La Mancha; los ejércitos y gigantes son rebaños de ovejas y molinos; la hermosa princesa es una ruda aldeana.
La parodia reside en el choque constante entre el idealismo de Don Quijote y la realidad: habla con un lenguaje arcaico, usa las armas de sus bisabuelos y sus ideales son los de Amadís. Pero, al final, la realidad acaba imponiéndose.
Al mismo tiempo, la obra es un retrato de la sociedad de la época. Se muestra el declive del poder político de España a través de un personaje que quiere cambiar su vida triste y mediocre por otra que considera perfecta y que evoca el esplendor del pasado. También es una obra de crítica literaria y de teoría literaria, ya que en varias ocasiones se habla de literatura y se valoran obras, autores y géneros de la época.
Teatro de Cervantes
Durante la segunda mitad del siglo XVI, época en la que vivió Cervantes, se produjo en España un auge del teatro. Aparecieron nuevas compañías, se montaron corrales de comedias y se iniciaron nuevas formas que se plasmarían más tarde en la obra de Lope de Vega, Arte Nuevo de Hacer Comedias (1609).
- Este nuevo teatro pretendía ser más libre y adaptarse mejor al gusto del público.
- A Cervantes le encantaba el teatro y lo cultivó, pero no tuvo tanto éxito como Lope de Vega, debido principalmente a dos motivos:
- Su obra narrativa eclipsó a su obra teatral.
- El enorme impacto de Lope de Vega en el teatro del momento empequeñecía a todos los demás dramaturgos.
- Aun así, su teatro destaca por la profundidad psicológica de los personajes y por su variedad temática.
- Podemos dividir su teatro en dos etapas:
- Primera etapa: Anterior al éxito de Lope. Destacan una comedia y una tragedia que todavía respetan las normas clásicas:
- Los Tratos de Argel: Comedia con tintes autobiográficos y trasfondo histórico. Los temas son la cautividad, el amor a la patria y el enfrentamiento entre cristianos y musulmanes.
- La Numancia: Es una tragedia que relata el cerco de los romanos a la ciudad de Numancia (Soria). Es una bellísima obra considerada una de las tragedias más importantes de su época.
- Segunda etapa: Cervantes, ante el arrollador éxito de la fórmula teatral de Lope de Vega, decide escribir teatro siguiendo ese modelo. De esta época son sus ocho comedias y sus ocho entremeses.
- Comedias: Siguen diferentes modelos (moriscas, caballerescas, de capa y espada, etc.). Destacan Los Baños de Argel y El Rufián Dichoso.
- Entremeses: Utiliza la misma tipología de personajes que había usado Lope de Rueda en sus pasos (el bobo, el ladrón, el estudiante, el viejo, etc.). Cada entremés representa un breve cuadro de la vida del momento. Algunos son versiones de cuentos tradicionales. El tono general es el de la ironía y el humor suaves. Reflejan la ideología erasmista del autor en algunas críticas sociales (a la honra, la superstición, los matrimonios concertados). La Cueva de Salamanca, El Viejo Celoso o El Retablo de las Maravillas son algunos de los más famosos.
- Primera etapa: Anterior al éxito de Lope. Destacan una comedia y una tragedia que todavía respetan las normas clásicas: