La Edad de Plata de la Literatura Española: El Legado de la Generación del 27

LA GENERACIÓN DEL 27

1. Contexto (mismo tema 8)

España se encontraba bajo el reinado de Alfonso XIII, en plena crisis de la Restauración. Posteriormente, llegó la dictadura de Primo de Rivera, la II República y la Guerra Civil.

La población era principalmente agraria y sufría malas condiciones de vida y de trabajo, lo que propició la aparición de los sindicatos y el crecimiento del movimiento obrero. La Iglesia también experimentó grandes pérdidas económicas y de poder.

La enseñanza avanzaba, pero la ciencia se atrasaba. El auge del periodismo provocó una expansión cultural, y el desarrollo económico y tecnológico facilitó las comunicaciones y la modernización.

En el arte, aparecieron las vanguardias, que pretendían romper con lo anterior. En España, destacaron figuras como Sorolla, Picasso, Albéniz y Gaudí. Surgieron movimientos como el Modernismo, la Generación del 98, el Novecentismo y la Generación del 27. Una época de esplendor conocida como la Edad de Plata.

2. Definición, rasgos generacionales y autores

Un grupo de poetas de los años 20, que mantenían estrechas relaciones, se presentaron como grupo en 1927 para conmemorar la muerte de Góngora. Publicaron sus obras en diversas revistas, algunos libros y la Antología.

3. Características

  • Síntesis de tendencias: Buscaban el equilibrio entre las diferentes tendencias literarias presentes en España.
  • Vanguardia y tradición: Fusionaron la vanguardia y la tradición. De la tradición, retomaron la lírica popular y la culta, además de algunos temas típicos. En las vanguardias, desaparecieron algunos recursos y se modificaron otros.
  • Estilo: Se preocuparon por la expresión lingüística y por crear un lenguaje lírico. Con un uso frecuente de recursos literarios, intentaron crear una lengua exclusivamente poética, con un complejo juego poético.
  • Temas:
    • Amor: Representa la plenitud del individuo y admite todas sus manifestaciones, aunque a veces esto conlleva dolor.
    • Artes: Influidos por las vanguardias, se convirtieron en un tema de creación poética.
    • Naturaleza: Se concibe como un entorno o como parte del yo poético, a veces identificada con Dios (visión panteísta).
    • Ciudad: Unida a la visión futurista y optimista. Se valora el confort, pero también se observa su lado negativo.
    • Preocupaciones sociales: La huella de las guerras Civil y Mundial queda patente en temas como la injusticia o el desastre, donde los poetas expresan el anhelo de paz y protestan contra la injusticia sufrida por algunos grupos marginados.
    • Inquietudes íntimas: El choque entre el deseo humano y la realidad que lo rodea provoca incógnitas sobre el destino, la condición humana, la angustia, las frustraciones…
    • Sentido trágico de la muerte: La lucha del ser humano con el destino adverso le conduce a un sentido trágico de la vida, donde el dolor y la frustración son constantes.

4. Etapas de la generación

  • 1ª Etapa (1927): Influidos por el modernismo y las vanguardias. J.R. Jiménez los orientó hacia la poesía pura, por lo que se les acusó de deshumanizados. La perfección formal los acercó a los clásicos. Todo desembocó en el fervor por Góngora.
  • 2ª Etapa (1928): Apareció el surrealismo, opuesto a la poesía pura, lo que rehumanizó la lírica, como muestra el Manifiesto por la poesía sin purezas de Neruda. Lo social y lo político entraron en la poesía, y algunos autores adoptaron una actitud revolucionaria más o menos activa.
  • 3ª Etapa (Guerra Civil): El grupo se dispersó y cada uno siguió su camino, pero sin abandonar la rehumanización. Predominaron la nostalgia del país y la rebeldía, desembocando a veces en preocupaciones existenciales y en solidaridad.

5. Autores y obras más significativas

Pedro Salinas (Madrid, 1891-1951)

Fue profesor, poeta, crítico y autor de teatro, relatos cortos y poesía pura, muy influido por J.R. Jiménez. Intentó adentrarse en la esencia de las cosas, y su gran tema fue el amor. Usó versos aparentemente sencillos, en los que abundan las paradojas y los juegos verbales. Su obra se divide en tres etapas:

  • 1ª Etapa: Mezcla poesía pura y temas futuristas. Destaca: Presagios.
  • 2ª Etapa: Es la más importante. Se interesa por el mundo íntimo y por el amor como experiencia vital. Razón de amor.
  • 3ª Etapa: Corresponde al exilio, y escribe ya en América. Destaca El contemplado.

Jorge Guillén (Valladolid, 1893-1984)

Obtuvo el Premio Cervantes al regresar a España. Fue fiel a la poesía pura y se caracterizó por su optimismo. Aire Nuestro agrupa toda su obra en cinco libros. Usó un lenguaje muy elaborado, con verso corto y endecasílabo. Fue muy selectivo y suprimió lo accesorio para comunicar la idea esencial. Sus temas son la afirmación del ser, la plenitud, el tiempo, el azar y el caos.

