La narrativa española desde la posguerra hasta finales de los años 60
- Novela de los años 40.
- La guerra civil supuso una ruptura traumática en la vida cultural española. Las nuevas condiciones políticas afectaron de forma absoluta a la producción literaria. El establecimiento de una fuerte censura impedía cualquier intento de denuncia. La autocensura a la que se sometieron muchos escritores para impedir que sus novelas fuesen prohibidas. La prohibición que pesaba sobre muchos escritores españoles y extranjeros impedía a los novelistas jóvenes conocer los mejores modelos. El agotamiento creador o la muerte de Unamuno de los narradores de generaciones anteriores y el exilio de un grupo de jóvenes valiosos ayudo a que la ruptura con la narrativa anterior a la Guerra Civil fuese mayor. La novela española de esta época se caracteriza por el uso casi general de la técnica realista y la ausencia de innovaciones formales. Es característico el pesimismo que empapa casi todas las obras, en consonancia con la pobreza y las duras condiciones de vida que imperan en la sociedad. De ahí que los grandes temas sean la soledad, la inadaptación, la frustración, la muerte. Dos fechas suelen señalarse como indicio de un nuevo arranque del género narrativo: 1942, con la familia de pascual duarte, de Camilo José cela. Inauguró el tremendismo, corriente caracterizada por la presencia sistemática de los aspectos más desagradables de la realidad. La otra fecha es 1945, con la publicación de nada, de Carmen Laforet. Presenta a una muchacha como ella que había ido a estudiar a Barcelona, donde vive con unos familiares en un ambiente sórdido de mezquindad, de histeria, de ilusiones fracasadas, de vacio. Pocos años después se revelaron otros autores como Gonzalo Torrente Ballester, José Maria Gironella o Miguel Delibes. Gonzalo torrente Ballester, publico durante la década de los cuarenta Javier Mariño. Se habla de la antinovela y metaliteratura. Algunos títulos son: El buey en el matadero, de Ramón Hernández; Un caracol en la cocina y el león recién salido de la peluquería, de Antonio f. molina; ¡ay! De Raúl guerra garrido, la primavera de los murciélagos, de José leyva y escuela de malandrines, de miguel espinosa.
El autor de fama más perdurable dentro de esta tendencia será Juan Benet. En sus últimas novelas opta por una técnica narrativa más simple y tradicional. 2.Tendencias de la novela actual
Hacia 1975 empieza a publicar una nueva promoción. Reaccionan contra la complejidad experimental, se produce un viraje hacia la concepción realista de la novela. Se habla del realismo renovado. Se reivindica el placer de narrar: un relato con intriga, aventura, enredo, amoríos. Lo que interesa es contar una historia y la trama, el argumento, es el eje. Por lo general vuelven a la concepción clásica, se narra una única acción y de forma lineal Luna de lobos de Julio Llamazares, La ciudad de los prodigios de Eduardo Mendoza. Vuelven al relato cerrado y de final explicito En días como estos de Lourdes Ortiz. Hay un cambio significativo hacia las personas tradicionales del relato, la primera y la tercera. La segunda sólo permanece en algunos autores consagrados. Estas novelas del Realismo renovado ponen al descubierto los atributos del hombre, la confusión del hombre moderno obligado a reflexionar sobre la realidad que le rodea. Los personajes de esta novela son personajes desvalidos, inseguros, desorientados, a la búsqueda de su propia identidad. En la actualidad se observa, una gran libertad y diversidad de tendencias. La novela es objeto de consumo en una oferta diversificada en el mercado editorial.
Metanovela. El narrador reflexiona los aspectos teóricos de la novela. Uno de los recursos habituales que usan los novelistas es la invención de un personaje escritor que indaga y dialoga sobre temas literarios, sobre como se debe escribir una novela. Ejemplos: La orilla oscura, de José María Merino; Papel mojado, de Juan José Millás.
Novela Histórica. Se trata de una tendencia muy valorada por los lectores. El nombre de la rosa de Umberto eco. Se trata de un tipo de novela, de gran precisión histórica que obliga al novelista a documentarse sobre el período, acontecimientos y personajes sobre los que pretende novelar. Junto a la novela histórica aparece otra que pone en cuestión la interpretación de esos hechos y establece una verdad nueva o distinta. Dentro de esta tendencia, podemos citar: El manucristo carmesí, de Antonio Gala; Galíndez, de Manuel Vázquez Montálban; El hereje de Miguel Delibes; El capitán Alatriste de Arturo Perez Reverte; Los girasoles ciegos de Alberto Méndez.
Novela de intriga y policiaca. Produce una invasión de traducciones de novela negra europea y norteamericana. Los autores españoles adoptarán esos modelos y los adaptaran, y en otros casos, los transgredirán. Otras obras son: La tabla de Flandes, de Arturo Pérez Reverte, El invierno en Lisboa de Antonio Muñoz Molina, El alquimista impaciente de Lorenzo Silva.
Novela neorrealista o de la generación X. Su interés temático se centró en la representación de la conducta de los entonces jóvenes adolescentes. Obras representativas: Historias del Kronen, de josé angel mañas, que inauguró esta tendencia, ray loriga con Héroes o Lucia Etxebarría en Amor, curiosidad, sexo, Prozac y dudas.
Otra tendencias. Novela lírica. Calidad técnica con que está escrita, búsqueda de la perfección formal: La lluvia amarilla, de Julio Llamazares o La fuente de la edad, de Luis Mateo Diez, Manuel Rivas, El lápiz del carpintero.
Novela autobiográfica. Corazón tan blanco, de Javier Marías. Muchas de estas novelas se han ocupado de los años del franquismo y de la lucha contra la dictadura y también del desengaño por la transición política.
Novela Culturalista. En los últimos años han aparecido una serie de autores jóvenes que hacen una novela que se ocupa de analizar y explicar diferentes aspectos de la cultura occidental desde unas posturas bastantes eruditas. Es lo que hace Juan Manuel de Prada con Las mascaras del héroe o La tempestad.Desde el punto de vista ideologico, rechazan los códigos éticos y morales.Existe un marcado individualismo de los autores. Ante los problemas colectivos manifiestan una mirada distanciadora, un tono humorístico o de amargo cinismo que, a veces, se manifiesta como trivialidad. Las preocupaciones existenciales, los problemas en la realización de la propia personalidad siqeun siendo motivos que prevalecen.