*EL REALISMO EN GRAN BRETAÑA. LAS ESCRITORAS VICTORIANAS.
Charles Dickens (1812-1870)
es el máximo representante del realismo inglés. Tuvo un gran éxito popular gracias a obras como Oliver Twist, David Copperfield y Grandes esperanzas. En ellas trata temas de impacto para un público sumido en unos profundos cambios sociales, temas tratados con idealización, ternura y sentimentalismo, como un modo de denunciar las desigualdades y la pobreza. Su actitud, sin embargo, es conservadora con una sentimentalismo patriarcal y filantropía ingenua que contrasta con la dureza de las situaciones que presenta.
La estética rígida y la falta de sentido del humor que supone la llamada “moral victoriana” genero sus propios antídotos, como el desarrollo de la literatura, dispuesta a poner de manifiesto el anquilosamiento de una moral afectada por el frenético deseo de riqueza.
La mayoría de los novelistas compartían una preocupación que se reflejaban en sus obras: las relaciones personales y las relaciones sociales, pasando por los modales de la época, la moral y el dinero.
Hecho histórico fundamental a destacar fue que por primera vez en la historia de la sociedad inglesa la mujer asume un papel central, como quedó reflejado en la novelas de Jane Austen, Charlotte y Emily Borntë, Elizabeth Gaskell y George Eliot (pseudónimo de Mary Anne Evans)
Es una época en la que tanto personajes de novelas como ciudadanos reales pelean por encontrarse a sí mismos en relación con otras personas: relaciones familiares, amorosas, laborales, sociales, etc. Por ello, los autores de la época escribían sobre las preocupaciones y estilo de vida de sus contemporáneos, pues éstos, sus lectores, esperaban que los novelistas reflejasen en sus obras una representación de su mundo y de su sociedad que cualquiera de ellos, como lectores, pudiera reconocer e identificar. De hecho, el rasgo predominante de la novela victoriana era su verosimilitud.
La novela dominó la literatura inglesa durante la época victoriana. Sus novelas se consideran obras maestras de la literatura que deleitaron a sus contemporáneos y que siguen deleitando a la sociedad de hoy en día.
Las hermanas Charlotte y Emily Borntë y Mary Anne Evans
fueron las novelistas inglesas cuyas obras transcendieron la época victoriana para convertirse en clásicas. Sus obras presentan considerables diferencias con respecto a las principales líneas de la literatura victoriana, cuyas corrientes narrativas básicas era la crítica de costumbres y el idealismo satírico.
Jane Eyre de Charlotte Brontë
tuvo un éxito inmediato y provocó un considerable escándalo por la forma directa (vulgar para la época) de abordar las pasiones de su protagonista. Charlotte reflejó en sus novelas sus experiencias personales y la sociedad de la época. Su principal novela, Jane Eyre, describe la vida de una chica poco agraciada y sin dinero que es educada por tu tío de manera cruel y que después es enviada a una escuela. En la obra subyacen profundas cuestiones morales y sociales y los personajes superan sus desgracias tras haber sufrido mucho. Aparecieron más adelante en ese mismo año: Agnes Grey de
Mary Anne Evans,
relato íntimo de amor y humillación en el que el “yo” más vulnerable se enfrenta al “yo” más severo que desencadena a una lucha personal de la protagonista. Y apareció también Cumbres borrascosas de
Emily Borntë
que durante mucho tiempo fue descalificada por la crítica.
Jane Austen
es una de las escritoras inglesas más importantes y que mejor ha plasmado en sus obras la época en la que vivió. Se decantó por escribir basándose en su propia experiencia y examinando los valores morales de hombres y mujeres en su día a día. Muchas de sus obras, entre ellas la más importante, Orgullo y Prejuicio tratan sobre el hecho de casarse, máxima preocupación de las señoritas de la época que no tenían expectativas académicas o laborales más allá de sus quehaceres domésticos. Sin embargo, Austen eligió este tema porque le permitía examinar la integridad moral de sus personajes y de la época. Austen aboga en sus novelas por una educación liberal para la mujer.
Con ella surgió un nuevo estilo de novela. Ella no expone ante un lector una sucesión de escenas propias de un mundo imaginario, sino aspectos cotidianos y, por tanto, afines a la vida real. No es de menos importancia la prioridad que presta al detalle y a la descripción realista e ilustrada de personajes y lugares. Sus novelas contienen un mensaje instructivo, señalan el buen comportamiento y aportan una especie de experiencia ficticia aunque los elementos que constituyen las historias se presten a la veracidad de los hechos que narran. Sus obras han sido llevadas al cine en diferentes ocasiones, algunas veces reproducidas de forma fiel, y en otras haciendo adaptaciones a época actual, como en el caso de Clueless adaptación libre de Emma u Orgullo y prejuicio.
Elizabeth Gaskell
aborda en sus novelas María Batton, una historia de la vida de Manchester y Norte y Sur, el mundo de los conflictos sociales de la burguesía comerciante y de la aristocracia de las regiones meridionales.
Las novelas de George Eliot
son de estilo realista, reflejan con pesimismo la vida provinciana británica y en general la complejidad de la vida británica de su época. Recrean conflicto morales en lo que aboga por la autenticidad. Uno un nombre masculino para asegurar que su trabajo fuera tomado en serio. Es autora de las novelas Silas Marntes, así como de El velo alzado. Las dos más extensas y las dos mejores son Middlemarch y El molino del Floss. La última que entregó es Daniel Deronda. También escribió relatos y poesía.