Relieve Peninsular: Características
Elevada altitud media
España se encuentra a 660 m de altura sobre el nivel del mar, altitud que solo supera en Europa Suiza, con 1300 m. Pero esta altitud no es el resultado de la existencia de grandes y elevadas cordilleras, sino de un conjunto central elevado: la Meseta.
La Meseta, en su gran mayoría, es un plano inclinado hacia el Atlántico, con una pendiente media del 0.3%, hacia donde vierten las aguas de la mayor parte de los cursos fluviales.
Disposición periférica de los relieves
En relación con la Meseta y con el contorno de la Península, en cuyos límites se encuentran las principales cordilleras españolas:
- Por el Norte, la Cordillera Cantábrica, con altitudes entre 1000 y 2500 m a escasa distancia de la costa.
- Por el Este, aunque no hay tanta diferencia, hay que destacar los escalones de la Cordillera Ibérica; al Noreste, las Cordilleras Costero Catalanas, de altitudes modestas, paralelas al mar, que constituyen una muralla que aísla la llanura interior del Ebro.
- En el Sur, las Béticas, paralelas a la costa, sobrepasan los 3000 m en Sierra Nevada.
Todo esto provoca:
- El aislamiento de la Meseta.
- El difícil acceso hacia los páramos centrales, tanto en lo que se refiere a comunicación como a influencia climática del mar.
- Ríos que nacen en estos rebordes montañosos y se ven obligados a salvar grandes desniveles en corto espacio, adquiriendo carácter torrencial y, además, están dotados de gran fuerza erosiva empleada en excavar profundas gargantas.
Forma compacta y maciza
En su contorno no hay grandes entradas que faciliten la penetración desde la costa de la brisa marina, lo cual limita la acción termorreguladora del mar y da lugar a que el clima interior sea continentalizado, con inviernos fríos y veranos calurosos. Solo Galicia presenta sus costas bastante escarpadas a través de las rías.
Tipos de unidades morfoestructurales
- Zócalos: Llanuras o mesetas de la era primaria o paleozoica. Rocas rígidas, se rompen. Mitad occidental de la península.
- Macizos antiguos: Montañas de la era terciaria con materiales paleozoicos. Cumbres suaves y redondeadas. Sistema Central, Montes de Toledo, Macizo Galaico y parte occidental de la Cordillera Cantábrica.
- Cordilleras de plegamiento: Grandes elevaciones montañosas de la era terciaria y materiales de la secundaria. Dos tipos: cordilleras intermedias (Sistema Ibérico y parte oriental de la Cordillera Cantábrica) y cordilleras alpinas (Pirineos y Cordillera Bética). Formas escarpadas. Son recientes.
- Cuencas sedimentarias o depresiones: Zonas hundidas de la era terciaria. Depresiones del Duero, Tajo y Guadiana. Y depresiones alpinas, que son las más importantes: Ebro y Guadalquivir. Al estar formadas por sedimentos, son muy buenas tierras para la agricultura.
Evolución geológica peninsular
Se distinguen cuatro etapas o eras:
- Era Arcaica o Precámbrico (4000-600 millones de años): Emergió del mar una banda arqueada de noroeste a sureste, formada por pizarras y neis, que comprendía casi toda la actual Galicia. Surgieron también elevaciones en algunos puntos aislados del Sistema Central y de los Montes de Toledo. Este macizo precámbrico fue arrasado posteriormente por la erosión y cubierto casi en su totalidad por los mares paleozoicos.
- Era Primaria o Paleozoico: (Falta información)
- Era Secundaria o Mesozoico: Período de calma en el que predominaron la erosión y la sedimentación. La inclinación de la meseta hacia el Mediterráneo permitió, en los períodos de transgresión marina, una profunda penetración del mar, que depositó en su borde oriental una cobertura no muy potente de materiales sedimentarios plásticos (caliza, arenisca, marga). También se depositaron enormes espesores de sedimentos en fosas marinas situadas en las actuales zonas pirenaicas y bética.
- Era Terciaria: Se levantaron las cordilleras alpinas, al plegarse los materiales depositados en las fosas pirenaica y bética. Surgieron los Pirineos y las Cordilleras Béticas. Se formaron las depresiones prealpinas, la depresión del Ebro y la depresión del Guadalquivir. La Meseta se vio afectada por la orogénesis alpina, inclinándose hacia el Atlántico y formando los rebordes montañosos. El zócalo de la Meseta experimentó fracturas y fallas, dando lugar a la estructura germánica que hoy conocemos.
- Era Cuaternaria: El glaciarismo afectó a las cordilleras más altas. Los glaciares de circo se reducen a la cabecera del valle. En la Península, por su altitud, la mayor parte de los glaciares fueron de circo y, cuando se fundieron los hielos, originaron pequeños lagos. Los glaciares de valle se forman cuando el espesor de hielo acumulado en el circo es grande. La época posglaciar se caracterizó por la formación de terrazas fluviales.
Géneros literarios: La poesía lírica
La poesía lírica es toda composición poética donde el autor habla de sus sentimientos, expresándolos de manera subjetiva. Escrito tanto en verso como en prosa (en este caso, se le denomina prosa poética), el lenguaje poético pretende crear un mundo connotativo, sugerente y polisémico.
