El Siglo XV: Contexto Histórico, Cultural y Análisis de ‘La Celestina’

El Siglo XV: Transición y Transformación

2.1 Contextos del Siglo XV

Contexto Histórico

El siglo XV marca la transición entre la Edad Media y el Renacimiento, caracterizado por cambios significativos en la política, la sociedad y la cultura. En el ámbito político, destaca el reinado de los Reyes Católicos, quienes consolidaron un estado moderno tras superar guerras civiles, dinásticas y nobiliarias. La sociedad estamental persiste, aunque las desigualdades y la pérdida de poder acentúan las diferencias entre los estamentos. La burguesía emerge como una nueva clase social. La convivencia religiosa se deteriora, culminando con la expulsión de los judíos en 1492 y la creación de la Inquisición en 1478.

Contexto Cultural

El siglo XV es escenario de un choque entre las visiones medievales y renacentistas. El humanismo, impulsado por el conocimiento y la admiración hacia los escritores clásicos, representa un cambio fundamental en el pensamiento. Surge una nueva mentalidad, el antropocentrismo, que desafía el teocentrismo medieval y se manifiesta en una concepción vitalista del ser humano, con una renovada preocupación por la fama, el dinero y la sensualidad. La invención de la imprenta en 1450 revaloriza los clásicos y facilita la publicación de la Gramática de la lengua castellana de Nebrija en 1492. La lengua romance busca elevarse a la categoría del latín como lengua de cultura. La literatura se divide en culta, centrada en los nobles y la corte, y popular, del gusto de los nobles, quienes la dejaron por escrito. La literatura culta está influenciada por la lírica italiana, con autores como Dante, Petrarca o Boccaccio, y por la tradición grecolatina.

2.2 La Celestina

La Celestina, también conocida como Tragicomedia de Calisto y Melibea, es la obra principal del siglo XV.

Género

La clasificación genérica de la obra es un tema de debate. Algunos la consideran una obra teatral debido a sus diálogos, escenas y acotaciones, una idea que surgió entre los siglos XVI y XVII. Otros la defienden como una novela dialogada, argumentando que combina partes narradas y dialogadas, aunque reconocen que su extensión dificulta su representación. En la actualidad, se propone la clasificación como “agenérica”, es decir, sin una clasificación de género definida. En conclusión, la obra se inserta en el subgénero de la comedia humanística, un tipo de literatura que se da en el siglo XV en ambientes universitarios cuya función es ser leída y no representada.

Autoría

La autoría de La Celestina es un tema complejo debido a las diferentes ediciones de la obra. La primera edición, publicada en Burgos en 1499, contiene dieciséis actos y no tiene la firma de ningún autor. La segunda edición, de Toledo en 1500, se titula Tragicomedia de Calisto y Melibea, contiene dieciséis actos y una carta al comienzo de la obra, en la que el autor afirma haber escrito quince actos y se presenta a través de un acróstico con el nombre de Fernando de Rojas. Una tercera edición, con tres versiones de distinta procedencia que datan de 1502, se titula La Celestina y está compuesta por veintiún actos y un documento que justifica la ampliación de la obra debido a su éxito.

En conclusión, la obra se recitaba en ambientes universitarios, pero no se recogió por escrito hasta 1499 con la primera edición, justificando el género y la falta de autor en esta edición. Fernando de Rojas no es el autor de la obra en sí, sino de quince actos de esta. Finalmente, la tercera edición es ampliada debido al éxito de las ediciones anteriores.

Contextualización de la Obra

La obra pertenece al siglo XV, por lo que se aprecia la transición entre la Edad Media y el Renacimiento. Conviven elementos medievales como el teocentrismo, el “valle de lágrimas” y los estamentos; y elementos renacentistas como el antropocentrismo, el vitalismo y la expresión de sentimientos.

