La poesía de la Generación del 27
La Generación del 27 era un grupo de escritores, poetas la mayoría, que comparten algunas características como tener más o menos la misma edad; relaciones de amistad, coincidencia en la Residencia de Estudiantes, formación universitaria, la influencia de Ortega y Gasset y la celebración del Tercer Centenario de la muerte de Góngora. Todos estos autores tenían la necesidad de encontrar un nuevo lenguaje poético. También había poetisas importantes como Carmen Conde. Hasta 1929 se ve la influencia de las Vanguardias y de la poesía pura de poetas como Juan Ramón Jiménez, que buscan la depuración del lenguaje y la experimentación. También estaban influenciados por clásicos españoles como Garcilaso y Góngora. De 1929 hasta la Guerra Civil, se pasa por un proceso de rehumanización, por el que los poetas reciben una fuerte influencia del Surrealismo. Después de la Guerra, el grupo se dispersa.
Una de las características de la Generación del 27 es la utilización de nuevos procedimientos poéticos, como:
- El uso de metáforas irracionales, donde la conexión de los términos es emocional.
- La mezcla de tradición y modernidad, con gran pasión por la literatura clásica española culta y popular.
- Innovación formal, donde se utiliza el verso libre y el versículo.
- Variedad de temas, utilizando tanto temas vanguardistas como tradicionales.
Respecto a los poetas del 27, encontramos a Pedro Salinas y a Jorge Guillén, que estaban influidos por la poesía pura. Pedro Salinas destacó por su visión intelectual del amor, que llegaba a la esencia de la amada. Su poesía es conversacional, pero difícil por su conceptismo; destacan La voz a ti debida y Razón de amor. Tras su exilio, su poesía se vuelve dramática. Jorge Guillén es el máximo representante de la poesía pura; sus dos obras más importantes son Cántico, donde el tema es el entusiasmo ante el mundo, y Clamor, que da testimonio de dolor, aunque no pierde su fe en la vida.
Federico García Lorca y Rafael Alberti estaban influidos por la poesía popular. Lorca destaca en una primera etapa porque mezcla la tradición y la modernidad, como en las obras Poema del cante jondo, donde el tema es la Andalucía del llanto, y Romancero gitano, cuyo tema es el destino trágico. En su segunda etapa recoge la influencia surrealista, y su obra cumbre en esta etapa es Poeta en Nueva York, donde hace una crítica muy grande al capitalismo. En sus últimos años, hace una elegía a Ignacio Sánchez Mejías. Alberti comienza escribiendo Marinero en tierra, donde refleja su infancia en Cádiz. Influenciado por el barroquismo y las vanguardias, escribe Cal y canto, donde trata temas del mundo moderno. La influencia del surrealismo hizo que escribiera Sobre los ángeles, donde refleja las ideas que le atormentan, que fue su obra mejor valorada. Por la influencia de la poesía comprometida, escribe Poeta en la calle. Por último, en su exilio, escribe Retorno de lo vivo lejano, donde el tema es la nostalgia.
Luis Cernuda y Vicente Aleixandre estaban influidos por el surrealismo. Cernuda es un poeta romántico, que en sus obras pide un amor libre de prejuicios. Sus obras más importantes son Los placeres prohibidos, donde expresa sus problemas íntimos, y Donde habite el olvido, donde refleja sus fracasos amorosos. Reunió toda su poesía bajo el título La realidad y el deseo, donde destaca la libertad amorosa. Vicente Aleixandre recibió el Nobel de Literatura en 1977 e influyó en la poesía de posguerra. Algunas de sus obras son La destrucción o el amor, donde el amor y la muerte están unidos; Historia del corazón, donde admira al hombre y la solidaridad; y Poemas de consumación, donde predomina la reflexión y la meditación.
Dámaso Alonso y Gerardo Diego influyen en la poesía de posguerra. Dámaso Alonso fue un estudioso de la literatura, que influyó en la poesía desarraigada, donde presenta el mundo como un caos y una angustia. Tiene una obra poética breve, donde destaca Hijos de la ira, donde se enfrenta con Dios porque no contesta ante las injusticias del mundo. Gerardo Diego influye en la poesía arraigada, y una de sus obras vanguardistas es Imagen. Además, escribió poesía clásica como en Versos humanos, donde utiliza una métrica clásica.
Teatro anterior a 1939
Dentro del teatro anterior a 1939 encontramos dos clases: el teatro comercial, que es el que más gustó, y el teatro innovador, que tenía menos éxito. El teatro comercial cultivó diversos géneros:
- Comedia burguesa: Destacó Jacinto Benavente, que ofreció un teatro con diálogos elegantes donde criticaba a la burguesía. Su obra más famosa fue Los intereses creados, donde se basa en los personajes de la comedia del arte y muestra una sociedad basada en un juego de intereses.
- Teatro poético o en verso: Surge de la corriente modernista y trata sobre los valores de la patria y la historia de España. El autor que más destacó fue Eduardo Marquina con su obra Las hijas del Cid.
- Teatro cómico costumbrista: Fue el que más gustó de los tres, y su finalidad era entretener al público. Lo más destacado son los sainetes, donde los personajes hablan de forma castiza. El autor que más destaca es Carlos Arniches, que escribió tragicomedia grotesca. Su obra más importante fue La señorita de Trevélez, que produce risa y llanto.
- Astracán: Creado por Muñoz Seca, que contiene chistes en cadena y diálogos absurdos. Su obra más popular es La venganza de don Mendo.
Dentro del teatro innovador se encontraba el teatro de los autores del 98 y el teatro de la Generación del 27. Los autores más destacados del teatro del 98 fueron:
- Unamuno: Intentó hacer un teatro diferente, un teatro desnudo, con mucha carga de pensamiento, pero no tiene intensidad dramática, por lo que no triunfó. Una de sus obras es El otro, donde el tema es la personalidad.
