La Narrativa Española e Hispanoamericana del Siglo XX: Una Mirada Completa

La Narrativa Española del Siglo XX

La Narrativa del Siglo XX hasta 1939

La Generación del 98: Esta generación revitaliza la novela con un rechazo al realismo decimonónico y una profunda angustia vital, propia de la época de crisis. Se impone la temática existencial, social y filosófica, preocupándose más por la situación del país que por la perfección formal. Su estilo es sobrio, sencillo y natural. Otros temas recurrentes son la preocupación por España y la búsqueda de las raíces del “alma española” en Castilla. Los libros de viaje critican aspectos negativos de los pueblos. Son comunes el uso de palabras tradicionales, la técnica impresionista y los diálogos densos.

  • Valle-Inclán: Evoluciona desde el modernismo de sus sonatas hasta el expresionismo degradante de sus esperpentos, donde deforma grotescamente la realidad con personajes fantoches para retratar una sociedad decadente. El ruedo ibérico satiriza la corte de Isabel II.
  • Unamuno: Llama a sus novelas “nívolas”. Es el autor más intelectual, buscando la esencia en el paisaje y la intrahistoria. Su angustia vital y los conflictos religiosos provienen de su incapacidad para encontrar sentido a la existencia y a la de Dios. San Manuel Bueno, mártir refleja esta lucha interna.
  • Baroja: Agrupa sus novelas en trilogías (La lucha por la vida, La raza, La tierra vasca,…) o en series extensas como Memorias de un hombre de acción. Sus personajes buscan una felicidad que nunca encuentran, como en El árbol de la ciencia.

La Generación del 14 o Novecentismo: Integra intelectuales más vitales y europeístas que los del 98. Destacan en dos tendencias narrativas: la lírica y la intelectual.

  • Novela lírica: Resalta Gabriel Miró, con una prosa que recuerda al modernismo pero con una búsqueda de perfección formal propia del novecentismo. Sus obras más importantes son El obispo leproso y Nuestro Padre San Daniel.
  • Novela intelectual: Destaca Ramón Pérez de Ayala con novelas generacionales críticas con su colegio de jesuitas y novelas poemáticas sobre la vida española.

También hay novela humorística, como la de Wenceslao Fernández Flórez y Ramón Gómez de la Serna. A finales de los años 30, la novela se politiza con los novelistas sociales de preguerra, como Arderíus, que combina contenido social y recursos formales.

La Narrativa desde 1940 a los años 70

Cada década está marcada por una tendencia:

  • Años 40: Novela existencial.
  • Años 50: Realismo social.
  • Años 60: Novela experimental o estructural.

Los años 40

Son años difíciles de postguerra, dictadura, aislamiento, pobreza y censura.

  • Cela: Inicia el tremendismo con La familia de Pascual Duarte, que describe la sociedad con crudeza y personajes violentos.
  • Carmen Laforet: Publica Nada, donde una joven se enfrenta a la degradación moral y física de la Barcelona de postguerra.
  • Delibes: Recibe el premio Nadal por La sombra del ciprés es alargada, que muestra frustración y tristeza.

Los temas predominantes son la soledad, la inadaptación, la frustración y la muerte, con personajes marginados, violentos u oprimidos.

Los años 50

Comienza una tímida apertura que coincide con la relajación de la censura. La novela social se convierte en instrumento de denuncia.

  • Objetivismo: Refleja la realidad con fidelidad y la crítica es implícita. Ejemplo: El Jarama de Rafael Sánchez Ferlosio.
  • Realismo crítico: La crítica es explícita. Ejemplos: Central eléctrica de López Pacheco y La zanja de Alfonso Grosso.

En el realismo social prima el personaje colectivo, el lenguaje es claro y sencillo, con diálogos coloquiales. La estructura es sencilla, con narración lineal y espacios y tiempos reducidos.

Sánchez Ferlosio, en Industrias y andanzas de Alfanhuí, narra las aventuras fantásticas de un niño, y Miguel Delibes, en El camino, muestra la vida rural a través de los recuerdos de un niño.

En el exilio destaca Réquiem por un campesino español de Ramón J. Sender.

Los años 60

Son los años del desarrollo económico y el cambio de mentalidad. Aumenta la emigración y la oposición al régimen. En la literatura interesa la renovación formal sin perder la intención crítica.