El lenguaje lírico
Tres son las actitudes líricas entre la realidad (asunto) y el poeta:
emoción lírica, apóstrofe lírico y lenguaje de canción. 1.- Emoción lírica: la realidad exterior al poeta es la que inspira la composición. 2.- Apóstrofe lírico: el poeta se dirige a un tú que constituye el referente constante del poema y con el que puede dialogar líricamente. 3.- Lenguaje de canción: El autor, atento sólo a su yo, nos da su visión de su realidad vivencial o de su mundo interior. Es la más lírica.# Predominio de la FUNCIÓN POÉTICA del lenguaje: el texto llama la atención por sí mismo, por su original construcción, que lo distingue del uso normal, para así dotarse de especial y nueva significación. # Por la CONNOTACIÓN, que es especialmente relevante: la palabra poética no se agota en un solo significado; no es, como en el lenguaje común, simple sustituto del objeto al que se refiere, sino que su significado se ve acompañado de distintas sugerencias y sentidos que sólo pueden apreciarse en su contexto. # La PLURISIGNIFICACIÓN: Es lo mismo que la polisemia. El texto literario siempre admite más de una lectura. # FICCIONALIDAD: Los mundos poéticos no son los reales, pero pueden ser posibles. Algunos autores hablan de imaginación, expresividad o de artificio como valores igualmente literarios. Aristóteles: Hay una diferencia entre poesía (=literatura) e Historia. La literatura es la narración de aquello que podría pasar y la Historia es la narración de aquello que ya ha pasado. El factor organizador en los textos en verso es el ritmo, que se basa en la existencia de regularidades rítmicas a lo largo del texto. El análisis de estas regularidades es lo que conocemos como análisis métrico. El primero de los elementos a considerar en un análisis métrico es la medida de los versos: número de sílabas métricas (que no tiene por qué coincidir con el de sílabas gramaticales).A la hora de medir han de tenerse en cuenta los diferentes fenómenos métricos que afectan a la medida: El acento final: final agudo=+1 sílaba; final esdrújulo=-1 sílaba. La sinalefa: unión en una sílaba de dos o más vocales pertenecientes a sílabas diferentes (final de palabra en vocal y principio de palabra en vocal o h). Otros fenómenos: diéresis (ruptura de un diptongo: gloria=glo-rï-a); sinéresis (unión en diptongo de dos vocales que no lo forman: poesía= poe-sí-a); dialefa (no realizar la sinalefa)El tercer elemento es el ritmo acentual, determinado por la disposición de los acentos en los versos (los acentos rítmicos tampoco tienen que coincidir necesariamente con los fónicos). El cuarto y último elemento es la disposición de las pausas. Hay dos tipos de pausas: Obligatorias (se produce en ellas el acento final e impiden la sinalefa): • En los versos hasta de once sílabas, sólo es obligatoria la pausa final. • En los versos de doce y más sílabas es obligatoria también una pausa intermedia o cesura, generalmente en la mitad, que divide el verso en dos partes llamadas hemistiquios. No obligatorias: se producen en el interior de los versos cuando hay signos de puntuación (no impiden la sinalefa). Cuando no coinciden la pausa final y la pausa sintáctica natural se producen encabalgamientos. Si el poema carece de una medida regular y de rima, se trata de una composición en verso libre. Los elementos rítmicos en este tipo de poemas son diferentes: • Reiteraciones métricas: predominio de una determinada medida, combinaciones métricas tradicionales (7-11,8-4,…), descomposición de versos en unidades métricas menores, integración de versos en unidades métricas mayores, rimas dispersas… • Reiteraciones léxicas y semánticas: repeticiones, sinonimia… • Reiteraciones sintácticas: enumeraciones, correlaciones, paralelismos… El verso libre suele clasificarse en tres categorías: • Verso-frase: el verso coincide con la oración sintáctica. • Verso-línea: el verso acaba arbitrariamente, a criterio del autor. • Versículo: versos de gran extensión. # Himno: expresa los ideales o sentimientos de una colectividad. # Oda destinada a la exaltación de una persona o cosa (religiosa, filosófica, heroica, amorosa, etc.). # Epístola: Poema escrito en forma de carta con un fin didáctico. # Sátira: sirve para censurar vicios o situaciones. # Elegía: expresa sentimientos de dolor por la pérdida de un ser querido o una circunstancia desagradable. # Égloga: Composición poética que tiene como protagonistas a pastores situados en una naturaleza idealizada. # Canción: Poema amoroso o religioso compuesto, generalmente, en forma breve. # Epigrama: Composición de contenido satírico, burlesco o moral. Composiciones menores: # Madrigal: Poema lírico breve, generalmente amoroso, que expresa un elogio a una dama. # Letrilla: Poema lírico breve de carácter amoroso, religioso o satírico-burlesco de versos de fuerte musicalidad. # Balada: Composición lírica de carácter sentimental y melancólico.
