El Esplendor y Contraste del Barroco Español: Literatura y Poesía

Contexto Histórico y Social del Barroco Español

El Barroco se desarrolla en España y Europa desde finales del siglo XVI hasta las primeras décadas del siglo XVIII, aunque su época de mayor esplendor se produce en el XVII. El movimiento se inició en las artes plásticas y se extendió a otras manifestaciones, entre ellas la Literatura.

En este siglo asistimos a la decadencia española, solo denunciada por los escritores, ya que, a lo largo del siglo XVII, se va haciendo más notoria la ruina nacional y se perciben las consecuencias de los malos gobiernos y los efectos que produjeron algunos hechos históricos tan trascendentales en la vida española, como la expulsión de los moriscos o las desastrosas guerras, entre las que conviene recordar las de Cataluña y Portugal.

España tampoco supo invertir de forma adecuada las riquezas que llegaban del Nuevo Mundo y desperdició la ocasión de una verdadera revolución industrial. A ello se unió la expulsión de judíos y moriscos y la emigración a América, que intensificaron la caída demográfica, perdiéndose mano de obra y capital. Por último, el abandono del campo crea en las ciudades una legión de parados, vagabundos y mendigos que ya se vio en el Lazarillo, aunque ahora será más evidente.

Características Generales de la Literatura Barroca

Ante esta situación, la Literatura hizo presente en sus obras un renovado ímpetu moralizante y didáctico, por lo que se vuelve de nuevo su mirada a Dios, hacia los valores eternos, y aspira como nunca a la inmortalidad, al tiempo que reflexiona sobre la fugacidad de la vida y la presencia de la muerte, como ya se había visto en la Edad Media.

Ante la escasa estabilidad de las cosas, de las personas e ideas, la mente de la sociedad se asienta en una atmósfera de inseguridad y desasosiego. Esto lleva a una situación de resignación y de aceptación de los aconteceres, según predicaban los estoicos, pensamiento filosófico que influyó en escritores como Quevedo y Gracián. Este último, en su novela El Criticón, escribió que en la vida humana el engaño estaba a la entrada del mundo y el desengaño a la salida. Así pues, para el hombre barroco el mundo es engaño, y la sabiduría consiste en desengañarse de él. Esto lleva consigo un ambiente de desilusión y pesimismo.

Pero no todos siguen esta postura. Los inconformistas se rebelarán y se enfrentarán ante la situación en los tratados políticos o morales y en gran parte de la poesía. Otros se evadirán mediante contenidos heredados del Renacimiento y formas que buscan la belleza en otra parte de la poesía y en tipos de novela como la pastoril y la cortesana. Por último, los conformistas estarán presentes en la mayor parte de las creaciones dramáticas.

En conclusión, entre el Renacimiento y el Barroco no existe una ruptura, sino un cambio, una evolución natural a partir de otros medios para atraer la atención del lector. Bien mediante el retorcimiento de la forma, con lo que se rompe la naturalidad y el equilibrio anteriores, bien a partir del descubrimiento de la moral como actitud, que recuerda en muchos aspectos a la Edad Media en la religiosidad y en la visión desengañada del mundo. El clima de decadencia y pobreza social conduce al pensamiento a valorar en muy poco las cosas terrenales y a pensar más en las realidades eternas después de la muerte.

La Poesía Barroca: Continuidad y Renovación

Gracias a figuras como Góngora, Quevedo y Lope de Vega, la poesía española alcanzó unas cimas difícilmente igualadas en la historia de nuestras letras. Continúan con los mismos temas y moldes métricos que los renacentistas (soneto, tercetos encadenados, octava real, lira, estancia, silva), pero cambia la actitud que adoptan al tratarlos y el lenguaje poético empleado. Tampoco olvida la tradición popular y revitaliza sus modalidades estróficas, como la glosa, el villancico, la letrilla y el romance.

Formas Métricas Populares y Cultas

GLOSA
Poema de extensión variable. Estructura: redondilla (abba) seguida de tantas estrofas (generalmente décimas) como versos tiene la cancioncilla inicial (cuatro), los cuales se van repitiendo al final de cada estrofa.
VILLANCICO
Octosílabos o hexasílabos. Estructura: estribillo (de dos a cuatro versos) y pie o mudanza (estrofa de seis o siete versos). El verso final del pie (vuelta) rima con el estribillo.
LETRILLA
Variante del villancico pero con carácter satírico o burlesco.
ROMANCE
Totalmente regular, de rima asonante y los versos (octosílabos) se agrupan, de cuatro en cuatro, en estrofillas denominadas cuartetas de romance.
SILVA
Poema no estrófico, formado por una serie indefinida de versos heptasílabos y endecasílabos que riman en consonante a voluntad del poeta. Puede haber algún verso suelto.

