La Ilustración: Características y Etapas en España
La Ilustración fue un movimiento intelectual que se desarrolló en Europa durante el siglo XVIII. Se caracterizó por la exaltación de la razón como principal herramienta para alcanzar el conocimiento y el progreso. Entre sus principales rasgos encontramos:
- Racionalismo: Se considera la razón como la única base del saber.
- Empirismo: Se contrapone la fe en la experimentación para conocer el mundo y conseguir el progreso.
- Criticismo: Se aspira a someter a crítica racional todo el conocimiento anterior.
- Deseo de conocimiento: Se siente un profundo deseo de conocer el mundo.
- Utopismo: Se cree que la aplicación de la razón permitirá una mejora sustancial de la sociedad.
- Progreso y felicidad: Se aspira a conseguir la felicidad a través del progreso.
- Reformismo: Se busca reformar la sociedad a través de la aplicación de los principios ilustrados.
Etapas de la Ilustración en España
En España, podemos distinguir tres etapas dentro del movimiento ilustrado:
- De 1700 a 1758: Reinados de Felipe V y Fernando VI. Se introducen las ideas ilustradas de forma gradual.
- De 1758 a 1789: Reinado de Carlos III. Se impulsa la propagación de las ideas reformistas e ilustradas.
- De 1789 a 1808: Reinado de Carlos IV. Se produce un retroceso en las reformas ilustradas debido a la influencia de la Revolución Francesa.
El Neoclasicismo: La Aplicación de los Ideales Ilustrados en el Arte
El Neoclasicismo fue un movimiento artístico que se desarrolló en paralelo a la Ilustración. Se caracterizó por la aplicación de los ideales ilustrados y por la búsqueda de un regreso a los valores clásicos griegos y romanos. Sus rasgos principales son:
- Vuelta al mundo clásico: Se retoman los modelos y temáticas del arte grecolatino.
- Universalidad y verosimilitud: La obra debe tener un alcance universal y ser creíble.
- Eliminación de los sentimientos desbordados: Se busca la contención emocional y la racionalidad.
- Imitación de la naturaleza: Se representa una naturaleza amable y ordenada.
- Sometimiento a las reglas de creación: Se siguen normas estrictas en la composición artística.
- Finalidad moral y educativa: La obra debe tener un propósito didáctico y moralizante.
En este contexto, la prosa divulgativa y el ensayo se convirtieron en los géneros literarios preferidos.
El Ensayo: Un Género para la Difusión de las Ideas Ilustradas
Durante la primera parte del siglo XVIII, aún se encuentran obras con un lenguaje barroco, como vidas de santos, sermones, libros históricos o narraciones de carácter popular. Sin embargo, hacia la mitad del siglo, se inicia el período neoclásico, destacando el ensayo como género principal.
Tipos de Ensayo
- Ensayos didácticos y enciclopédicos: Exponen problemas sociales, científicos o religiosos para erradicarlos de la sociedad.
- Ensayos humanísticos y pedagógicos: Versan sobre economía, sociología y derecho.
Autores Destacados del Ensayo Ilustrado
- Fray Benito Jerónimo Feijoo (1676-1764): Luchó por la modernización de la mentalidad española. Sus obras más conocidas son Teatro crítico universal y Cartas eruditas y curiosas.
- Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811): Destaca su obra Informe sobre la Ley Agraria.
- José Cadalso (1741-1782): Utilizó la crítica para satirizar vicios y costumbres en su obra Cartas marruecas, que ofrece un amplio panorama de la vida cultural, social y económica del país.
El Teatro Neoclásico: Un Escenario para la Reforma Social
El teatro neoclásico se convirtió en una herramienta para propagar ideas reformistas y educar a los espectadores. Las obras debían cumplir con las siguientes normas:
- Intención didáctica: La obra debe tener un propósito educativo.
- Verosimilitud: El argumento debe ser creíble.
- Decoro: Se debe mantener un tono adecuado al tema y los personajes.
- Regla de las tres unidades: Se debe respetar la unidad de lugar, tiempo y acción.
- No mezclar tragedia y comedia: Los géneros deben mantenerse separados.
- No presentar escenas violentas: Se evitan las representaciones explícitas de violencia.
- No más de tres personajes en escena a la vez: Se limita el número de actores simultáneos.
- Eliminar el personaje del gracioso: Se suprime este arquetipo cómico.
- Lenguaje claro: Se utiliza un lenguaje comprensible para el público.
Autores y Obras del Teatro Neoclásico
- Comedia: Leandro Fernández de Moratín (1760-1828) es el dramaturgo más importante. Su obra más destacada es El sí de las niñas (1801-1806), que aborda la libertad de elección en el matrimonio y la igualdad de los cónyuges.