LOS TEXTOS NARRATIVOS. LA NOVELA COMO GÉNERO La novela es la manifestación literaria más extensa y perfecta del discurso narrativo, aquel por el que alguien cuenta una historia a una persona o personas que están en un entorno más o menos próximo según los casos. La novela como texto narrativo presenta los siguientes rasgos: 1. EL NARRADOR Y EL PUNTO DE VISTA. EL NARRADOR: No debe confundirse con el ‘emisor’ o autor real del texto. El narrador es la ‘voz’ que ordena y cuenta los hechos desde una ‘mirada’ concreta de los mismos (punto de vista) y, en ocasiones, introduce comentarios. Según el punto de vista desde donde actúa el narrador tenemos: • NARRADOR INTERNO o en primera persona. Un personaje cuenta la historia. Presenta dos variantes: Narrador protagonista y el Narrador personaje secundario. • NARRADOR EXTERNO: la historia se cuenta desde fuera porque el narrador no participa en ella y narra en tercera persona. El narrador externo puede ser: 1) Omnisciente: Actúa como si conociera todas las circunstancias del relato, hasta el punto de saber que es lo que sienten, piensan y sueñan los personajes. 2) Observador objetivo: Se trata de un narrador imparcial u objetivo que actúa como lo haría una cámara cinematográfica. 3) Narrador editor: El escritor finge que la obra no la ha escrito él, sino que la ha encontrado escrita y se limita a editarla. A veces se finge que son cartas las que el autor dice estar publicando. 2. LA HISTORIA NARRADA. Constituye lo que se denominan elementos de la narración que son, fundamentalmente, cuatro: acción (lo que sucede), tiempo (cuando sucede), personajes que la realizan, y ambiente (medio en que se produce dicha narración). LA ACCIÓN Es el conjunto de acontecimientos que se nos cuentan siguiendo un orden determinado y que pueden coincidir o no con el orden real. Se suele distinguir entre ACCIÓN (sucesión de hechos tal como se cuentan), entendida como la recreación que un narrador hace de unos hechos sucedidos o imaginarios, e HISTORIA o sucesión de acontecimientos según el orden real. Podemos ordenar, de este modo, los sucesos de acuerdo con un criterio cronológico y causal (causas > sucesos > efectos) o podemos romper esta secuencia. A la primera forma de narrar se le llama estructura lineal; a la segunda, libre o artísticaLo más frecuente es el ORDEN LINEAL, pero no siempre es así, y en la narrativa actual muchas veces la acción empieza en un momento determinado de la historia y después se cuentan unos hechos que han sucedido con anterioridad (ORDENACIÓN RETROSPECTIVA O TÉCNICA DEL FLASH BACK), o por el contrario, lo narrado anticipa hechos que todavía no deberían haber sucedido (ORDENACIÓN PROSPECTIVA). A veces, incluso, los acontecimientos se disponen de una manera desordenada, por ejemplo, empezando por el final, como hace García Márquez en Crónica de una muerte anunciada. Además de la ordenación cronológica o lineal, el narrador puede empezar el acto mismo de la narración siguiendo otras pautas: a) In media res (“en mitad del asunto”): Se inicia la narración por el NUDO o centro de la historia, se vuelve al comienzo y cuando se llega al centro se prosigue linealmente. b) In extrema res: Se inicia la narración o relato por el final o DESENLACE de la historia.
# TEXTO NARRADO: el narrador refiere con sus palabras lo que hacen los personajes, sin mostrar lo que dicen: # ESTILO INDIRECTO: El narrador introduce lo que dicen los personajes -pero en ningún momento hablan por sí mismos- sin marcar con signo alguno sus palabras; en cambio, se ve obligado a utilizar la conjunción “que”, precedida de un verbo de comunicación verbal (decir, gritar, murmurar, confesar…) # ESTILO DIRECTO. El narrador transcribe la conversación de los personajes escribiendo literalmente sus propias palabras y, con los verbos adecuados, nos indica quién habla en cada momento. # MONÓLOGO: Voz y visión del personaje, pero el narrador aún está presente ordenando de forma lógica el discurso. El narrador es aún perceptible por el lector
el teatro.
