La Novela de Posguerra
La Guerra Civil supuso una ruptura total con la literatura anterior y fue un hecho determinante en la vida cultural posterior. Las consecuencias políticas, económicas y sociales influyeron en la labor literaria del momento y condicionaron la creación novelesca. Una de las consecuencias de la guerra fue el exilio de un gran número de escritores que configuraron la “España peregrina”. Tres aspectos temáticos comunes: el recuerdo del conflicto bélico y de España, la presencia de los nuevos lugares en los que tienen que vivir y la reflexión sobre temas que afectan a la naturaleza y la existencia del hombre.
La Novela Existencial de los Años Cuarenta
Se publican novelas triunfalistas que relatan la guerra desde el punto de vista de los vencedores o novelas de evasión, con asuntos sentimentales.
Sin embargo, surgen en la década de los 40 dos novelas con una versión crítica de la realidad: La familia de Pascual Duarte (1942), de Camilo José Cela, y Nada (1945), de Carmen Laforet.
Su importancia reside en la ruptura con la literatura oficial y en el testimonio de una existencia desoladora y conflictiva. Las novelas expresan la lucha del individuo con el destino o con su contexto.
- La familia de Pascual Duarte: inicia la corriente denominada “tremendismo” (miseria, violencia, etc.). Pascual es un campesino dominado por sus instintos vengativos y violentos.
- Nada: la novela más existencialista de todas, cuenta la estancia de la protagonista en Barcelona para estudiar en la universidad.
La Novela Social en los Años Cincuenta
En este año participan autores como Cela, Miguel Delibes y Gonzalo Torrente Ballester. Aparece una nueva generación llamada “generación del medio siglo”, que desarrolla un nuevo tipo de novela.
- Camilo José Cela: con La colmena (1951), apenas tiene argumentos. Su estructura y perspectiva narrativa adelantan algunas innovaciones posteriores.
- Miguel Delibes: con El camino (1950), en la que emplea un estilo sobrio y sencillo para retratar el mundo rural castellano.
Generación del medio siglo: la literatura debe reflejar y denunciar la situación social. El objetivo es conseguir que la gente tome conciencia de las injusticias y de las desigualdades, y que contribuya a su erradicación. El escritor es un ser comprometido con su sociedad. Como consecuencia, la estética dominante es la del realismo.
Técnicas narrativas y estilo: la novela social opta por el objetivismo, cuyas características son:
- Narrador oculto: desaparece del relato y pretende reflejar la realidad de un modo imparcial.
- Personajes: ausencia de análisis psicológicos.
- Estilo sencillo y fácilmente comprensible.
- Protagonista colectivo: generalmente un grupo social.
- Tiempo y espacio concentrados: la acción transcurre en poco tiempo (horas o días) y en espacios reducidos.
- Temas: se centran en los problemas sociales contemporáneos de los escritores.
Temas recurrentes:
- El vacío y el egoísmo de la burguesía.
- La dura y mísera vida del campo y la explotación del proletariado.
- La soledad y la incomunicación del individuo.
- El éxodo rural y la vida en los suburbios.
- La Guerra Civil vista desde la infancia.
La Novela desde los Años Sesenta
Se determinará un cambio de rumbo de la novela. La sociedad española experimenta una transformación importante con la industrialización. Por otro lado, se produce el agotamiento de la novela social y la irrupción de nuevos modelos narrativos inspirados en novelistas extranjeros (Kafka, Joyce). Con la llegada de la democracia, la novela abandona el experimentalismo para volver al relato tradicional y evoluciona en los años ochenta y noventa hacia un neorrealismo de gran variedad temática.
Del Testimonio Social a la Experimentación
La novela que cambió el rumbo de la narrativa castellana fue Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos. La ironía y el humor son los medios empleados para mostrar los problemas de la sociedad española. El tono existencial y la carga simbólica marcan el contenido de una novela que refleja una sociedad y una existencia vacías. El carácter innovador de la obra lo establecen principalmente su riqueza léxica, tendencia al barroquismo y el empleo de un vocabulario culto y científico.
Los Autores de la Primera Promoción de Posguerra
- Camilo José Cela: participa en obras como San Camilo 1936. Largo monólogo interior escrito en segunda persona, representa el Madrid anterior al comienzo de la guerra.
- Miguel Delibes: sorprendió con su novela Cinco horas con Mario (1966). Introduce: monólogos interiores, lenguaje coloquial, reiteraciones.
- Gonzalo Torrente Ballester: pasa de la trilogía de carácter realista Los gozos y las sombras a la confusión entre la realidad y la fantasía en La saga/fuga de J. B. (1972), novela de gran imaginación y complejidad.
