Desigualdad y Sumisión en ‘Los Santos Inocentes’ de Miguel Delibes
La Injusticia como Eje Central
En Los Santos Inocentes, Delibes expone una cruda realidad de injusticia social, la cual se intensifica por la sumisión con la que es aceptada por los oprimidos. La rebelión final de uno de los sometidos, Azarías, se presenta como una reacción lógica y hasta cierto punto inevitable ante esta situación. La brecha entre amos y siervos se ensancha progresivamente, evidenciando una marcada lucha de clases.
La injusticia no solo se manifiesta en las diferencias materiales entre los personajes, sino también en el desprecio y los abusos que los amos ejercen sobre los sirvientes. Un ejemplo palpable es la situación de Nieves, quien se ve forzada a servir en la casa de don Pedro, truncando las ilusiones que Paco tenía puestas en ella. Además, Paco, aun estando impedido, debe participar en una batida en la que recae por su afán de cumplir con sus obligaciones.
La erradicación de esta injusticia se presenta como una tarea ardua debido a una ideología inmovilista profundamente arraigada. Como se menciona en la obra, “el que más y el que menos todos tenemos que acatar una jerarquía, unos debajo y otros arriba, es ley de vida, ¿no?”. Esta frase refleja la resignación y la aceptación de un orden social injusto.
La sumisión de los humildes se ve reforzada por la estructura cerrada del latifundio, que limita el contacto con influencias externas, y por la ignorancia en la que se les mantiene. Ante la perpetuación de la injusticia, la rebelión trágica de Azarías, un personaje con discapacidad intelectual, se convierte en un acto de venganza individual. Este crimen, aunque cometido por un “inocente”, se presenta al lector como un acto de “justicia natural” con dos características fundamentales: la ausencia de culpabilidad, dada la condición del perpetrador, y la representación simbólica del resarcimiento de todos los humildes por las injusticias sufridas.
Temas Secundarios en ‘Los Santos Inocentes’
Además del tema principal, la obra de Delibes aborda otros núcleos temáticos recurrentes en su producción literaria:
- La infancia: Se manifiesta en personajes como la Niña Chica, Nieves y el propio Azarías, quienes representan la inocencia y la vulnerabilidad.
- La naturaleza: Una constante en la obra de Delibes, la relación con la naturaleza es fundamental para entender el conflicto central de la novela y la psicología de los personajes, especialmente en el caso de Azarías.
- El prójimo: La consideración hacia los más necesitados es otro de los pilares de la obra, mostrando la solidaridad entre los oprimidos.
- La muerte: Un tema omnipresente que se entrelaza con los demás, marcando el destino trágico de varios personajes.
Análisis por Libros
Libro Primero
Se nos presenta a Azarías buscando el calor humano que le falta en el cortijo de La Jara. Su relación con su hermana Régula, los muchachos y, especialmente, con la Niña Chica, a quien dedica sus momentos de mayor ternura, refleja su necesidad de afecto. Azarías suple la carencia de afecto humano con su amor por la naturaleza. Sus salidas con el búho en el encinar muestran su profunda conexión con el entorno. Este amor se convierte en pasión cuando encuentra en una “milana bonita” la cura a su soledad. Se observa una animalización del personaje y una personificación del animal. El miedo es un sentimiento destacado en este libro. La muerte de la milana representa un trauma para Azarías, acentuado por la incomprensión de los demás. La dignificación del animal se manifiesta en su entierro.
Libro Segundo
Se reiteran temas como el amor y la naturaleza. El tema central es el fracaso de los proyectos de los inocentes. Paco ve truncadas sus esperanzas con su hija, quien debe servir en la casa de don Pedro. Además, él y Régula no podrán “volver a ser jóvenes”. El episodio de la Primera Comunión, vetado a los humildes, evidencia la negativa de los amos a conceder oportunidades a los siervos.
Libro Tercero
Azarías es el protagonista. Se retoman temas relacionados con él y surge un nuevo motivo: su expulsión de La Jara por el señorito, quien no tolera algunas de sus costumbres. Paco intenta interceder, pero sin éxito. Azarías se instala con su hermana e intenta ser útil. Los personajes que lo rodean muestran comprensión y solidaridad. Se destaca que el amor al prójimo es más palpable entre los humildes que entre los poderosos. La llegada de una nueva milana, regalo de Rogelio, se convierte en la nueva pasión de Azarías.
Libro Cuarto
La pasión por la caza es el tema predominante, centrada en el señorito Iván, quien muestra un carácter arrogante e insulta a sus competidores. Se presentan dos ejemplos de la autosatisfacción de los amos: el señorito intenta “redimir” a sus siervos enseñándoles a firmar, y la señora se gana a los humildes a través de la limosna.
Libro Quinto
La pasión cinegética se vincula al abuso del hombre y de la naturaleza. Los dos accidentes de Paco evidencian el egoísmo del señorito Iván, que no se atenúa ni siquiera en situaciones graves. El señorito también muestra su desprecio por la naturaleza. El Quirce es el único personaje humilde que desafía al señorito, rechazando su limosna al final de la cacería. Iván se venga de la insumisión del Quirce en la persona de Nieves y se resarce de este desprecio besando ferozmente a doña Purita.
Libro Sexto
Se retoman temas generales, y los últimos abusos de Iván constituyen una novedad temática. La fuga-rapto de doña Purita refleja que la opresión también afecta a los opresores. Se confrontan la sintonía con la naturaleza y el abuso de ella. La venganza final de Azarías es un acto de justicia natural. Tras preparar concienzudamente la soga, Azarías se muestra satisfecho después del crimen, ya que ha vengado una afrenta personal.