2do trimestre LA NOVELA ANTERIOR A 1939 La narrativa anterior al 39 presenta tres generaciones: la Generación del 98, el Novecentismo y la Generación del 27. LA NOVELA DE LA GENERACIÓN DEL 98 En 1902 publican en España autores significativos como Azorín, Unamuno, Baroja y Valle-Inclán, los cuales inician un camino marcado por los siguientes rasgos: 1. Denuncia de los males de España: el caciquismo, el hambre y la ignorancia… 2. Pesimismo ante la situación histórica (el desastre colonial de 1898) y ante el desmoronamiento de los valores sociales y espirituales. 3. Influencia de la filosofía: los planteamientos existencialistas de Kierkegaard y Schopenhauer (el escepticismo, la vida como algo absurdo y carente de sentido). 4. El dolor de España y Castilla como profundo símbolo de patriotismo casticista. 5. Renovación estética o del estilo mediante: A) El subjetivismo o antirrealismo: no se persigue, como en la estética realista, la reproducción exacta de la realidad, sino la expresión de la realidad interior. B) Concepción totalizadora: la novela es un género multiforme, en el que tienen cabida también la reflexión filosófica, el ensayo, el lirismo… (Azorín habla de ‘novela permeable’). UNAMUNO (1864/1936) Unamuno acuñó el término “nivolas”; Unamuno se sirvió de la novela para dejar testimonio de su intimidad agónica, para la reflexión sobre sus ideas obsesivas sobre la religión, la vida, la muerte y la propia conciencia. Para ello interviene en el relato, dialoga con sus personajes, los convierte en símbolos, interpela al lector… NOVELAS MÁS IMPORTANTES: En 1914 publica Unamuno la que, sin duda, es su mejor novela: “Niebla”. Lo que más sorprende al lector de esta obra es la utilización del conocido juego vidaliteratura: Augusto Pérez, el protagonista de la novela, se enfrenta con su creador en un ambiente de confusión entre lo que es verdad y lo que es ficción. VALLE INCLÁN (1866/1936) Dos estilos definen la obra de Valle: modernismo y esperpento. Los años iniciales están marcados por la tendencia modernista y representados por las cuatro “Sonatas”, subtituladas “Memorias del Marqués de Bradomín”: Sonata de otoño (1902), Sonata de estío (1905), Sonata de primavera (1904) y Sonata de invierno (1905); supuestas memorias del Marqués de Bradomín, una especie de donjuán, “feo, católico y sentimental”. De esta primera época también es la trilogía de “La guerra carlista” (1908/1909), que narra episodios de la última guerra carlista de España.AZORÍN.-(1873-1967) En las novelas de Azorín (José Martínez Ruiz), la narración se fragmenta en instantáneas que congelan el tiempo y captan la impresión del instante. Ejemplo de novelas impresionistas son La voluntad, Antonio Azorín, Confesiones de un pequeño filósofo. Más tarde escribe “Don Juan” (1922) y “Doña Inés” (1925), en las que se describe minuciosamente el ambiente y la sensibilidad de los personajes. PÍO BAROJA (1872/1956) Sus novelas se caracterizan por los siguientes rasgos: 1. Novelas centradas en un personaje -activo y dominador o pasivo y sin voluntad. 2. Acción y diálogos abundantes. 3. Marcada presencia del narrador a través de comentarios y reflexiones. 4. Descripciones impresionistas a base de pinceladas o unos pocos detalles físicos y psicológicos. 5. Cierto desaliño expresivo (exagerado por los críticos).NOVELA NOVECENTISTA (GENERACIÓN DEL 14) Destacaremos a los escritores que introducen novedades importantes en el tratamiento de las novelas. Y entre ellos los principales serán Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró. Gran influencia tendrá la figura de Ramón Gómez de la Serna, pero más en el terreno de la poesía. Todos estos autores suponen una superación de los patrones o esquemas narrativos anteriores. • GABRIEL MIRÓ. Destacan sus obras Nuestro Padre San Daniel (1921), y El obispo leproso (1926). Transcurren en Oleza (trasunto de Orihuela), representación de un mundo nebuloso, casi desaparecido, que el autor pretende rescatar. Las cerezas del cementerio (1910) y El abuelo del rey (1915) son otras obras importantes. LA NOVELA HACIA 1927 En los mismos años en los que llega a su auge la generación poética de Guillén, Lorca… están escribiendo, al menos, otros dos grupos de autores. El primero está formado por novelistas republicanos que padecieron el exilio: Benjamín Jarnés, Juan Chabás, Rosa Chacel, Juan José Domenchina, Max Aub o Francisco Ayala. Estos autores, en sus primeras obras, practican una novela en línea con el “arte deshumanizado” que planteaba Ortega y Gasset. El segundo grupo (llamado nuevo romanticismo) plantea una novela social muy comprometida con la ideología revolucionaria: José Díaz Fernández, Ramón J. Sender y César Mª Arconada.
