Explorando ‘Plenilunio’: Temas, Espacio, Tiempo y Técnicas Narrativas

Análisis de ‘Plenilunio’ de Antonio Muñoz Molina

1. Temas Principales

Plenilunio tiene un arranque de novela policiaca, pero deriva hacia una reflexión ética. Esta reflexión se ejerce sobre la violencia a dos niveles:

  • Violencia de origen sexual: Abuso y muerte de Fátima, secuestro e intento de asesinato de Paula. Se recuerda al padre Orduña, un fraile que raptó y mató a un niño de una escuela gratuita.
  • Violencia del terrorismo ETA: Amenazas, extorsión, pistolas y bombas.

El Mal: Es difícil de entender, el autor insiste en que el mal se produce cada vez más en las sociedades modernas.

El Amor: Es el contrapunto al odio y la maldad. Por un lado, el amor conyugal del inspector hacia su esposa, un amor hecho de costumbre y lástima. Frente a esta historia está la relación con Susana Grey, una mujer culta que, tras una experiencia matrimonial negativa, quiere recuperar su vida, aunque en la novela queda en el aire si esta historia tendrá un final feliz.

Temas Secundarios

  • La soledad y el desamparo.
  • Gran importancia de las víctimas.
  • Reflexión sobre las escasas condenas a los asesinos.
  • La presencia en la sociedad actual de los testimonios gráficos y de medios audiovisuales.

2. Espacio y Tiempo

Espacio

Espacio Externo

La novela se desarrolla en una ciudad que no se concreta, hacia el Sur y bastante pequeña. En otras obras de Muñoz Molina aparece “Mágina” como su ciudad simbólica, que parece identificarse con Úbeda, su ciudad natal. Este procedimiento lo adopta de autores como Faulkner (Mississippi) o García Márquez (Macondo), ambos autores que admira e influyen en la narrativa del momento. La ciudad descrita en Plenilunio consta de una parte antigua, ya que se alude a su pasado renacentista y a su callejero, parques y plazas.

Se puede apreciar un cambio social, ya que se recuerda cómo en tiempos pasados había campos, cortijos, olivares y ahora únicamente hay bloques de edificios que forman barrios obreros. La naturaleza está ausente y hay una degradación de los jardines. Asimismo, la gente ha sufrido un cambio, siendo cada vez más insolidaria.

Por lo tanto, hay un continuo contraste entre el pasado del inspector en una ciudad del Norte, en el País Vasco (todavía lleva un anorak y unos zapatos propios de otro clima que llaman la atención) y un futuro para Susana en Madrid, vista como su esperanza. De ahí que esta ciudad presente sea de paso para los protagonistas.

Espacio Interno

Por lo que respecta a los espacios internos, estos caracterizan a los personajes. Por ejemplo, la casa de Susana Grey la retrata: llena de discos y libros, que muestran sus intereses y sus aficiones. También la casa del inspector, simple, vacía y desordenada, que refleja el sentimiento de soledad y la deriva de este personaje. En el caso del asesino, la sordidez de su piso y su habitación con una televisión en la que ve constantemente pornografía, la radio, etc., son un claro retrato de él.

También destacan espacios de la marginación como la cárcel o el bar de carretera, que son ambientes de degradación sin posibilidades de futuro, y además el hospital psiquiátrico donde se encuentra la mujer del inspector, víctima de una situación de presión en el pasado a causa de ETA, que la destruye.

En contraposición, los espacios de ensueño en los que se puede incluir “La Isla de Cuba”, que representa el exotismo y la evasión de los protagonistas.

Tiempo

Tiempo Externo

La obra se sitúa en la década de los años noventa, aunque hay alusiones continuas y un contraste con el pasado en la dictadura franquista, especialmente del pasado del Padre Orduña y del inspector. En cuanto a la época de la novela, hay referencias a películas como “El silencio de los corderos”, alusiones musicales como al grupo R.E.M., Eric Clapton, Ella Fitzgerald, o a hechos históricos como la Guerra de Bosnia a comienzos de los noventa. También se puede apreciar en el tratamiento que se otorga a los medios de comunicación, ya que coincide con la entrada de las televisiones privadas y, con ello, la búsqueda del sensacionalismo.

