Análisis de la Obra “Luces de Bohemia” de Valle-Inclán
Evolución Literaria de Valle-Inclán
Valle-Inclán inició su trayectoria literaria en el Modernismo. Sus cuatro Sonatas (1902-1905), memorias del marqués de Bradomín, se consideran la mejor manifestación de la prosa modernista. Estructuradas como una composición musical en cuatro tiempos, combinan la elegancia más exquisita y la provocación más amoral. A esta etapa pertenecen sus primeras obras teatrales: Tragedia de ensueño y El yermo de las almas.
Su segunda etapa, el primitivismo (1907-1909), comienza con las Comedias bárbaras, obras míticas con personajes tiránicos, violentos o tarados. Es un “canto” a la Galicia feudal en descomposición. Esta trilogía (Águila de blasón, Romance de Lobos y Cara de plata) es difícil de representar por su longitud, cambios de escenario y acotaciones escénicas. Algunos críticos las consideran novelas dialogadas.
En su tercera etapa, el distanciamiento artificioso (1910-1920), Valle escribe obras teatrales, en su mayoría en verso, diferentes del teatro poético modernista. Crea un mundo artificioso, literario y estilizado, como en La marquesa Rosalinda o La cabeza del dragón.
Su última etapa, la más lograda, es la de los esperpentos. Destacan Luces de bohemia (1920) y la trilogía Martes de carnaval (Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán).
Análisis de “Luces de Bohemia”
Max Estrella
El protagonista, a veces un héroe clásico, es un poeta frustrado en una sociedad insensible a la literatura. Se siente superior al mundo burgués. Max Estrella, posible alter ego de Valle-Inclán, refleja sus opiniones y críticas a la sociedad española. Es complejo y contradictorio. Su ceguera no le impide ver el sufrimiento y las injusticias, sintiéndose impotente ante la miseria moral de España. Critica la tiranía, pero acepta dinero del ministro, censurando la corrupción mientras acepta una pensión. Podría ser trágico, pero la sociedad lo convierte en patético y absurdo. Su degradación se refleja en su muñequización: estafado, engañado y encarcelado. Su muerte, confundida con borrachera y catalepsia, es ridícula.
Don Latino
Se discute qué personaje real inspira a Don Latino. Podría ser un modernista del círculo de Alejandro Sawa. Valle lo caracteriza como un perro, un desdoblamiento del protagonista. Si Max es la bohemia heroica, Don Latino es su degradación y corrupción. Es inmoral, un parásito. Estafó a Max, lo abandonó moribundo y le robó, causando el suicidio de su familia. Don Latino simboliza a Virgilio guiando a Dante-Max, un Sancho Panza o un Lazarillo. A veces, recuerda al criado “gracioso” del Siglo de Oro. “Luces de Bohemia” presenta personajes diversos: reales (Max Estrella), literarios (Marqués de Bradomín), históricos (Rubén Darío) y ficticios (Pica Lagartos). El esperpento los deforma, convirtiéndolos en fantoches.
Modernismo y 98 en “Luces de Bohemia”
Luces de bohemia (1920) marca el adiós de Valle-Inclán al modernismo y la bohemia heroica. La identificación de Max con Víctor Hugo simboliza este fin. La presencia de Rubén Darío y un Bradomín degradado refuerzan la despedida. Valle-Inclán reconoce la imposibilidad del artista modernista en los nuevos tiempos. Don Latino, un buscavidas, y los aficionados que juegan a poetas rebeldes, representan esta nueva realidad. La degradación llega a Max al aceptar el dinero del ministro. La vida bohemia y su estética modernista son inviables. Este descubrimiento lleva a Max a proclamar el esperpento, una visión deformada pero certera del mundo. Como Don Quijote, Max viaja por la España de la pobreza y la degeneración, percibiendo la sinrazón de su vida anterior. Ambos rechazan una estética evasiva (libros de caballerías e idealismo modernista).
La obra critica la España de la época, cercana a las preocupaciones del 98. Gobierno, empresarios, fuerzas del orden y obreros (excepto el preso catalán y la madre del niño muerto) son una masa brutal e inculta. Max Estrella afirma: “España es una deformación grotesca de la civilización europea”. La renovación literaria, superando la comedia burguesa, también la relaciona con el 98. Valle-Inclán se acerca al sainete y al astracán, creando un nuevo género. El uso de la prosa, el diálogo sobre la acción y la recuperación de localismos son propios del 98. Las acotaciones poéticas, cultismos, neologismos y cosmopolitismo la vinculan al modernismo. Este contraste la acerca al esperpento.
Definición de Esperpento
El esperpento nace en 1920 con Luces de Bohemia. Culmina el expresionismo de Valle-Inclán. Se inspira en la tradición grotesca española, como Quevedo y Goya. Tiene raíces en el expresionismo europeo de finales del siglo XIX y principios del XX, una época de disconformidad. Denuncia las injusticias sociales, como el esperpento. Antes, “esperpento” era lo ridículo y feo. Valle-Inclán lo redefine como un arte que deforma la realidad. El autor, un dios distante, ofrece una visión deshumanizada. Deforma grotescamente la realidad irracional. En Luces de Bohemia, se compara con un espejo cóncavo. Su intención es crítica, escandalizar y sobrecoger. Critica a todas las clases sociales sin proponer soluciones.