La Generación del 27: Un Legado Poético
La Generación del 27 emerge con un grupo de poetas destacados como Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso y Miguel Hernández. Estos poetas comparten intensas relaciones personales, coincidiendo en su vocación literaria y procedencia social, colaborando en las mismas revistas y, en algunos casos, conviviendo en la Residencia de Estudiantes de Madrid.
Características Comunes
Entusiasmo por Góngora
De Góngora, tomaron metáforas sorprendentes y formas métricas tradicionales. Su influencia se aprecia en los versos de Alberti, Gerardo Diego o Miguel Hernández.
Ideal de Poesía Pura
Muestran gran interés en suprimir la anécdota y crear una poesía pura, influenciada por Juan Ramón Jiménez.
Neopopularismo
Algunos poetas, como Lorca y Alberti, se inspiran en ritmos populares (romances, seguidillas, canciones paralelísticas, villancicos…) y recursos de la poesía popular tradicional (repeticiones, paralelismos, diminutivos). Se inspiran en el romancero viejo, en Gil Vicente y en Lope de Vega.
Vanguardismo
Se dejan influir por las vanguardias. La huella del Futurismo se observa en poemas de Fábula y signo de Pedro Salinas. Gerardo Diego es considerado ultraísta y creacionista por sus libros Imagen y Manual de espumas. El Surrealismo influye en Rafael Alberti (Sobre los ángeles), Luis Cernuda (Los placeres prohibidos), García Lorca (Poeta en Nueva York) y Vicente Aleixandre (Espadas como labios).
Las Vanguardias, Vanguardismos o Ismos fueron movimientos artísticos europeos del primer tercio del siglo XX basados en la provocación y la ruptura con la estética anterior. En Europa destacaron el Futurismo (exalta la civilización mecánica y técnica), el Dadaísmo (propugna liberar la fantasía a través de un lenguaje incoherente), el Surrealismo (propone la liberación total de la mente con especial atención al mundo onírico) y el Cubismo (fragmenta la realidad en composiciones libres o caligramas). En España, las vanguardias fueron más moderadas. Ramón Gómez de la Serna, creador de las greguerías, fue pionero del Vanguardismo español. Hacia 1918 surgieron en España el Creacionismo y el Ultraísmo.
Rehumanización de la Poesía
Como se observa en las etapas de su evolución:
Primeras Creaciones (hasta 1927)
Muestran tanteos iniciales, con presencia de tonos becquerianos, rechazo del Modernismo, influjos vanguardistas y gusto por la poesía pura de Juan Ramón, lo cual origina un arte deshumanizado, contrarrestado por la poesía popular de Lorca o Alberti.
Humanización Paulatina
Los poetas del 27 se van humanizando a medida que se difunde el Surrealismo en España, coincidiendo con la visita de Pablo Neruda, defensor de una poesía comprometida. Pasan a primer término los sentimientos humanos (amor, ansia de plenitud, problemas existenciales). Es una época de poesía humana y apasionada, con acentos sociales y políticos.
Después de la Guerra Civil Española
El grupo se dispersa: García Lorca es asesinado; otros (Alberti, Cernuda, Salinas, Guillén) se exilian, y solo quedan en España Dámaso Alonso, Vicente Aleixandre y Gerardo Diego. Cada uno sigue un rumbo poético sin abandonar los caminos de la poesía humana. Entre los poetas exiliados se aprecia una poesía testimonial cargada de nostalgia por la patria perdida y el desarraigo.
Representantes Andaluces Destacados
Entre todos los poetas del 27, destacan los representantes andaluces: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Vicente Aleixandre.
Federico García Lorca (1898-1936)
Nació en Fuentevaqueros (Granada) y estudió Derecho y Filosofía y Letras. En Madrid, se alojó en la Residencia de Estudiantes, donde conoció a los intelectuales más importantes del país. Además de poeta, se dedicó a la música y a la pintura. Cultivó con éxito la poesía y el teatro, siendo considerado uno de los autores fundamentales de la historia literaria española. Murió fusilado durante la Guerra Civil a causa de su apoyo a la República.
Características de su Obra Poética
Su obra se caracteriza por un hondo dramatismo y por el uso de imágenes, metáforas y símbolos. Se distinguen dos etapas:
Primera Etapa
Destacan las obras Libro de poemas, Canciones y Poema del cante jondo (representativas de la poesía neopopular) y Romancero gitano, donde utiliza los recursos de la poesía popular para tratar temas como la pasión, el dolor, la venganza, la muerte o la frustración. Esta última obra destaca también por sus metáforas vanguardistas.
Segunda Etapa
Es patente la influencia del Surrealismo: a ella pertenece Poeta en Nueva York, donde Lorca expresa en verso libre la deshumanización de dicha ciudad a través de imágenes irracionales y enumeraciones caóticas. El Llanto por Ignacio Sánchez Mejías es una elegía dedicada al torero y amigo. Destacan las doloridas imágenes irracionales, las personificaciones y sinestesias. Otras obras son Diván del Tamarit, Seis poemas galegos y Sonetos del amor oscuro.