EL TEATRO ESPAÑOL ANTERIOR A 1939 A finales del siglo XIX las obras más representadas eran las llamadas de “alta comedia” de Echegaray y sus seguidores. Melodramas que buscaban la emoción del espectador mediante los abundantes golpes de efecto y la truculencia de las escenas. Los gustos del público, poco depurados, y el escaso interés de los empresarios teatrales, impedían cualquier intento renovador del panorama teatral. Pervivieron en el primer tercio de siglo: 1) la comedia burguesa (alta comedia y drama rural); 2) el sainete de ambiente madrileño o andaluz que evoluciona hacia otras formas como la tragedia grotesca o el astracán; 3) El espíritu modernista finisecular desdeñó el teatro realista y cultivó un teatro poético y simbólico que presentaba una visión idealizada de la historia y utilizaba el verso como vehículo principal del lenguaje dramático. A. TEATRO COMERCIAL A.1: La comedia burguesa de Benavente. Don Jacinto Benavente propuso un teatro sin grandilocuencia, sin excesos, con atención preferente a los ambientes cotidianos. Su obra supone una crítica amable de los ideales burgueses. Así sucede en sus obras “Lo cursi”, “Rosas de Otoño” y “Los intereses creados”. Otras veces intenta el “drama rural” (“Señora Ama”, “La Malquerida”) Benavente se ganó el favor del público y una popularidad enorme a nivel nacional y en 1922 se le concede el Premio Nóbel. A.2: El teatro en verso. Supone ante todo la presencia en los escenarios del arte verbal modernista. De los cultivadores de esta línea merecen citarse: Francisco Villaespesa (1877-1936): “Doña María de Padilla”, “Abén Humeya” y “La leona de Castilla”. Eduardo Marquina (1879-1946): “Las hijas del Cid”, “En Flandes se ha puesto el sol”. Los hermanos Manuel y Antonio Machado en obras escritas en colaboración como “Julianillo Valcárcel”, “Juan de Mañara”, “Las adelfas” o “La Lola se va a los puertos”. A.3: El teatro cómico. Los tipos y ambientes castizos que habían sido la materia de los cuadros costumbristas del Romanticismo vuelven ahora a la escena de la mano de autores como: Los hermanos Álvarez Quintero presentan en sus obras la imagen de una Andalucía superficial, tópica e incluso falseada. Algunas de sus obras más celebradas son: “La reina mora”, “El ojito derecho”, “El patio”, “Las de Caín”, etc… B. TEATRO DE INNOVACIÓN /DRAMATURGOS DE RUPTURA: VALLE-INCLÁN Y GARCÍA LORCA Muchos son los autores que pretenden hacer un teatro diferente en estos años, y en la mayoría de los casos cosecharon un rotundo fracaso con sus obras. B.1. EL TEATRO DE LOS AUTORES DEL 98 Al margen de pretensiones comerciales, estos autores (Unamuno, Azorín, Valle-Inclán y Jacinto Grau, sobre todo) pretenden hacer un teatro que sirva como cauce para la expresión de sus conflictos religiosos, existenciales y sociales (en esta última faceta destaca Valle-Inclán). VALLE-INCLÁN A) EL MITO: La acción transcurre en una Galicia mítica, intemporal: Comedias bárbaras, Divinas palabras. B) LA FARSA: Obras situadas en un espacio más ‘ridículo’, propio del siglo XVIII: jardines, rosas, cisnes: La marquesa Rosalinda, Farsa y licencia de la reina castiza. C) EL ESPERPENTO: Luces de Bohemia, (1920) y la trilogía “Martes de carnaval” (“Los cuernos de don Friolera, 1921; “Las galas del difunto”, 1926; “La hija del capitán”, 1927). EL ESPERPENTO es un intento de presentar la realidad española, pero dando no una visión natural y real, sino presentando los hechos de una manera exagerada y burlesca. Nos presenta una realidad deformada, para que el espectador quede sorprendido y tome conciencia de la misma. El objetivo es parecido al mismo que perseguirá más tarde Bertolt Brecht con su técnica del “distanciamiento”. Se presenta en el escenario un mundo insólito y sorprendente, para que el espectador lo relacione con su propia realidad cotidiana y se dé cuenta de lo que esta tiene también de insólito. El TEATRO esperpento (hay obras esperpénticas que no son teatro: el poema “La pipa de Kif” y las novelas “Tirano Banderas” y “El ruedo ibérico”) es un teatro de crítica de una realidad falsa y de unos valores que ya no tienen sentido (actitud crítica de los hombres del 98, a la que se incorpora Valle después de una época de literatura preciosista cargada de princesas, salones, aristocracia; sin embargo, en esta época la crítica noventayochista ya había cedido). B.2. EL TEATRO EN LA GENERACIÓN DEL 27 Aunque la mayor parte de la producción del 27 está constituido por poesía, varios componente de la generación se vieron tentados por el teatro. Son interesantes las obras escritas por Salinas (“El dictador”), Rafael Alberti (“El adefesio”), Miguel Hernández (“El labrador de más aire”) y Alejandro Casona (“La dama del alba”). FEDERICO GARCÍA LORCAPRIMERAS PIEZAS TEATRALES. En 1920 estrena “El maleficio de la mariposa”, obra de influencia modernista sobre el amor entre una cucaracha y una linda mariposa, que inaugura ya el tema fundamental de la dramaturgia lorquiana: la insatisfacción amorosa. El estreno fue un fracaso del que Lorca se resarció pronto con “Mariana Pineda”, drama histórico basado en la heroína ajusticiada por Fernando VII en Granada por haber bordado una bandera liberal. TEATRO VANGUARDISTA: las comedias imposibles o misterios.LA ETAPA DE PLENITUD. Lorca escribe durante los años treinta obras teatrales que sí alcanzan el éxito comercial: “Bodas de sangre”, “Yerma”, “Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores” y “La casa de Bernarda Alba”. Todas ellas tienen en común el protagonismo de las mujeres, cuya situación de marginación social es tema común en las cuatro.
