Los Géneros de Ficción en el Renacimiento
Los géneros de ficción adquieren un notable desarrollo en el Renacimiento. A su vez, las novelas del Renacimiento se clasifican en novelas idealistas y realistas.
Novelas Idealistas
Las novelas idealistas, de carácter caballeresco o amoroso, recrean un mundo de ficción y ofrecen una realidad idealizada, tanto en lo que se refiere a personajes como a paisajes, acontecimientos y sentimientos. Se clasifican en los siguientes tipos:
- Novela de caballerías: De origen medieval (ciclo artúrico). Ofrece una visión idealizada de la sociedad aristocrática, la nostalgia de aventura y el reflejo del espíritu caballeresco. A pesar de su éxito editorial, el género decae y se agota tras la publicación de *Don Quijote de la Mancha* en 1605.
- Novela pastoril: Son obras ambientadas en una naturaleza idealizada cuyos protagonistas, pastores refinados y cultos, cuentan sus amores desdichados. *La Diana*, de Jorge de Montemayor (1559), es la obra que inaugura un género que cultivarán, entre otros, el mismo Cervantes (*La Galatea*, 1585).
- Novela bizantina: Se centra en el relato de las aventuras de una pareja de enamorados de noble linaje que, al ser separados, sufren toda una suerte de desdichas antes de reencontrarse.
- Novela corta: Imita los cuentos del italiano Giovanni Boccaccio. Son obras breves, sin enseñanza moral que sirven de entretenimiento. La más difundida es *El Patrañuelo*, de Juan de Timoneda.
- Novela morisca: Entronca con los romances moriscos del siglo XV. Narran episodios bélicos durante la Reconquista, e historias amorosas protagonizadas por moros y cristianos. La idealización del mundo árabe y de las relaciones idílicas entre ambas culturas, o el exotismo, son los principales valores del género. La obra más representativa es *Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa*, de autor desconocido.
Novelas Realistas
La novela realista ofrece un retrato de la sociedad de la época prestando especial atención a sus defectos: miseria, hambre, corrupción, injusticias… El ciclo celestinesco y la picaresca son los dos géneros que representan esta tendencia, que contribuye a la configuración de la novela moderna.
La Picaresca: Características Fundamentales
Las características de la picaresca son las siguientes:
- Autobiografía ficticia: Debido a su origen humilde, el pícaro no tiene quien narre su vida, por ello, el protagonista se erige en narrador de su propia historia.
- La figura del antihéroe: Su protagonista, el pícaro procede de los bajos fondos, no es un caballero, ni un pastor idealizado. No se mueve por el amor, la fama o la justicia, no tiene grandes ideales. Es hijo de padres sin honra y su móvil es únicamente la supervivencia.
- Visión unilateral: Los hechos se cuentan siempre desde el mismo punto de vista: el del narrador-protagonista, que ofrece su propia visión de la realidad. El lector ve los hechos con los ojos del narrador.
- Acción retrospectiva: El pícaro relata su vida desde el final de su trayectoria, cuando ya es adulto. Esto permite escuchar la voz del pícaro-niño y la del pícaro-adulto.
- Situación final de deshonor: El pícaro cuenta su vida con el fin de justificar el estado al que ha llegado. A pesar de sus esfuerzos no logra escapar de su estado miserable. El determinismo es un lastre del que no logra zafarse el protagonista.
- Relato itinerante y carácter episódico: La novela está constituida por episodios independientes que transcurren en lugares diferentes y al servicio de distintos amos. La obra es abierta y se pueden incluir nuevos episodios.
- Narración lineal: Comienza en la infancia del pícaro y se extiende hasta su etapa de madurez.
- Evolución psicológica: El protagonista no se mantiene estático a lo largo de la novela. Se observa cómo crece, cómo fragua su carácter y cómo evoluciona para sobrevivir: empieza siendo un niño indefenso, pasa por la pérdida de la inocencia y el aprendizaje hasta llegar a la astucia y la picardía.
- Sátira social: Su condición de criado, al servicio siempre de algún amo, permite al pícaro entrar en contacto con personajes de distinto estamento (Iglesia, justicia, medicina…) que reflejan el degradado ambiente social y moral de la época.
*Lazarillo de Tormes*
- Narración lineal: Comienza en la infancia del pícaro y se extiende hasta su etapa de madurez.
- Evolución psicológica: El protagonista no se mantiene estático a lo largo de la novela. Se observa cómo crece, cómo fragua su carácter y cómo evoluciona para sobrevivir: empieza siendo un niño indefenso, pasa por la pérdida de la inocencia y el aprendizaje hasta llegar a la astucia y la picardía.
- Sátira social: Su condición de criado, al servicio siempre de algún amo, permite al pícaro entrar en contacto con personajes de distinto estamento (Iglesia, justicia, medicina…) que reflejan el degradado ambiente social y moral de la época.
Tratados I-III
- Los tres primeros tratados constituyen el aprendizaje de Lázaro.
- Tratado I: narra su nacimiento, su familia y su niñez, así como las peripecias que vive como lazarillo de un astuto ciego, al que tiene que engañar para poder comer, y al que finalmente abandona.