Rafael Alberti (1902-1999)
Nació en el Puerto de Santa María (Cádiz). Tras la guerra civil vivió en Argentina y en Roma, hasta 1977, fecha en la que se instaló definitivamente en España. Su poesía se caracteriza por el empleo de los recursos populares y folclóricos (anáforas, paralelismos…); el humorismo y el empleo de los colores y de las imágenes, fruto de su faceta de pintor. Desde un punto de vista cronológico, su obra muestra las siguientes etapas:
Comienzos Neopopularistas
En Marinero en tierra recuerda el paraíso perdido de su infancia en Cádiz. Formalmente está inspirado en la poesía tradicional.
Barroquismo y Vanguardia
En Cal y canto trata temas del mundo moderno. El lenguaje es muy elaborado y los poemas resultan difíciles.
Surrealismo
En Sobre los ángeles refleja una crisis personal experimentada hacia 1929 y nos muestra cómo el poeta, expulsado del Paraíso, vaga sin esperanzas por un mundo sin sentido, acosado por ángeles que representan sus obsesiones.
Poesía Comprometida
Durante la República escribió poesía comprometida o de tipo social: Poeta en la calle.
Exilio
En su exilio, se mantiene viva la preocupación social y aparece también la nostalgia por la patria perdida en obras como Retornos de lo vivo lejano y Baladas y canciones del Paraná.
Luis Cernuda (1902-1963)
El sevillano Luis Cernuda es el más becqueriano, romántico, sentimental y apasionado de la generación del 27. Sus obras principales son:
Los placeres prohibidos
Muestra sus problemas íntimos derivados de su condición de homosexual y de su ansia de amor sin trabas con un lenguaje influenciado por el surrealismo y marcado por las imágenes oníricas.
Donde habite el olvido
Muestra el desfase entre sus anhelos y la realidad con un estilo sencillo y austero que busca la naturalidad.
En 1936 reúne toda su poesía bajo el título: La realidad y el deseo, palabras que recogen el conflicto central de su vida, el anhelo de realización personal y libertad amorosa frente a las limitaciones impuestas por el entorno social. Esta obra fue objeto de varias ediciones, en las que va incorporando su producción del exilio: Las nubes, Vivir sin estar viviendo, Con las horas contadas y Desolación de la quimera, que incorpora uno de sus poemas más famosos, el “Díptico español”.
Los temas más cultivados por Cernuda son la pasión amorosa, la soledad, el hastío, la añoranza de un mundo más habitable, la exaltación de la belleza. Y, ya en la madurez, la nostalgia y el recuerdo de España, reflexión sobre el paso del tiempo, la vejez y la muerte, y una visión más contemplativa del amor.
En cuanto al estilo, hasta los años treinta se mueve en la órbita vanguardista: poesía pura, surrealismo, pero luego sus versos tienden hacia la meditación y hacia la sobriedad, y buscan la naturalidad expresiva y el tono coloquial, aunque en el fondo se trata de un lenguaje muy elaborado.
Vicente Aleixandre (1898-1984)
También sevillano, pasó su niñez en Málaga y el resto de su vida en Madrid. Dedicado por entero a la poesía, llevó una vida retraída debido a su precaria salud. Fue uno de los pocos miembros del 27 que permanecieron en España tras la guerra y su presencia fue un decisivo magisterio en la poesía posterior. Fue miembro de la Real Academia y recibió el premio Nóbel en 1977.
Distinguiremos en su obra tres etapas:
Antes de la Guerra Civil
Formalmente, utiliza el verso libre y es una etapa muy influenciada por el Surrealismo. Dos títulos fundamentales: Espadas como labios y La destrucción o el amor. En Espadas como labios el tema central es el amor como fuerza destructora; la pasión amorosa se identifica con la pasión hacia la tierra; el sentimiento amoroso permite al hombre integrarse en el cosmos, al que pertenece. Los versos de La destrucción o el amor presentan continuidad con los del libro anterior. Se expresa en ellos con un tono frecuentemente pesimista el ansia del poeta de fusión con la naturaleza; el ser humano se siente parte de la naturaleza y ansía su fusión con ella (materialismo místico), fusión de la que el amor (la pasión amorosa) es como un simulacro, porque el logro de esta unión sólo se producirá con la destrucción de la muerte, una destrucción vital porque nos permite trascender la realidad puramente individual.
Posguerra
Sombra del Paraíso, escrita tras la Guerra Civil, supuso para la poesía española el resurgimiento del Surrealismo de preguerra. Evoca desde la angustia presente (la cruda posguerra) el paraíso anterior a la aparición del hombre en la Tierra, el edén bíblico, el mundo de los sueños infantiles, pero también el mundo incontaminado. Historia del corazón supone una rehumanización de su poesía. El poeta se reconoce en los demás y el ser humano pasa al primer plano desplazando a la naturaleza. Son ahora claves conceptos como solidaridad, lucha, esfuerzo, colectividad.
Poesía de Senectud
En Poemas de consumación (1968), predomina la reflexión y la meditación. El poeta aborda el tema del fin de la vida, que siente próximo y concibe la muerte como una integración con el cosmos (“bajo la tierra respiraré la tierra”). Ante el hecho de la muerte, no hay angustia, ni sentido religioso, sino simple aceptación de la misma.