Asimismo, aparecen referencias al futuro con la ciudad de Madrid, como esperanza y posibilidad de reconstruir una nueva vida para Susana Grey.

Tiempo Interno

Los 31 primeros capítulos se desarrollan en otoño, desde finales de septiembre, cuando se produce el asesinato de la primera niña, hasta mediados de diciembre. Se hace alusión a la lotería de Navidad, el 22 de diciembre, cuando Paula va a reconocer al asesino en la comisaría. En los dos últimos capítulos hay una elipsis, han pasado meses y nos encontramos en primavera.

El desarrollo de la obra muestra un simbolismo, ya que el otoño es símbolo de la desolación y la tristeza, con un tempo lento. Sin embargo, la primavera es símbolo del renacimiento y la esperanza, y un ejemplo de ello es Paula, que consigue recuperar su vida, o la posibilidad para Susana Grey y el inspector de rehacer su vida.

Por último, el tiempo es lineal, la historia se cuenta en el orden en el que suceden los hechos, aunque hay varias retrospecciones cuando los personajes hablan de sus vidas pasadas.

3. Técnicas Narrativas

En primer lugar, se presentan tres tramas fundamentales en la obra. La primera de ellas es el crimen principal. Esta trama se mantiene hasta el capítulo 31, hasta el pasaje en el que el inspector habla con el asesino en la cárcel. No es fundamental la investigación y la indagación, y además nos presentan al asesino en el capítulo 12, no lo descubrimos al final, lo que supone una ruptura con la novela policíaca clásica. La segunda es la trama del terrorista, que toma apuntes en su diario sobre la vida del inspector. Sólo aparece en el capítulo 14 y al final de la obra (disparos). La tercera trama es la línea existencial, es decir, la vida y la situación en la que viven el inspector, el asesino y Susana Grey. Se indaga en su identidad y ellos intentan buscar quiénes son realmente.

Cada capítulo se centra en un personaje, en una situación, y en el montaje se van entrelazando las tres tramas a través del contrapunto o el contraste.

Personajes como Susana Grey, Paula o Fátima, cuando se narra su vida o su pasado, suponen elementos retardatorios y de contraste, pensados para ello.

La segunda técnica utilizada es el suspense, basada en el cine negro y el folletín del siglo XIX. Consiste en contar una determinada historia y cortarla en el momento más interesante. Por ejemplo, el asesino ataca a Paula y hasta dos o tres capítulos más adelante no sabemos qué es lo que ha ocurrido con ella.

Otra de las técnicas utilizadas es la del desenlace abierto, no se sabe si el inspector muere o no, aunque el lector tiene esperanzas de que esto no ocurra.

Además, el disparo abre expectativas en la relación de la pareja que parecía casi rota.

Por último, es importante el símbolo de la luna llena. Por un lado, afecta al asesino, que es visto casi como un licántropo y es un reflejo de la tensión en momentos determinados. Por otro lado, también aparece vinculada a los encuentros entre Susana Grey y el inspector. De ahí que estas dos tramas se entrelazan y, mientras se proyecta la luna cuando están juntos, imaginamos la acción del asesino.

4. Personajes

Se trata de personajes que no son héroes, sino que son anónimos o incluso no tienen nombre, como es el caso del inspector o el asesino. Su pasado es fundamental para condicionar su presente. Además, en general, son perdedores y, con el paso del tiempo, existe un desencanto en ellos, e intentan buscar un sitio en la sociedad y están desorientados.

El protagonista de la obra es el inspector. Su carácter está condicionado por su pasado. Es hijo de un republicano que había estado en la cárcel, por lo que le habían intentado borrar su identidad y llevarlo a un internado para “reeducarlo”, algo buscado por el régimen. Esos años condicionan su soledad, su sentimiento de vergüenza hacia su familia. En su pasado más cercano, ha sufrido una dura situación en el País Vasco, amenazado por ETA, lo que influye en su vida privada y lo va distanciando más de su mujer. Incluso llega a necesitar el alcohol. Por todo ello, le es muy difícil comunicarse, expresarse e incluso llega a ser patético teniendo que ir a confesarle al Padre Orduña sus problemas.