Los Novelistas de la Generación del Medio Siglo
- Juan Goytisolo: de teórico de la novela social, pasa a defender la renovación narrativa con la publicación de Señas de identidad. El tema de la novela es la búsqueda de un sentido a la vida. Presenta innovaciones como la ruptura en el espacio y en el tiempo, la narración en segunda persona combinada con la primera y la tercera, la presentación de párrafos en otros idiomas.
- Juan Benet: se inició en las corrientes experimentales y manifestó su oposición al realismo social. Volverás a Región (1967) tiene una estructura muy compleja, en la que los personajes y las acciones se introducen de modo desordenado. Los acontecimientos se ubican en la zona imaginaria de Región, símbolo de España. Se presenta la decadencia de la condición humana, asociada a la ruina de su entorno.
- Juan Marsé: publica en 1966 su primera obra de importancia, Últimas tardes con Teresa, visión crítica de la burguesía catalana.
La Novela desde la Llegada de la Democracia
Surge un grupo de escritores conocidos como la generación del 68. Sus características importantes son: su evolución hacia formas tradicionales del relato en las que la anécdota vuelve a cobrar importancia, a pesar de que se inician en la narrativa experimental; la trama según géneros menores; los problemas humanos desde la individualidad, y el tratamiento temático.
En 1975, Eduardo Mendoza publicó La verdad sobre el caso Savolta, una novela clave en su momento. En ella introduce recursos técnicos como la mezcla de materiales narrativos diversos. La novela actual se caracteriza por las formas narrativas tradicionales.
La Narración en Hispanoamérica en el Siglo XX: La Renovación de la Narrativa Hispanoamericana
En los temas, presencia de los problemas existenciales junto a los sociales y la irrupción del realismo mágico. Este concepto es aplicado al mundo americano bajo la denominación de “lo real maravilloso”. Lo maravilloso se puede percibir en la propia realidad americana, en la que la magia y la fantasía se mezclan con la vida.
En el aspecto estético: se tiende a una prosa muy cuidada y a unas estructuras de gran elaboración. Además, se introducen elementos innovadores en la técnica narrativa.
Autores Destacados
- El guatemalteco Miguel Ángel Asturias: su obra más relevante, El señor presidente, retrata las dictaduras hispanoamericanas en una novela llena de elementos caricaturescos, irónicos y surrealistas.
- El cubano Alejo Carpentier: combina la real maravilla de la naturaleza americana y el barroquismo en la expresión. Entre sus obras destaca El siglo de las luces.
- El argentino Jorge Luis Borges: es una de las figuras más importantes de la literatura universal. Su creación narrativa se compone de relatos cortos. Algunos libros de cuentos son Ficciones y El Aleph. Los temas que encontramos son: el tiempo circular, las bibliotecas que representan la imposibilidad del conocimiento.
- El mexicano Juan Rulfo: su creación es brevísima. Destaca Pedro Páramo. Las características formales de esta novela son: el desarrollo no lineal de la narración, con recuerdos que fluyen de un modo desordenado, la combinación de varias perspectivas y la mezcla del lenguaje culto con el popular.
El Boom de la Novela Hispanoamericana
Por lo general, tienden a la novedad respecto a la forma y a la fidelidad respecto al tema: la realidad hispanoamericana vista desde perspectivas distintas. Los enfoques narrativos son variados, se pueden encontrar novelas realistas, pero son muy habituales las narraciones en las que se mezclan elementos reales y sucesos fantásticos que difuminan los límites entre la realidad y la ficción.
Técnicas Narrativas en las Novelas del Boom
- La ruptura del tiempo y el espacio, que desintegra la estructura narrativa.
- La variedad en la perspectiva, con la combinación de distintas personas narrativas.
- La diversidad y mezcla de estilos: directo libre, indirecto libre.
- La mezcla de lo real y de lo mítico.
- La combinación de registros idiomáticos y la creación de términos nuevos.
Escritores del Boom
- Julio Cortázar: su obra narrativa se compone de relatos breves y de novelas. Sus cuentos son verdaderos juegos de ingenio y de imaginación. El estilo de su prosa se caracteriza por la musicalidad, por el ritmo fluido de sus oraciones, por la originalidad de sus metáforas y por su transparencia. Entre sus obras destaca Rayuela, una novela que se organiza como un rompecabezas. El objetivo era describir el absurdo de la realidad que percibimos.
- Gabriel García Márquez: Premio Nobel de Literatura en 1982. Su obra transcurre en un mundo imaginario, inspirado en la realidad colombiana. Su obra cumbre es Cien años de soledad.
- Mario Vargas Llosa: toma la realidad como tema de sus narraciones y se introduce en mundos míticos sacados de su propia vida y del Perú. Entre sus obras destacan La fiesta del Chivo, La casa verde y La ciudad y los perros. La producción literaria de Vargas Llosa responde a tres aspectos básicos: el autobiografismo proyectado en una tercera persona, para ello emplea técnicas complejas, como la confusión de tiempos narrativos, la mezcla de acciones y las innovaciones léxicas.