La Ilustración
Recibe el nombre de Ilustración el movimiento cultural e ideológico que renueva profundamente el pensamiento y la mentalidad a lo largo del siglo XVIII. La Ilustración se define por el deseo de saber. Rasgos típicamente ilustrados son:
El racionalismo. El fundamento del conocimiento se encuentra en la razón y no en Dios, la tradición, las costumbres…
El utilitarismo. Los avances científico-técnicos deben tener como guía el ser útiles para la comunidad.
El progreso. El dominio de la naturaleza hace dueño de su futuro al hombre, que puede progresar indefinidamente.
Lo natural. La razón se aplica también a esferas del conocimiento no estrictamente materiales, como la filosofía, el derecho, la moral o la religión.
El reformismo. Los ilustrados aspiran a que sus ideales tengan una concreción práctica en la realidad, por lo que proponen reformas sociales, económicas y políticas que los hagan posibles.
Estas ideas se verán reflejadas en los textos dieciochescos. Los principios ilustrados empiezan a tener una repercusión directa en la vida social con la propagación de ideas como la eliminación de la esclavitud, de la servidumbre y de la tortura.
Es el llamado Neoclasicismo, según el cual las obras de arte deben estar también sujetas a la razón y obedecer a unos principios de ordenación lógica.
La Prosa
Muchas de las obras del siglo XVIII pretenden difundir las ideas ilustradas o contribuir a reformar la sociedad del momento. La mayoría de estos textos está escrita en prosa. Son frecuentes los libros referidos a múltiples disciplinas y es muy importante la labor editorial en esta época: traducciones del latín y del griego.
Aparecen también las primeras publicaciones periódicas. Para la prosa literaria, la prensa tuvo la virtud de contribuir a forjar un estilo más ágil y además sirvió de cauce adicional para la difusión no solo de las ideas literarias, sino de los propios textos creativos. Aparecerán las revistas y la literatura por entregas.
La prosa de ficción es muy escasa en esta época; la prosa narrativa desaparecerá entre los siglos XVII y XVIII. Algunos autores destacados son: Diego de Torres Villarroel, José Francisco de Isla, Fray Benito Jerónimo Feijoo, Ignacio Luzán…
José Cadalso: Abundan en su obra las composiciones que siguen patrones convencionales neoclásicos: anacreónticas, odas pastoriles… Intentó el género de la tragedia, pero con poco éxito. Algunas obras suyas son: Los eruditos a la violeta, Noches lúgubres, Cartas marruecas…
La Poesía
La consolidación de la poesía ilustrada se produce en los años 70 en Madrid, con autores como Trigueros, Leandro Fernández de Moratín, Samaniego, Iriarte…
Además de Madrid, Salamanca fue también un importante foco de propagación de las ideas ilustradas.
Los temas de la poesía ilustrada son: la exaltación de las bellas artes, las novedades científicas y filosóficas, las ideas de reforma social, la ponderación de la amistad, los astros como manifestaciones de una armonía universal, los ideales de virtud y fraternidad, el rechazo de la ociosidad, de la ignorancia y de la opresión, la condenación de los vicios, la fe en el progreso y en la perfectibilidad del ser humano mediante la educación…
En la poesía ilustrada conviven razón y sentimiento. En ella coincide el gusto rococó por lo galante.
Todavía dentro de la estética neoclásica, lo sentimental se plasma en ciertos procedimientos que anticipan los usos retóricos del Romanticismo: interrupción de los versos mediante puntos suspensivos, frases entrecortadas, exclamaciones, repetición de palabras, recursos efectistas, adjetivación que insiste en lo pasional o en lo angustioso…
Deben citarse Marchena, Arjona, Blanco-White, Lista…
Juan Meléndez Valdés: Tenía una vasta cultura. Puede ser considerado el poeta más representativo de su época. Los poemas de Meléndez suelen clasificarse en cuatro grupos: poesía anacreóntica (pastorcillos enamorados, sencillez expresiva, delicadeza, canto a la vida, notas sensuales…), poesía de la naturaleza, poesía sentimental (dedicados a la amistad, al amor paternal, a otros temas que expresan sensibilidad…) y poesía filosófico-doctrinal (expone las ideas ilustradas de reforma y progreso). En cuanto a la métrica: utiliza los romances, letrillas, sonetos, silvas… En cuanto a su estilo, tiene un lenguaje artificioso y delicado, que llegó a resultar repetitivo. Se le caracteriza por el uso de diminutivos o de vocablos amables.
El Teatro
El autor preferido durante esta época sigue siendo Calderón. Pero no hay innovaciones, sino que se tiende a la mera imitación o a la fácil refundición. El estilo y los personajes quedan estereotipados, se acentúa y exagera la aparatosidad escénica y ganan importancia nuevos temas como el de la magia o el de las intrigas aventureras. Entre los autores de esta primera mitad de siglo pueden citarse a: Bances Candamo, Zamora, Cañizares…
El teatro neoclásico fue implantado desde el poder. Los ataques a este teatro comenzaron a ser frecuentes desde mediados de siglo. Se consideraba el espectáculo teatral un magnífico cauce para la difusión de los nuevos ideales; el poder apoyó las iniciativas tendentes a su reforma y se prohibió la representación de autos sacramentales. Las compañías teatrales y los ayuntamientos se oponían porque el teatro barroco gozaba del favor popular y les producía beneficios económicos. Poco a poco, las obras ilustradas ocuparon las carteleras teatrales.
La comedia sentimental es un género de origen francés, que llega a España a mediados de siglo. Conforme el género se popularizó, tendió a la falta de verosimilitud. La decadencia de la comedia sentimental en el siglo XIX llevará a su sustitución por otras formas teatrales como el melodrama.
La comedia sentimental es un género de carácter realista con final feliz. Sus temas son la crítica del matrimonio desigual y la exaltación de los valores burgueses.
Los ilustrados españoles tratan de crear una tragedia española; por eso parten de modelos franceses, de los que realizan traducciones o adaptaciones.
La comedia neoclásica o comedia de buenas costumbres tampoco logró alcanzar el éxito popular hasta muy tardíamente. Los principios que rigen las comedias neoclásicas son también la aceptación de las reglas de las tres unidades, el uso de la prosa o el verso octosílabo y el desenlace feliz. En la comedia neoclásica, los autores destacados son: Iriarte, Leandro Fernández de Moratín…
Leandro Fernández de Moratín: Aunque es conocido como dramaturgo, también fue poeta. Su poesía es muy notable. Compuso poemas satíricos. Son rasgos característicos: el gusto clásico por el equilibrio, la contención expresiva y el cuidado formal. Aunque abundan los octosílabos y las estrofas tradicionales, es muy significativo su empleo del endecasílabo.