La coprotagonista de la novela es Susana Grey, una mujer inteligente y culta. También su pasado determina su vida presente. En especial, ha sufrido un maltrato psicológico por parte de su exmarido, machista y que la desprecia. Ella tiene que vivir la marcha de su hijo, cuando ha sido ella quien lo ha criado. A pesar de todo esto, es luchadora, busca una salida y está dispuesta a marcharse a Madrid para rehacer su vida.

En cuanto a los antagonistas de la historia, se habla del asesino y el terrorista.

El primero de ellos es un hombre acomplejado en todos los aspectos. También está marcado por su pasado reciente, ya que es un hombre joven. En la mili se reían de él. Es incapaz de comunicarse, su soledad es radical, es la marginación total. Desprecia el trabajo que tiene al igual que a sus padres y todo ello crea en él un rechazo que descarga a través de la violencia sobre los más débiles, las niñas y las prostitutas. Además, destaca en él su afán de protagonismo, ya que no puede evitar ponerse en ocasiones cerca del peligro. Quiere que lo miren y que sepan que él es el asesino.

Vinculadas a estos antagonistas, se encuentran las víctimas. Muñoz Molina pone especial atención en ellas, ya que refleja a un asesino poco interesante, una persona anodina, mientras que destaca el papel de las víctimas: Fátima y Paula. De la primera de ellas resalta su responsabilidad, su sacrificio, es una “niña de antes”, de familia obrera y humilde. Representa una serie de valores que la sociedad ha perdido.

En cuanto a Paula, subraya su capacidad de superación y de recuperar su vida de antes. Representa la lucha.

Como personajes secundarios destaca en primer lugar el Padre Orduña. Es un cura obrero que reproduce la figura del Padre Llanos, de ideas marxistas que defendía una política social, los ideales de otra época. Ahora nadie lo valora, nadie reconoce su ayuda anterior, es un personaje a la deriva que no encuentra su sitio. De todas maneras, es importante puesto que gracias a él, conocemos el pasado del inspector.

Otro importante es Ferreras, es el personaje secundario que conecta con el resto. Por un lado, con el inspector, ya que es el forense que trabaja con él. Con Susana le une su pasado, ya que los dos han sufrido el engaño de sus parejas y está enamorado de ella y, por último, trata con las víctimas.

5. El punto de vista

Plenilunio no es un libro innovador en cuanto al punto de vista. Frente a otros libros de la nueva narrativa tiene un planeamiento sencillo. Durante las décadas anteriores se introducen todo tipo de técnicas y ahora prima el argumento.

  • El narrador es heterodiegético, es decir, es externo a la historia. Además, es omnisciente, sabe cómo se sienten los personajes, lo que piensa el asesino o el inspector. Se utiliza la 3ª persona y se suele emplear el pretérito perfecto simple. En el caso de los diálogos entre el inspector y Susana Grey o entre el inspector y el Padre Orduña, aparece la 1ª persona.
  • Utiliza en ocasiones, el estilo indirecto libre, es decir, el autor logra que aunque hable el narrador parezca que son las palabras de los personajes a los que reconocemos detrás. Lo hace en 3ª persona y sin verbos introductorios.
  • También aparecen monólogos interiores en los que se reproduce el pensamiento de la niña, por ejemplo, de Paula desnuda tirada en el terraplén y también del asesino, ya que es un personaje que apenas habla y en los pasajes en los que aparece casi todo son pensamientos suyos.
  • La lengua es del narrador, pero para acercarnos al asesino utiliza el presente de indicativo en 3ª persona. En ocasiones, dentro de los monólogos interiores se inserta el estilo directo, reproduciendo a veces la lengua oral de los personajes o sus pensamientos. En ocasiones también aparecen frases inconexas que reproducen el lenguaje vulgar del asesino a través de una sintaxis sincopada.