- Tratado II: sirve a un clérigo avariento que no le alimenta; le despide cuando descubre que el joven le roba comida.
- Tratado III: acompaña a un escudero (un hidalgo sin fortuna), que resulta ser más desdichado que él, razón por la que Lázaro tiene que mendigar para alimentarlo. En esta ocasión es el escudero quien abandona al criado.
- Cada amo encarna un vicio: un ciego astuto y mezquino, un clérigo avaro, un hidalgo arruinado que intenta aparentar una falsa riqueza. Los tres tratados giran en torno al tema del hambre.
- Estas calamidades despiertan el ingenio del joven, quien, a partir de entonces, hará uso de sus tretas y mañas para sobrevivir. Con ellos se consagra el aprendizaje del pícaro.
Tratados IV-VII
- En el resto de tratados, de extensión desigual, se aprecia el ascenso social de Lázaro.
- Tratados IV a VII: el pícaro continúa con el relato del servicio a distintos amos: un clérigo lujurioso (tratado IV), un vendedor de bulas que engaña a los fieles (tratado V), un pintor y un capellán para el que trabaja de aguador (tratado VI) y un alguacil, oficio que Lázaro rechaza por parecerle peligroso (tratado VII).
Finalmente, se casa con la criada y amante de un arcipreste a cambio de un trabajo (pregonero de vinos), hecho que le hace olvidar la miseria de su infancia.
- En este segundo bloque el tema dominante es la hipocresía. El pícaro, que ha aprendido de las experiencias vividas, pierde su ingenuidad y se envilece. Comprende que para sobrevivir en sociedad debe practicar la hipocresía, de ahí que acepte el trato deshonroso que le propone el arcipreste.
- En estos tratados se produce, además, un cambio de perspectiva: el pícaro ya no lucha contra las injusticias, ahora se convierte en mero testigo y narrador de las mismas.
Junto a los dos grandes temas: el hambre y la hipocresía, motivos esenciales de la obra, se advierte también la presencia de otros núcleos temáticos importantes:
La crítica social | La sátira eclesiástica | La honra |
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Con los tres primeros amos quedan retratados el pueblo, la Iglesia y la nobleza. El servicio a varios amos permite al autor realizar una aguda crítica de la sociedad española de la época (pobreza, marginación, delincuencia…) y una denuncia de los vicios morales de la España del siglo XVI (falsa religiosidad y corrupción). | Cinco de los amos de Lázaro son hombres de Iglesia. Todos ellos encarnan las actitudes viciosas del clero. Entre sus defectos sobresalen principalmente los siguientes: la avaricia, la mezquindad y la hipocresía. De ello deriva el hecho de que la obra haya sido atribuida a un autor erasmista. | El concepto de honor (idea que los otros tienen de uno) también está presente en la obra. Lázaro narra su vida para explicar por qué acepta vivir en una situación indecorosa. Se reivindica un concepto de honra no basado en el linaje sino en las obras de cada persona. Esto ha llevado a considerar que su autor fuese un judío converso. |
Autoría y Ediciones
La obra apareció publicada en 1554 de forma anónima. Debió de existir una edición anterior de la que no ha quedado testimonio alguno. En torno al posible autor del texto existen diversas teorías. La obra ha sido atribuida a diversos autores de la época. También se ha señalado que tras el autor se esconde un judío converso (debido a la crítica a la avaricia y al absurdo sentido del honor que se desprende del libro) o un erasmista (por la crítica de las costumbres eclesiásticas que también caracteriza la obra), quien, por temor a las represalias, optó por el anonimato.
Realismo en el Lazarillo
El *Lazarillo* es una novela realista porque se opone al concepto de novela idealista imperante en la época. La ficción realista viene determinada por el marco real: galería de personajes extraídos de la sociedad; la autobiografía, la concreción y el detalle con que se describen hechos, lugares y situaciones; y el lenguaje acorde al personaje y la representación de la vida humana. La obra recoge una serie de materiales folclóricos presentes en cuentos y relatos populares: el nacimiento a orillas del río, la muerte del padre, el servicio al ciego… Sin embargo, la presencia de estos elementos no afecta al realismo de la obra.
Lengua y Estilo
- Sobriedad y claridad: El estilo del *Lazarillo* sigue el ideal renacentista de simplicidad expresiva. La presencia de figuras retóricas no merma la aparente sencillez de la obra.
- Narración y descripción: Predominan estas modalidades textuales en detrimento del diálogo.
- Lenguaje coloquial: La lengua imita el habla cotidiana de las gentes de su clase. La verosimilitud narrativa exige que el personaje hable acorde a su estatus y clase social.
- Citas cultas: En la obra hay alusiones y citas de autores clásicos como Cicerón o las Sagradas Escrituras. Esto corrobora el carácter erudito del autor.
- Humor: La obra destila un humor amargo gracias al cual se suavizan las penurias sufridas por Lázaro. Y la ironía contribuye a la crítica de los vicios de distintos estamentos sociales y de la moral acomodaticia de Lázaro.