  • Luis Martín Santos: Escribe Tiempo de silencio, que introduce la novela experimental con un enfoque existencial, ruptura temporal, punto de vista múltiple y monólogo interior.
  • Otros autores: Juan Benet (Volverás a Región), Juan Marsé (Últimas tardes con Teresa) y Miguel Delibes (Cinco horas con Mario).

La Narrativa desde los años 70 a nuestros días

En los 70 continúa la novela experimental. A partir de 1975, con la llegada de la democracia, se abre un nuevo periodo. Las novelas vuelven al relato tradicional, con un sentimiento de desencanto y una visión irónica. Hay una gran influencia de los medios de comunicación y una vuelta al estilo realista. Destacan autores como Cela, Delibes, Torrente Ballester, Juan Marsé, Carmen Martín Gaite y Juan Benet.

En los 80 y 90 surgen nuevos novelistas y diversas tendencias:

  • Novela histórica paródica: Crónica del rey pasmado (Moix), Urraca (Ortiz), En busca del unicornio (Eslaba), El hereje (Delibes), Octubre, octubre (Sampedro) y La tabla de Flandes (Pérez-Reverte).
  • Metanovela: Beatus ille (Muñoz Molina), El cuarto de atrás (Martín Gaite), La orilla oscura (Merino) y La Gramática parda (García Hortelano).
  • Novela intimista: Te trataré como a una reina (Montero), El desorden de tu nombre (Millas).
  • Novela lírica: La lluvia amarilla (Llamazares), Corazón tan blanco (Marías).
  • Novela neorrealista: Diario de un jubilado (Delibes), La fuente de la edad (Mateo Díez).
  • Novela policiaca: El invierno en Lisboa (Muñoz Molina), El laberinto de las aceitunas (Mendoza), El Club Dumas (Pérez-Reverte).
  • Novela crítica política: Refleja la desilusión de las décadas 80 y 90.

En el siglo XXI continúan las tendencias anteriores y hay un auge del cuento. Destacan Alberto Méndez (Los girasoles ciegos) y los microrrelatos de Luis Mateo Díez y Juan Pedro Aparicio. Hay un eclecticismo con memorias, autobiografías, libros de viajes, etc. Se observa una tendencia hacia la novela histórica, tanto del pasado como reciente (Pérez-Reverte, Martínez de Pisón). También se reinventan géneros como la novela gráfica (Arrugas de Paco Roca) y el Steampunk (El mapa del tiempo de Félix J. Palma).

La Novela y el Cuento Hispanoamericanos en la Segunda Mitad del Siglo XX

En los años 40 y 50, la literatura hispanoamericana supera los modelos narrativos anteriores, como el regionalismo. La nueva novela incorpora el mundo urbano y los problemas humanos, con temas de alcance universal. Se incorporan elementos fantásticos a través de la poetización de la realidad y la naturalización de lo maravilloso. La temática es variada, con un compromiso con el ser humano y la historia del continente. Destacan las novelas existenciales y las novelas sociales. Algunos autores reflexionan sobre la historia del continente, como Carpentier (El siglo de las luces) y Vargas Llosa (La guerra del fin del mundo), utilizando la metaficción. Se experimenta con la ruptura de la estructura tradicional de la novela, la linealidad temporal, la combinación de voces narrativas y la preocupación por el lenguaje.

Tres autores abren el camino: Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier y Jorge Luis Borges (Ficciones, El Aleph). Se distinguen dos tendencias: el realismo mágico (Asturias, Carpentier, Rulfo) y el realismo fantástico (Borges).

En los años 60 se produce el Boom de la novela hispanoamericana, con la integración definitiva de lo fantástico y lo real. Destacan obras como La ciudad y los perros (Vargas Llosa), El astillero (Onetti), Sobre héroes y tumbas (Sábato), El siglo de las luces (Carpentier), Rayuela (Cortázar) y Cien años de soledad (García Márquez).

A mediados de los 70 surge el Postboom, con autores como Vargas Llosa, Fuentes y García Márquez. Se observa una mayor confianza en la capacidad del ser humano para percibir la realidad, la recuperación del realismo y el auge de la literatura testimonial y femenina. Destaca la denuncia social, ideológica o política y el tema del exilio. En cuanto a las técnicas narrativas, se observan dos tendencias: novelas realistas de fácil lectura y novelas con mayor experimentación, metaficción y preocupación por el lenguaje.