POESÍA ESPAÑOLA ANTERIOR A 1939 1.- LA POESÍA MODERNISTA-NOVENTAYOCHISTA En España, al principio, se llamó MODERNISTAS a todos los escritores que tenían impulsos estéticos y artísticos innovadores. Posteriormente se reservó este término para quienes se preocupaban especialmente por la estética y adoptaban una postura escapista y de evasión de la realidad cotidiana.ANTONIO MACHADO (1875-1939) En su obra poética, se observa una evolución desde el modernismo de los primeros libros hacia una depuración formal en busca de la palabra sencilla y verdadera. 1) Etapa modernista “Soledades, galerías y otros poemas”. Está dentro del Modernismo intimista (expresión de sus emociones). Le interesa expresar el amor, el paso del tiempo, la conciencia de la muerte, Dios… Es una poesía simbolista: la tarde, el camino, el río, un árbol… son símbolos de realidades profundas, de estados de ánimo o de obsesiones íntimas. 2) Etapa noventayochista: “Campos de Castilla” es una reflexión sobre la realidad de España, sus tierras y sus gentes. Hay una actitud crítica que da testimonio del atraso y la pobreza, y de las desigualdades e injusticias. 3) De inquietud filosófica: las preocupaciones y reflexiones filosóficas, abarcan estos poemas y otros textos en prosa en los que se funden el subjetivismo y el objetivismo. Está representada por Nuevas canciones (1924) y sus últimos poemas, que aparecen agrupados en diversos conjuntos poéticos: Los complementarios, y los Cancionero(s) apócrifo(s) de Abel Martín y de Juan de Mairena2.- NOVECENTISMO o GENERACIÓN del 14 Es el movimiento cultural característico de la segunda década española del siglo XX. La decadencia del Modernismo es evidente y las nuevas tendencias literarias preconizan una literatura diferente. Lo significativo de la fecha, 1914, -comienzo de la Primera Guerra Mundial y fecha de la aparición pública de la “Liga de Educación Política”, de la que forman parte intelectuales como Ortega, Manuel Azaña, Américo Castro, etc… – ha hecho que a los novecentistas se les suela denominar también con el nombre de “generación del 14”, cuyos rasgos estéticos más importantes son: Racionalismo: se concede gran importancia al rigor intelectual y a la claridad expositiva. Antirromanticismo: se rechaza lo sentimental y lo pasional y se prefiere lo clásico y las actitudes equilibradas y serenas. Defensa del “arte puro”: El arte sólo debe proporcionar placer estético, sin ser vehículo de preocupaciones religiosas, o políticas. Ortega en “La deshumanización del arte” decía: “el poeta empieza donde el hombre acaba”. Aristocratismo intelectual. El arte y, en consecuencia, la literatura estará concebida para minorías selectas (para la “inmensa minoría”, en expresión de Juan Ramón Jiménez) JUAN RAMÓN JIMÉNEZ (1881-1958)ETAPA SENSITIVA (hasta 1916): Marcada por la influencia de Bécquer, el Simbolismo y el Modernismo. Se trata de una poesía emotiva y sentimental: Arias tristes (1903), Jardines lejanos (1904), La Soledad Sonora (1911) Platero y yo (prosa poética, 1914) y Estío (1916), entre otros. • ÉPOCA INTELECTUAL (1916-1936): Expresión de la experiencia sin ropajes retóricos. Esta etapa viene marcada por la publicación en 1916 de “Diario de un poeta recién casado” que rompe definitivamente con el Modernismo y abre la poesía española a las innovaciones vanguardistas. • ETAPA ÚLTIMA o VERDADERA (1937-1958): Todo lo escrito durante su exilio americano. Juan Ramón continúa replegado en sí mismo en busca de la belleza y la perfección. Su ansia por la trascendencia lo lleva a identificarse con Dios – EL VANGUARDISMO. LA GENERACIÓN DEL 27 – VANGUARDISMO ESPAÑOL (1910- 1920) Es un movimiento efímero cuyo máximo representante y creador es Ramón Gómez de la Serna y en el que se produce una ruptura con toda la literatura anterior siendo, a su vez, el punto de partida para autores como Rafael Alberti o Federico García Lorca. Este movimiento engloba todas las tendencias que incluyen el sufijo –ismos. • El futurismo y el cubismo cantan la belleza de la velocidad y las máquinas. • El ultraísmo se define por el deseo de escandalizar y por la libre asociación de imágenes. • El surrealismo piensa que es posible alumbrar un hombre nuevo, pues la cultura occidental ha mutilado al hombre con la razón: hay que alumbrar la realidad que subyace bajo la razón y para ello exalta la imaginación, el deseo, la infancia o el sueño, entró en España con fuerza influyendo sobre los autores antes mencionados llevándolos a escribir obras como “Sobre los ángeles”, de Rafael Alberti y “Poeta en Nueva York”, de Lorca. GENERACIÓN DEL 27 Esta generación está constituida por un grueso grupo de diez poetas que tienen en común la admiración por Góngora y la creación de una poesía que mezcla lo intelectual con lo sentimental, consiguiendo un perfecto equilibrio. Estos autores consiguen enfrentar la pureza estética con la autenticidad humana, lo minoritario con lo mayoritario, lo universal con lo español, etc…, todo ello asentado sobre una gran renovación métrica caracterizada por la importancia que se le da al ritmo y a los recursos métricos tradicionales. Entre los integrantes del grupo (Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, García Lorca, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Emilio Prados y Manuel Altolaguirre). Evolución o etapas del grupo del 27. Según Dámaso Alonso y Luis Cernuda, se diferencian tres etapas: 1.- Hasta l927. Tanteos iniciales con notoria presencia de tonos becquerianos, rechazo del Modernismo e influjos vanguardistas. Juan Ramón les conduce hacia una poesía pura (metáfora), que origina un arte deshumanizado contrarrestado con una poesía popular (Marinero en tierra, de Alberti o Libro de poemas, de Lorca). 2.