Gerardo Diego (Santander, 1896-1987)

Catedrático de Literatura, recibió el Premio Nacional de Literatura junto con Alberti y también el Premio Cervantes. Su poesía tiene dos vertientes: tradicional (Soria), cuyos temas son el amor, Dios, la naturaleza…; y creacionista (Imagen).

Dámaso Alonso (Madrid, 1898-1990)

Dirigió la RAE. Fue poeta, lingüista y crítico literario. Entre sus obras destaca Poetas españoles contemporáneos, estudios sobre líricos modernos. Considerado crítico de la Generación del 27. Con la Guerra Civil, aborreció la pureza de J.R. Jiménez. Sus obras más importantes fueron las de posguerra, como Hijos de la ira, donde expresa el dolor existencial y el desarraigo con un lenguaje cotidiano y verso libre. En la tercera etapa destaca Hombre y Dios, con temas de angustia, dolor, muerte y Dios.

Vicente Aleixandre (Sevilla, 1898-1984)

Su amistad con Dámaso Alonso despertó su vocación. Obtuvo el Premio Nacional de Literatura, el Premio Nobel y fue elegido miembro de la RAE. Fue el gran poeta surrealista. Evolucionó de una poesía visionaria a una de comunicación, en consonancia con la tendencia de los años 50. Con Sombra del paraíso inauguró la corriente desarraigada, aunque después hizo una poesía más solidaria. Con su gran trilogía de senectute, volvió a un peculiar surrealismo, muy filosófico también.

Federico García Lorca (Granada, 1898-1936)

La música le interesó más que el arte y el derecho. Fundó el grupo teatral La Barraca, con el que representó obras clásicas. Participó también en actividades públicas izquierdistas y murió asesinado por los nacionalistas. Unió lo culto y lo popular, lo tradicional y lo vanguardista. Su tema principal fue la frustración, desarrollada con un estilo rico y un simbolismo muy complejo. Le obsesionaron temas como la soledad, lo trágico y la lucha de los seres marginados contra la sociedad. Su obra se divide en dos etapas:

  • Neopopularista: Destacan: Poema del cante jondo, donde describe una Andalucía trágica, elevando la lengua poética popular a culta; y Romancero gitano, donde el gitano, puro e inocente, está enemistado con la ley, representada por la Guardia Civil, elevando el mundo gitano a mito moderno, donde fusiona lo culto y vanguardista con lo popular.
  • Surrealista: Destaca el surrealismo de Poeta en Nueva York. Protesta contra la inhumanidad del momento. Con Sonetos de amor oscuro expresa el erotismo homosexual dramático.

Rafael Alberti (Cádiz, 1902-1999)

Se trasladó a Madrid, dejando sus estudios para dedicarse a la pintura. Fue comunista y participó políticamente en la guerra. Después se exilió a Argentina y, al volver, recibió el Premio Cervantes. Fusionó lo popular y lo culto, lo escueto y lo barroco, lo tradicional y lo nuevo. Con Marinero en tierra, canciones que evocan un paraíso identificado con el Cádiz de su infancia, ganó el Premio Nacional de Literatura. Después se inscribió en el neopopularismo y, más adelante, en el neogongorismo. Sobre los ángeles es su obra maestra, inducida por una profunda pérdida de fe, influenciado por el surrealismo y el simbolismo.

Luis Cernuda (Sevilla, 1902-1963)

Alumno de Pedro Salinas, vivió en Madrid y fue profesor en varias universidades. La realidad y el deseo reúne toda su obra, donde canta el enfrentamiento entre deseo y realidad, dejando al poeta solo el consuelo del recuerdo. Su tono es coloquial y confidencial, en versos donde coexisten formas clásicas y surrealismo. Destacó como crítico y ensayista.

Emilio Prados (Málaga, 1899-1962)

J.R. Jiménez fue determinante en su inclinación poética. Fundó la revista Litoral y fue editor de la imprenta Sur, donde se publicaron gran parte de los títulos de la Generación del 27. Se interesó por los más desfavorecidos, acercándose a la izquierda. Recibió el Premio Nacional de Literatura. Se distinguen tres etapas:

  • Primera: Busca la relación entre la naturaleza y el ser, fusionando el surrealismo con las raíces andaluzas y las poéticas puristas y neopopularistas. Destaca Tiempo.
  • Segunda: Se entrega a la poesía social y política con lenguaje surrealista. Destaca Destino fiel.
  • Tercera: Se exilia a México y sus poemas emanan un gran desarraigo y soledad. Al final, se dirige hacia una poesía más filosófica. Destaca Jardín cerrado.

Manuel Altolaguirre (Málaga, 1905-1959)

Colaboró con Prados en Litoral. Fue guionista y director de cine. Concibió la poesía como fuente de conocimiento y vehículo de comunicación. Es el poeta más espiritual e intimista, con una poesía cálida y cordial. Sus temas principales son la relación hombre-naturaleza, el amor y la soledad, entre otros. Las islas invitadas recoge toda su producción y es su libro más importante.