Argumento

Calisto, un joven noble, se enamora locamente de Melibea y recurre a los servicios de una alcahueta para que desarrolle la relación. Es una parodia del amor cortés. Sempronio y Pármeno, criados de Calisto, se pondrán al servicio de la Celestina para aprovecharse de la relación, ya que si Calisto está feliz los tratará mejor. Celestina consigue enamorar a Melibea y Calisto, como pago le da a Celestina una cadena de oro. Celestina, cegada por la codicia, se niega a repartir las ganancias por lo que los criados son estafados. Estos matan a Celestina, pero serán ajusticiados. Areusa y Elicia, amantes de los criados y criadas de Celestina, llorarán la muerte de Celestina, de Sempronio y de Pármeno. La obra finaliza con la muerte accidental de Calisto, que representa un castigo, ya que su relación se basaba en artimañas y mentiras. Melibea se suicida por amor, y la obra finaliza con el llanto desmedido de Pleberio, conmovido por la tristeza de perder a su hija, esto representa la familiaridad medieval. La obra es de carácter didáctico, ya que todos los personajes que obran incorrectamente son ajusticiados, excepto Melibea, quien representa el siglo XV.

La Lengua

En La Celestina confluyen tendencias cultas y populares, reflejo del estatus social de los personajes:

  • Mundo de los señores: Utilizan un lenguaje formal caracterizado por el empleo de un léxico culto y expresiones latinizantes. El autor pertenece a un entorno culto, ya que conoce perfectamente las tendencias cultas.
  • Mundo de los criados: Representa la tendencia popular, con un lenguaje coloquial con vulgarismos, refranes, frases hechas y una sintaxis sencilla. Celestina puede desenvolverse en ambas tendencias y dependiendo de con quien hable, utilizará una u otra, además cuando se siente atacada utilizará un lenguaje culto. En ocasiones puntuales, otros personajes también cambian de registro.

2.3 Teatro del Siglo XV

El teatro del siglo XV no destaca por su importancia en comparación con otras épocas. No experimenta un gran progreso con respecto al teatro medieval anterior, ya que persiste un teatro de carácter litúrgico influenciado principalmente por el Auto o Representación de los Reyes Magos. En este tipo de teatro destaca la figura de Gómez Manrique. Además, surge un teatro profano en la corte, donde los nobles escriben obras con el objetivo principal de entretener a la nobleza. Los temas de este teatro son piezas de temática amorosa y bucólica (subgénero). El tipo de obras se llaman églogas (el género), y en estas destaca Juan del Encina. También se destacan autores como Torres Naharro y Fernando de Rojas.

Finalmente, en el teatro del siglo XV surge un nuevo subgénero denominado momos, que son piezas teatrales acompañadas de música, danza, atuendos, máscaras y bailes.

2.4 Prosa del Siglo XV

El subgénero que destaca es la prosa de ficción. Esta se desarrolla en un ambiente cortesano, lo que da lugar a una narrativa de ambiente caballeresco. Esta prosa es excesivamente elaborada y refleja los ideales aristocráticos de la época. La obra que destaca de esta prosa del siglo XV es el Amadís de Gaula, que es refundición de una obra medieval reelaborada por Garci Rodríguez de Montalvo. El Amadís primitivo se compondría de cuatro libros al igual que la refundición de Garci Rodríguez de Montalvo, sin embargo, este hombre terminó sumando un quinto libro debido a la popularidad de Las sergas de Esplandián. El argumento trata sobre los amores furtivos entre el rey Perión de Gaula y la princesa Elisena de Bretaña estos tenían un romance y de esta unión nace Amadís que tiene que ser abandonado en una barca, el niño fue criado junto con el caballero Gandales y va a recorrer el mundo buscando su familia. Va a haber una trama de aventuras fantásticas en la que la hechicera Urganda protegerá al protagonista del mago Arcalaus. A través de estas aventuras y batallas entre diferentes caballeros Amadís va a luchar por el amor de la princesa Oriana que es hija del rey Lisuarte de Bretaña. Entre ambos existe un vínculo familiar, sin embargo en la obra del siglo XV el amor de estos personajes triunfa y tienen un hijo llamado Esplandián que también vivirá dando pie al quinto libro que realiza Rodríguez de Montalvo sobre sus aventuras.

En conclusión, la obra medieval finaliza con la muerte de tres personajes: Amadís, Oriana y su hijo Esplandian. Esto se debe al propio contexto histórico y social de la edad media, sin embargo, Rodríguez de Montalvo cambia este final en el que los protagonistas viven debido a que este contexto histórico y social del autor es muy diferente y solo busca entretener a la corte.