- Desde 1927 hasta la Guerra Civil. En 1927 se marca la cima y el descenso de los ideales estéticos. Se puede hablar de una comunicación más íntima y cordial con el mundo y con el lector, como es el caso del “Romancero gitano” de Lorca. Con la aparición del Surrealismo, pasan a primer término los eternos sentimientos del hombre (amor, ansia de plenitud, problemas existenciales). Es una época de poesía humana y apasionada. Se introducen acentos sociales y políticos. Destacan libros como “Sobre los ángeles” (Alberti), Poeta en Nueva York (Lorca) y Los placeres prohibidos y Donde habite el olvido (Cernuda) 3.- Época de la posguerra. Tras la Guerra civil y la muerte de Lorca, (salvo Aleixandre y Gerardo Diego), el grupo se exilia y cada uno sigue un rumbo poético sin abandonar los caminos de la poesía humana. Se aprecia una poesía con carácter testimonial, mostrando la nostalgia por la patria perdida y el desarraigo. La concesión en l977 del Premio Nobel de Literatura a Vicente Aleixandre es la confirmación de la plenitud poética de un grupo que ha dado una nueva Edad de Oro a la lírica española.
EL TEATRO ESPAÑOL DESDE 1940 A NUESTROS DÍAS TEATRO EN EL EXILIO MAX AUB: Publica en 1942 “San Juan”. La obra plantea las vicisitudes de un contingente de emigrados judíos que huyen de los nazis en un barco, el “San Juan”, y que no logran ser recibidos en ningún puerto.) Alejandro Casona: Estrena en Buenos Aires “La dama del alba” (1944), “La barca sin pescador” (1945), “Los árboles mueren de pie” (1949). AÑOS 40.- AÑOS CUARENTA: EVASIÓN Y HUMOR. Destacan el teatro de humor, innovador, de Enrique Jardiel Poncela y Miguel Mihura. La obra más representativa de Mihura es “Tres sombreros de copa” estrenada en 1952, veinte años después de ser escrita. Es una comedia que satiriza la rutina y mediocridad de la burguesía de provincias y la no menos miserable vida del teatro de variedades; Se enfrentan dos mundos y dos concepciones de la vida: la vida burguesa y prosaica de DIONISIO y la vida poética y de libertad de PAULA.AÑOS 50.-TEATRO EXISTENCIALISTA Y SOCIAL. ANTONIO BUERO VALLEJO. En su obra se pueden distinguir tres etapas: Etapa existencial (reflexión sobre la condición humana): En “Historia de una escalera”, 1949, los protagonistas son cuatro jóvenes, vecinos en el último piso de una vieja casa: Urbano, obrero de una fábrica; Fernando, dependiente de una papelería; Carmina y Elvira. La obra refleja un mundo gris donde las frustraciones se repiten, no sólo por el peso del medio social sino también por la debilidad personal. En 1950 escribe “En la ardiente oscuridad”. Teatro social (denuncias de injusticias que atañen a la sociedad): “Un soñador para un pueblo”, “El concierto de San Ovidio”, 1962, denuncia la explotación de un grupo de ciegos en el París de los años previos a la Revolución francesa; “El tragaluz”, 1967, centrada en unos personajes marcados inexorablemente por la Guerra Civil. Etapa de innovaciones: Quizá la novedad técnica más llamativa es lo que se ha denominado “efecto de inmersión”, corporeización escénica de sueños o visión de la escena por parte del espectador a través de los personajes. OBRAS: “El sueño de la razón”, “Llegada de los dioses”, “La fundación” (1974), en la que nos encontramos en un lujoso lugar que resulta ser la celda de una prisión con cinco condenados a muerte; “La denotación”, 1977, drama histórico centrado en la figura de Larra
AÑOS 60 Y 70.- RENOVACIÓN FORMAL Dentro del teatro comercial, siguen triunfando las comedias de Mihura, Jaime Salom, Jaime de Armiñán, Ana Diosdado. Entre los nuevos sobresale ANTONIO GALA: En 1963 estrena su primera comedia, “Los verdes campos del Edén”. Durante los años setenta goza del favor del público con obras como “Anillos para una dama”, “Las cítaras colgadas de los árboles”, “Por qué corres, Ulises”. Posteriormente estrena obras como “El hotelito”, “Séneca o El beneficio de la duda”. La experimentación. Como ocurre con la narrativa y la poesía, los nuevos autores consideran acabado el realismo social y buscan nuevas propuestas que se caracterizan por su oposición estética a los “realistas”, aunque en bastantes ocasiones las obras tampoco están exentas de crítica social. Muchas de estas obras no encontraron facilidades para ser representadas, o por problemas con la censura, o porque sus audacias formales no encontraron fácil eco en el público. Se habla de “teatro soterrado”, “teatro del silencio”, “Teatro underground”, “teatro vanguardista”… DESDE 1975 Finalizada la dictadura y eliminada la censura parecía abrirse una etapa prometedora para el teatro. Pero, por el contrario, ha sido en estos años cuando la crisis del teatro español se ha hecho más evidente. Un importante fenómeno del teatro español posterior a 1975 ha sido la creación de instituciones teatrales que dependen de instancias oficiales, tanto del estado como de las comunidades autónomas o municipios. Así, en 1978 se creó el Centro Dramático Nacional y posteriormente El Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas y la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Francisco Nieva (dos veces Premio Nacional de Teatro, Premio Príncipe de Asturias de las Letras, académico de la Lengua…) es probablemente el más importante de los dramaturgos experimentales de la segunda mitad de siglo. Aunque escribe obras de teatro desde los años cincuenta, no las ve representadas de forma regular hasta después de la muerte de Franco. Ligado al grupo literario de los ‘postistas’ de finales de los cuarenta y principios de los cincuenta, su teatro va a caminar por la senda de lo surrealista, lo onírico, lo fantástico y lo imaginativo. El propio dramaturgo ha subdividido su obra en “teatro de crónica y estampa”, “teatro de farsa y calamidad” y “teatro furioso”.
