El Realismo
Hacia la mitad del siglo XIX comienza a desarrollarse el segundo gran movimiento decimonónico: el realismo. Surgido de una reacción contra la estética romántica, frente a la cual se va a valorar la “observación minuciosa de la realidad contemporánea”.
Características principales del Realismo:
Observación objetiva: frente al subjetivismo e imaginación romántica, la obra realista nace de una observación y de un análisis previo de la realidad. El objetivo de la narrativa realista es la descripción y presentación de la vida real.
Ambientación contemporánea: el escritor refleja el momento en que vive, no huye a otras épocas, sino que se instala en su sociedad y la reproduce para que el lector la reconozca.
Planteamiento de tesis: la escritura está guiada por una tesis ideológica que el autor pretende defender con su creación e intenta convencer al lector, en ocasiones cayendo en un maniqueísmo en la composición de los personajes, fácilmente reducibles a “buenos y malos”.
Análisis psicológico de los personajes: la descripción del carácter de los personajes lleva a un estudio minucioso de los ambientes familiares.
Estilo: se persigue un lenguaje natural, sobrio y alejado de efusiones y exageraciones.
Los autores más representativos de la narrativa realista son:
- Leopoldo Alas «Clarín» con La Regenta.
- Benito Pérez Galdós con Fortunata y Jacinta.
- Emilia Pardo Bazán con Los pazos de Ulloa.
- Vicente Blasco Ibáñez con Cañas y barro.
- Pedro Antonio de Alarcón con El sombrero de tres picos.
- Juan Valera con Pepita Jiménez.
Naturalismo
El siglo XIX es la gran época de la novela europea y produce una gran cantidad de obras maestras gracias a autores como Flaubert y Zola en Francia. Hacia 1870, nació en Francia el Naturalismo, que llevó al extremo los presupuestos realistas. Este movimiento pretende remontarse a las causas de los comportamientos humanos y para ello tiene en cuenta las nuevas ideas científicas sobre el hombre. En España, la novelista Emilia Pardo Bazán divulgó las ideas de Zola en un artículo titulado La cuestión palpitante, pero las teorías en las que se basaba el movimiento naturalista casaban mal con el espíritu religioso de muchos.
Valoraciones críticas
Se presenta un drama comprometido con la realidad inmediata, que reaparece en escena después de haber sido escamoteado durante diez años. Tiene aspectos tomados del sainete, como el ambiente, el lenguaje, las discusiones de patio de vecindad, pero a pesar de ello y de la identidad de clase social de los protagonistas, no hay ninguna relación entre ambos porque Buero no se propone una descripción costumbrista, desgarrada de tipos y ambientes, sino algo que trasciende a ellos mismos. La obra plantea el problema de la imposibilidad para las clases humildes de realizar sus ideales, tanto por falta de voluntad como por las circunstancias que los rodean. El signo escénico y dramático de esa imposibilidad es la escalera de una casa de vecindad por la que han subido a lo largo de 30 años sin poder escapar de ella. La escalera es el signo de la inmovilidad social que no conduce a ninguna parte. La obra es la historia de una frustración individual y colectiva. Tragedia ligada a un medio social, a un ambiente opresivo, en el que la guerra civil, aunque no se hable de ella abiertamente, está siempre al fondo, es el equivalente dramático de la novela y la poesía publicada a partir de 1945: La familia de Pascual Duarte o La Colmena de Camilo José Cela, o Hijos de la ira de Dámaso Alonso.
La casa de Bernarda Alba
El tema principal es la situación tradicional que se vivía en el período de la guerra civil. En aquella época las mujeres se encontraban bajo un régimen autoritario, machista y de sumisión. El marido de Bernarda acaba de morir, imponiéndose un largo período de luto en la familia. El conflicto amoroso comienza con la aparición de Pepe el Romano, el cual en un principio es el pretendiente de Angustias, la hija mayor. Sin embargo, se siente también atraído por Adela. A su vez, Martirio se siente atraída por él. Los problemas se incrementan cuando Bernarda impone su autoridad. En la sociedad actual, este tipo de situaciones extremas no son tan abundantes como en aquella época. Hoy en día las personas han ido adquiriendo sus derechos, en especial las mujeres. Esta obra tiene gran importancia, ya que es una crítica a la represión social que existía en los años treinta. Lorca nos muestra con gran maestría los sentimientos limitados de las personas bajo la influencia conservadora. En mi opinión, dentro del género del teatro, la obra está muy bien estructurada, y hace fácil su lectura.
El sí de las niñas
El tema principal de la obra es el matrimonio de conveniencia entre mujeres jóvenes y hombres maduros. El autor de este libro intenta mostrar a los lectores cómo era la vida cotidiana en la sociedad del siglo XVIII. Respecto a los personajes, se pueden destacar dos lados opuestos: la ignorancia de Doña Irene y la bondad de Don Diego. Doña Irene es una persona egoísta y conduce a su hija al matrimonio sin importarle lo que ésta siente. Mientras que Don Diego, en un acto cordial, decide no casarse con Doña Paquita, que en verdad no le ama y se siente obligada. En la actualidad, se siguen dando estas situaciones en España, aunque no con la misma frecuencia, ya que existen familias que por dinero dan lugar a los matrimonios de conveniencia. En mi opinión, el libro es interesante, ya que los sucesos amorosos que hay en la obra hacen que te intrigues y sigas leyendo.