- Azorín: Escribió Old Spain, obra que carece de tensión dramática, porque ofrece dos visiones que se complementan.
- Valle-Inclán: Fue el más importante de todos, por sus trascendentes innovaciones. Su obra se dividía en varios ciclos paralelos, como el ciclo mítico, donde las obras giran en torno al espacio de su Galicia natal, y los personajes están guiados por la brutalidad y superstición. Las obras más importantes son Las comedias bárbaras y Divinas palabras. El ciclo de la farsa, donde destaca Farsa y licencia de la reina castiza, donde critica la España de los Borbones. Y el ciclo del esperpento, donde refleja la sociedad y mezcla lo ridículo y lo trágico. Este tipo de obras son las más famosas de su producción teatral, y destaca Luces de Bohemia, que es la obra maestra de Valle, donde se muestra un mundo de injusticia.
Los autores más destacados del teatro de la Generación del 27 fueron:
- Rafael Alberti: Con El hombre deshabitado.
- Pedro Salinas: Con Judit y el tirano.
- Alejandro Casona: Que fue el más importante, con La dama del alba, donde se mezcla la realidad y la fantasía.
- Max Aub: Cuyo mejor drama es San Juan.
- Federico García Lorca: Escribió obras con una temática de soledad, dolor y muerte. Lorca divide su obra dramática en tres bloques. En las primeras piezas teatrales escribió El maleficio de la mariposa, que fue un fracaso, y Mariana Pineda, que triunfó. A estas dos obras se unen las farsas como La zapatera prodigiosa. En el teatro vanguardista escribió El público, donde defiende el amor como un instinto. Y la etapa de plenitud, que es su etapa más conocida, donde escribe tragedias puras como Bodas de sangre, Yerma, Doña Rosita la soltera y La casa de Bernarda Alba. Todas estas obras destacan porque las protagonistas son mujeres.
El teatro desde 1939 hasta finales del siglo XX: tendencias, obras y autores
Tras la Guerra Civil, se impide la entrada de las nuevas corrientes dramáticas, dirigidas por autores como Brecht, Ionesco o Beckett. Hasta la llegada de la democracia hay dos tendencias:
- Teatro visible: Donde destacan Luca de Tena y Joaquín Calvo Sotelo. Su teatro se caracteriza por el predominio de comedias de salón de ambiente burgués, con un estilo cuidado, elegante y una escenografía tradicional.
- Teatro cómico: Encontramos a Jardiel Poncela y Miguel Mihura, que habían creado un teatro inverosímil. Las obras de Miguel Mihura tratan sobre el choque entre el individuo y la sociedad, y el descontento ante el mundo. Su obra más importante fue Tres sombreros de copas.
- Teatro distinto: Inconformista, que intenta responder a las nuevas exigencias sociales, estéticas y culturales. Se le conoce como teatro soterrado, donde destacan las obras Historia de una escalera, de Buero Vallejo, y Escuadra hacia la muerte, de Alfonso Sastre. Antonio Buero Vallejo plantea problemas sin imponer soluciones, para que el espectador tenga que reflexionar. Los principales temas de los que trata en sus obras son la búsqueda de la felicidad, de la verdad y de la libertad, con los que da lecciones de humanidad. En su producción dramática se distinguen tres periodos: En la primera etapa, sus obras se basan en el realismo, y destaca Historia de una escalera. Después escribe teatro histórico, donde intenta provocar la reflexión del espectador; una de las obras es Un soñador para un pueblo. En sus últimas producciones muestra la mente de los personajes, y destaca El sueño de la razón.
Alfonso Sastre representa al teatro de denuncia y protesta que surge en los 50. Está en la línea del realismo social. Sus obras más importantes fueron Muerte en barrio y La cromada. Es uno de los escritores que plantean el tema de la injusticia social, con afán de protesta. Los poetas de los años 60 y 70 recibieron la influencia de autores extranjeros, como Bertolt Brecht, que crea el teatro épico; Antonin Artaud, que crea el teatro de la crueldad; e Ionesco y Beckett, que crean el teatro del absurdo. El teatro sigue siendo de protesta y de denuncia, con un nuevo tratamiento dramático.
En los años 60, los grupos del teatro independiente recorren el país, llevando a cabo una síntesis entre dos direcciones contrapuestas: la experimental y la popular. Se alejan del teatro burgués y renuevan el contacto de la obra y los actores con el espectador. También se integran formas de otros espectáculos. A partir de 1975 hay espectáculos de compañías extranjeras y no hay censura. Los autores más destacados son:
- Alonso de Santos: Con La estanquera de Vallecas y Bajarse al moro.
- Fermín Cabal: Que escribe sobre la drogadicción, la corrupción política y la delincuencia; una de sus obras es Caballito del diablo.
- Sanchis Sinisterra: Que se caracteriza por el cuidado escénico y la reflexión histórica; una de sus obras es ¡Ay, Carmela!.
En los años 80 crecen los recursos económicos destinados al teatro, y se crean organismos importantes para el teatro como el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas, la Compañía Nacional de Teatro Clásico y las salas alternativas. Los autores más importantes de esta generación fueron Paloma Pedrero e Ignacio del Moral. Continúan las corrientes del realismo crítico del grupo anterior, pero cada autor escribió con su propio estilo personal. En los 90, el teatro español sufre una grave crisis y se creó la Asociación de Autores de Teatro, para proteger al dramaturgo. En esta década destacaron Yolanda Pallín y Juan Mayorga, que recogen elementos del espectáculo.