Tendencias Estilísticas: Conceptismo y Culteranismo

En cuanto a las tendencias estilísticas barrocas, hay que destacar el estilo conceptista, representado por Quevedo, que ya vimos en la lírica cortesana del XV. Tiende a una complicación conceptual que condensa el pensamiento con gran sutileza e ingenio a partir de juegos de palabras, distorsiones gramaticales e imágenes atrevidas (Dilogía, Paronomasia, Oxímoron, Paradoja).

Pero cuando este tiende a un recargamiento ornamental y sensorial recibe el nombre de culteranismo o gongorismo, representado por Góngora, del que se hablará a continuación. Abunda el léxico colorista, se apuran al máximo las posibilidades expresivas del verso, se incorporan numerosos cultismos (léxicos y sintácticos), sintaxis compleja e hipérbatos, embellecimiento de la obra con alusiones mitológicas que hacen culto a la belleza de la mujer y de la naturaleza.

Luis de Góngora: Máximo Exponente del Culteranismo

Luis de Góngora (1561-1627), máximo representante del culteranismo, presenta con su obra dos estilos diferenciados: la poesía de tipo popular y la poesía culta o culterana. La primera, escrita en octosílabos, presenta un asunto variado (amoroso, humorístico, religioso, cortesano) con el uso de letrillas y romances. De la segunda destacan los sonetos y dos grandes poemas: la Fábula de Polifemo y Galatea (1612) y Soledades (1613). En cuanto a los sonetos, se caracterizan por su perfección formal y contenidos variados (amoroso, moral, burlesco, satírico: Mientras por competir con tu cabello). El Polifemo es un largo poema en octavas reales que recrea el asunto mitológico del amor del cíclope Polifemo hacia la ninfa Galatea. Las Soledades está inacabada y narra la llegada de un náufrago a tierra y su encuentro con unos cabreros, unos serranos y unos pescadores, a quienes relata sus amores y los desdenes de su amada. Realiza una hermosa idealización de la naturaleza.

Temas Recurrentes en la Poesía Barroca

En cuanto a los temas, perviven los de la tradición petrarquista, que se centra en los motivos del amor, el tópico del carpe diem, la naturaleza y la mitología. La mujer, al igual que la petrarquista, está divinizada por el poeta, que adopta una actitud sumisa mientras proclama sus perfecciones físicas y espirituales. Ésta le responde con indiferencia, lo que hace que aquél se recluya en sí mismo e intente expresar, mediante el oxímoron y la paradoja, la naturaleza contradictoria del amor (hielo abrasador, dulce llama, guerra que da paz).

El tópico del carpe diem es tratado desde el Barroco con un espíritu desengañado, por lo que se centra en la angustia y dramatismo que el poder destructor del tiempo ocasiona en la juventud; es decir, el tiempo se convierte en una continua amenaza.

Por otro lado, la naturaleza barroca es resultado del ingenio y capacidad imaginativa del poeta, que crea nuevos universos de belleza en los que el deliberado rebuscamiento, la reiterada complicación y el exceso formal son los principios rectores de un arte nuevo. Al igual que en el Renacimiento, la naturaleza es también lugar de refugio o sosiego espiritual lejos de la vida cortesana, donde también el poeta se lamenta de la actitud esquiva de su dama.

La Naturaleza: Visión Renacentista vs. Barroca

Vemos las diferencias:

DimensiónRenacimientoBarroco
ESTÉTICALa naturaleza se erige en “modelo” de toda actividad creadora.
Naturaleza = arte
(sobriedad, elegancia, armonía)
La naturaleza es “susceptible de embellecimiento” por el artista.
Naturaleza + artificio = arte
(difícil y minoritario)
ÉTICALa naturaleza ofrece al hombre un “modelo de vida y de conducta” (tópico del beatus ille): moderación en el disfrute de los pequeños placeres de este mundo.La naturaleza ofrece al hombre “sosiego espiritual” y un “ideal de vida“ alejado de las intrigas cortesanas (tópico del menosprecio de corte y alabanza de aldea).

La Mitología como Recurso Estético

Por último, la mitología es un tema importante en el Barroco y es empleada con una finalidad estética; es decir, el poeta realiza un laborioso y complejo proceso de creación que solo será degustado por una minoría culta. Así pues, hay abundantes motivos mitológicos: unas veces aluden a personajes o episodios concretos con el fin de ennoblecer con dichas referencias su obra; otras, fabrican un mundo mágico, lejano o irreal, poblado de personajes mitológicos que recibe el nombre de fábula mitológica, preferido por la poesía amorosa. Cabe destacar la Fábula de Polifemo y Galatea y la de Píramo y Tisbe de Góngora.