Explorando la Literatura Española: Modernismo y Generación del 98

Novela: También proyecta en la novela sus inquietudes y una profunda carga intelectual. Busca la renovación de técnicas narrativas. Obras: Niebla, Amor y pedagogía, San Manuel Bueno, mártir.

Ensayo: Dos temas: España y el ser humano. Por tierras de Portugal y España y en torno al catolicismo, Vida de Don Quijote y Sancho es una magnífica visión de la novela cervantina. Y el ensayo sobre el ser humano que más destaca es Del sentimiento trágico de la vida. Los ensayos están escritos con un lenguaje reflexivo, pero vigoroso y apasionado; para plasmar sus ideas, acude a la expresión popular cuando es preciso.

Teatro: Unamuno se aleja del teatro comercial de la época. Para él, lo importante es la acción dramática y la densidad de sus ideas. Destacan: Freda, El hermano Juan y El otro.

Azorín: La voluntad, Antonio Azorín y Doña Inés.

Pío Baroja: Autor de novelas como Lucha por la vida (trilogía), nos ofrece una visión de la sociedad de esa época; es un testimonio sociológico y político. Zalacaín el aventurero y Las inquietudes de Shanti Andía son dos novelas de ambiente vasco, referente al punto de vista de estos frente a las guerras carlistas. Memorias de un hombre de acción relata la vida, sucesos y aventuras de su antepasado Eugenio de Avinareta. El árbol de la ciencia es una novela de carácter filosófico y existencial.

Características:

  • Gusto por la acción.
  • Maestría en la descripción de situaciones sociales y personas.
  • Análisis crítico, pesimista y escéptico del comportamiento humano.
  • Lenguaje ágil y espontáneo, a veces descuidado.
  • Situaciones narrativas de gran belleza y lirismo.

Valle-Inclán: Excelente dramaturgo y gran novelista, su evolución va desde el modernismo hasta la expresión cada vez más crítica que desemboca en el esperpento. Valle-Inclán denomina esperpento a unas obras creadas con una estética personal y renovadora, con el deseo de llegar a la superación del dolor y de la risa, y mostrar lo absurdo, el sentido trágico y su disconformidad con la sociedad española.

Características:

  1. Deformación de las situaciones y de la realidad.
  2. Distorsión del lenguaje.
  3. Degradación de personajes.
  4. Presencia simultánea de aspectos trágicos y paródicos.
  5. Situaciones absurdas.
  6. Intensificación e hipérbole de elementos.

Teatro: Destaca:

  1. Las comedias bárbaras: Presenta un mundo de pasiones y violencia por parte de un aristócrata mujeriego.
  2. Divinas palabras: Historia de unas familias que se pelean por explotar la deformidad de un sobrino disminuido en ferias y mercados.
  3. Las farsas: Muestran la deformación caricaturesca propia del esperpento.
  4. Los esperpentos: Luces de bohemia es la mejor obra teatral de Valle-Inclán, que muestra la visión caleidoscópica y esperpéntica de la vida madrileña.
  5. Martes de carnaval: Incluye Los cuernos de Don Friolera, Las gafas del difunto y La hija del capitán.

Novela:

  1. Modernista: Cuatro sonatas (sonata de primavera, de estío, de otoño y de invierno).
  2. Histórica: La guerra carlista, Los cruzados de la causa, El resplandor de la hoguera y Gerifaltes de antaño.
  3. Esperpéntica: Destaca Tirano Banderas y la trilogía El ruedo ibérico (La corte de los milagros, Viva mi dueño y Baza de espadas).

EL MODERNISMO: Es un movimiento que afecta a las artes plásticas y la literatura. Como corriente literaria, se desarrolla sobre todo en la poesía. Por primera vez en la literatura española, el impulso inicial viene de Hispanoamérica gracias a autores como el cubano José Martí y Rubén Darío. En España, son poetas modernistas: Salvador Rueda, Francisco Villaespesa, Manuel Machado o Juan Ramón Jiménez.

Características:

  1. Influencias: Romanticismo, parnasianismo y simbolismo francés.
  2. Léxico: Renovación y riqueza del vocabulario; gran número de cultismos y neologismos; palabras con gran sonoridad y poder de evocación; abundante adjetivación.
  3. Recursos literarios: Presencia de reiteraciones, antítesis, aliteraciones y sinestesias; abundancia de imágenes y de símbolos.
  4. Métrica: Recuperación de versos como el alejandrino y dodecasílabo; uso del verso libre; variación o invención de estrofas; empleo de la rima interna y de las palabras esdrújulas; composiciones de un fuerte ritmo y una gran musicalidad.
  5. Temas: Fantasía e imaginación; mundo interior, intimidad, pesimismo, angustia.

Juan Ramón Jiménez: Estuvo dedicado plenamente a la poesía a lo largo de su vida y su producción poética es amplísima. Aunque él entiende su obra como una unidad, se suelen distinguir diferentes etapas:

  1. Etapa sensitiva: Primera etapa, de poesía variada, recibe influencias del romanticismo de Bécquer y de la estética modernista. Obras: Arias tristes, Platero y yo.
  2. Etapa intelectual: Depura sus versos y persigue una poesía pura e intelectual.
  3. Última etapa: El anhelo de perfección, de belleza y de eternidad le lleva a una poesía inefable. Juan Ramón Jiménez sabe que la poesía es un arte minoritario, por eso titula su obra como A la inmensa minoría, que influirá en la Generación del 27.

GENERACIÓN DEL 98: Surge un grupo de jóvenes escritores junto al modernismo que se muestran inconformes con la literatura y el arte anterior. La G.98 hace referencia al año de las pérdidas de las últimas colonias y a la nueva mentalidad surgida a partir de estos escritores. Dentro de esta generación están: Unamuno, Azorín, Pío Baroja, Antonio Machado y Valle-Inclán. Todos pretenden una renovación estética e intelectual. Las obras son de gran estilo y abordan temas de preocupación por España.

Antonio Machado: Obras: Soledades y otros poemas: Emplea la simbolización, plasma sus sentimientos y recuerdos como el tiempo, el amor, etc. Campos de Castilla: Uno de sus libros más representativos de la G98, se centra en la descripción de los campos de Soria y, a partir de ahí, hace una reflexión sobre España; más adelante, el paisaje de Castilla deja paso al de Andalucía. Durante la guerra civil, Machado vuelve a brillar con obras como El crimen fue en Granada.

Miguel de Unamuno: Poesía: Escribió El Cristo de Velázquez, Romancero del destierro y Cancionero. En sus versos, llenos de fuerza y sinceridad humana, dio cabida a su pensamiento y a sus emociones, destacando la densidad de su palabra léxica.