LA NARRATIVA DESDE 1940 HASTA LOS AÑOS 70 LA NOVELA DE LOS PRIMEROS AÑOS DE POSGUERRA.- En 1939 el panorama cultural es desolador; muchos autores se han exiliado y la literatura se encuentra determinada por la presión de la censura, que impide que se pueda expresar una denuncia explícita. En la década de 1940 sólo hay casos excepcionales y aislados, como Torrente Ballester, Camilo. José Cela, Carmen Laforet y Miguel Delibes. Estos autores encarnan dos tendencias narrativas: LA NOVELA EXISTENCIAL y EL TREMENDISMO 1.-NOVELA EXISTENCIAL: lo existencial se convierte en uno de los temas fundamentales de la narrativa. Paralelamente a lo que ocurre en la poesía desarraigada, la desorientación, la hostilidad de la vida y la angustia marcan los motivos de parte de la novela de estos años. 1944: Nada de Carmen Laforet (Premio Nadal): la trama recoge hechos cotidianos de su vida, inmersa en la incomunicación y el desencanto. 1947, La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes: novela impregnada de preocupaciones existencialistas, como la obsesión por la muerte y por la infelicidad. 2.- EL TREMENDISMO: algunas novelas reflejan los aspectos más desagradables y brutales de la realidad para efectuar una reflexión profunda sobre la condición humana. 1944, La familia de Pascual Duarte, Camilo José Cela: la novela narra un cúmulo de crímenes y de atrocidades que parecen verosímiles por el tipo de protagonista y por el ambiente. Como un nuevo pícaro, Pascual Duarte narra su biografía para que entendamos cómo ha llegado a ser un condenado a muerteDÉCADA DE LOS 50. EL REALISMO SOCIAL a) El neorrealismo. Que se centra en los problemas del hombre como ser individual (la soledad, la frustración…): Ana María Matute, Ignacio Aldecoa, (“El fulgor y la sangre”), Rafael Sánchez Ferlosio (“El Jarama”, 1956; novela conductista; crónica de un día de domingo de un grupo de jóvenes junto al río Jarama) y Carmen Martín Gaite (“Entre visillos”). b) Novela social (realismo social): se centra en los problemas de los grupos sociales. Jesús Fernández Santos (“Los bravos”, 1954), Jesús López Pacheco (“Central eléctrica”), JuanLA NOVELA DE LOS AÑOS SESENTA: ENTRE LA PREOCUPACIÓN SOCIAL Y EL EXPERIMENTALISMO Durante la década de los sesenta se detecta un cierto agotamiento del realismo social y una clara evolución hacia la experimentación y la renovación. Autores como Luis Goytisolo o Juan Goytisolo constituyen la avanzadilla de las nuevas tendencias. 1. Los escritores españoles se dejan influir por los autores europeos (Proust, Kafka, Joyce), norteamericanos (Faulkner, Dos Passos) o latinoamericanos (Vargas Llosa, Cortázar, García Márquez), 2. Las novelas pasan a ser más complejas y experimentales, quizás dirigidas a un lector con mejor preparación intelectual que en los años cincuenta. 3. Las novedades no afectan sólo al argumento o la estructura, también a la ortografía, ya que algunos autores suprimen los signos de puntuación, o los párrafos, y es frecuente que se mezclen los géneros. 4. Ya no se pretende sólo denunciar la situación social, sino que también se persigue la experimentación de nuevas formas y elementos, como el perspectivismo argumental, el monólogo interior o los continuos saltos hacia atrás o hacia delante en el argumento. Dos novelas son consideradas los modelos de las nuevas tendencias: Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín Santos y Señas de identidad (1966) de Juan Goytisolo.