- Tragedia: Vicente García de la Huerta con su obra Raquel, ambientada en la historia nacional, con héroes dotados de las virtudes del pensamiento ilustrado.
- Sainete: Ramón de la Cruz muestra en sus sainetes el costumbrismo y el sabor popular del Madrid de la época. Entre ellos destaca Manolo, crítica de la tragedia neoclásica.
El Realismo: Una Mirada Objetiva a la Sociedad del Siglo XIX
El Realismo fue un movimiento literario que surgió en la segunda mitad del siglo XIX como reacción al Romanticismo. Se caracteriza por:
- Observación de la realidad: El autor se convierte en un cronista que narra lo que ve, apoyándose en el método de las ciencias experimentales, la observación de personajes y ambientes sociales.
- Intención social: El autor busca descubrir las lacras sociales para contribuir a las reformas o cambios en la sociedad.
- Objetividad y crítica: Se busca la objetividad en la narración, pero a menudo se introducen juicios de valor y tesis.
- Lenguaje adaptado a los personajes: Se abandona la retórica romántica y se adapta el lenguaje a las características de los personajes, incluyendo usos regionales.
- Predominio de la novela y el cuento: Estos géneros se convierten en los principales vehículos de expresión del Realismo.
La Novela Realista y Naturalista: Dos Vertientes de un Mismo Movimiento
La novela realista presenta dos vertientes:
- Novelas de tesis: Estructuradas en torno a una ideología determinada, con personajes poco definidos psicológicamente. Ejemplo: Doña Perfecta (1876) y Gloria (1877) de Benito Pérez Galdós.
- Realismo espiritualista: Se armoniza la defensa de la libertad de conciencia, el libre examen científico y la búsqueda de la verdad con la inquietud pedagógica y ética. Los personajes están mejor trabajados. Ejemplo: Misericordia (1879) y Nazarín (1895) de Galdós.
El Naturalismo: Una Visión Determinista del Ser Humano
El Naturalismo no es un estilo distinto del Realismo, sino una concepción de la vida y el hombre basada en:
- Materialismo y marxismo: Se enfatiza la influencia de las condiciones materiales en la vida humana.
- Determinismo social y biológico: Se niega la libertad individual, considerando que el ser humano está determinado por su entorno y herencia.
- Experimentalismo técnico: Se aplica el método científico a la creación literaria.
- Socialismo: Se propone la transformación de las estructuras sociales y económicas.
Émile Zola fue el principal exponente del Naturalismo. En España, encontramos rasgos naturalistas en obras como Los pazos de Ulloa de Emilia Pardo Bazán, La Desheredada de Galdós, pasajes de La Regenta de Clarín y en obras de Vicente Blasco Ibáñez como La Barraca y Cañas y barro.
Autores Fundamentales del Realismo y Naturalismo en España
Benito Pérez Galdós (1843-1920)
Sus opiniones y posturas políticas se reflejan en su obra, como en los Episodios Nacionales (1873-1912). Podemos distinguir tres etapas en su narrativa:
- Novelas de tesis: Destaca Doña Perfecta.
- Novelas contemporáneas: Se centra en la observación de las clases sociales. Destaca Fortunata y Jacinta (1886).
- Novelas espirituales y simbólicas: Muestra un cuadro de personajes hipócritas, sin ideales y materialistas, y de pobreza, pero donde surgen los valores éticos y espirituales. Destacan Nazarín (1895) y Misericordia (1897).
Leopoldo Alas “Clarín” (1852-1901)
Su obra abarca:
- Cuentos: Publicados bajo el título de Pipá (1886), con ejemplos de sátira costumbrista (El cuervo, El doctor Sutilis) y llenos de ternura (¡Adiós, Cordera!).
- Novelas cortas: Doña Berta.
- Narraciones extensas: La Regenta (1884).
La Regenta (1884): Una Obra Maestra del Realismo
La Regenta es una gran novela por:
- Descripciones psicológicas: Profundiza en la compleja personalidad de Ana Ozores, con ecos de Emma Bovary, la turbia personalidad de Fermín de Pas, la vida irreal de Víctor Quintanar y el donjuanismo de Álvaro Mesía.
- Observación social: Retrata la aristocracia hipócrita, el clero materialista, los nuevos ricos y las clases obreras con sus miserias.
- Dominio del tiempo narrativo: Alterna un desarrollo lento en los primeros quince capítulos (tres años) con un ritmo vertiginoso en los quince últimos.
- Estilo moderno: Combina la objetividad con la ironía, la sátira y la ternura, reproduciendo diálogos variados.