Tipología Textual y Ámbito de Uso
El texto puede clasificarse según su tipología textual, ámbito de uso y género textual.
Un texto es argumentativo cuando su finalidad principal es informar y, al mismo tiempo, persuadir, aconsejar o sugerir una opinión al lector. En el ámbito periodístico, aborda temas de actualidad con la intención de informar. El género textual puede variar: si no está firmado, se considera un editorial que expresa la opinión del periódico; si está firmado, es un artículo de opinión donde el autor expresa su punto de vista personal.
Ejemplos de Análisis Textual
- Identificación de las estrategias del autor para expresar su opinión.
- Análisis de tipos de oraciones: enunciativas, interrogativas (para captar la atención del lector), dubitativas (expresan duda, como quizá).
- Identificación y explicación de figuras retóricas (metáfora, ironía, hipérbole).
Subjetividad y Objetividad en el Texto
Es fundamental reconocer y explicar los elementos lingüísticos que revelan la subjetividad y objetividad en un texto.
Indicadores de Subjetividad
- Ejemplos de cómo el autor expresa su opinión personal.
- Análisis de la modalización: grado de influencia de la opinión del autor en el texto.
- Determinación de la postura del autor respecto al tema (a favor o en contra).
- Identificación de interrogaciones indirectas que reflejan la reflexión del autor.
- Análisis de modalizadores: uso de interrogaciones, primera persona singular y otras marcas de presencia del emisor.
Análisis de La Colmena de Camilo José Cela
Contexto Histórico y Literario
La Colmena fue escrita entre 1945 y 1948, pero su publicación inicial tuvo lugar en Buenos Aires en 1951 debido a la censura del régimen franquista, que la consideró inmoral, pornográfica e irreverente.
La novela se desarrolla a lo largo de poco más de tres días de diciembre de 1943, en el Madrid de la posguerra. El contexto social está marcado por la miseria, la falta de libertad, el racionamiento de comida y las referencias a la Guerra Civil (mención de “rojos”, Hitler). La vida cotidiana es colectiva, monótona y carente de aspiraciones, reflejando una visión pesimista de la existencia.
Temas y Motivos Principales
- Incomunicación: Los personajes viven aislados interiormente, sin relaciones humanas profundas.
- Obsesión por el dinero: Quienes lo poseen lo ostentan y explotan a otros; quienes carecen de él recurren a cualquier medio para obtenerlo (prostitución, pluriempleo, préstamos).
- Hambre, degradación, enfermedad y miseria: Son elementos recurrentes que describen la dura realidad de la época.
- Sexo: Generalmente, se utiliza como medio para mejorar la situación económica.
Panorama Cultural y Político de la España de Posguerra
España se encontraba sumida en un profundo aislamiento cultural y político, con fuertes controles y censura. La Generación del 27 se vio truncada por la guerra y el exilio, dejando a los autores que permanecieron en España como referentes para los jóvenes creadores.
La escasa producción literaria nacional fomentó el auge de traducciones de autores no comprometidos políticamente. El ambiente bélico influyó en la literatura, con tendencias al escapismo o a la temática de guerra.
Evolución Literaria en los Años 40 y 50
En los años 50, ciertos cambios socioeconómicos anunciaron una apertura del régimen franquista, como las migraciones del campo a la ciudad y el surgimiento de barrios obreros, reflejados en la literatura.
En los años cuarenta, surge el realismo tremendista, que amplía los temas literarios más allá de la guerra, pero sigue marcado por sus consecuencias. Conviven diversas tendencias: la triunfalista, la evasión, el retorno al formalismo clásico y una literatura de angustia (Blas de Otero, La Familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela).
En los años cincuenta, emerge el realismo social, con una generación de narradores que buscan testimoniar la realidad española desde una conciencia ética y cívica, con el objetivo de promover el cambio social. Esta corriente busca reflejar la realidad de modo objetivo, evitando la censura, a través de lo que se denomina objetivismo (Ignacio Aldecoa, Jesús Fernández Santos). Otros autores optan por una crítica más directa (José Manuel Caballero Bonald, Juan García Hortelano, Luis Goytisolo).