El Barroco (Siglo XVII, España)
Contexto de crisis económica y decadencia militar y política. Se desarrolló la percepción de la debilidad del hombre, la fugacidad del tiempo y la presencia constante de la muerte. Aumentaron la obsesión por la limpieza de sangre, el honor y la misoginia. Este periodo, junto con parte del siglo XVI, se conoce como los Siglos de Oro.
La Poesía Barroca
Poesía Amorosa
Continúa la idea del amor renacentista (idealización, neoplatonismo), pero a menudo con mayor intensidad o desengaño.
Poesía Filosófica y Moral
Marcada por el pesimismo, predominan temas como el desengaño, el contraste entre realidad y apariencia, la fugacidad de la vida y la conciencia de la muerte. Se recuperan las ideas estoicas y la necesidad de una vida virtuosa.
Poesía Religiosa
Predomina la poesía de tipo celebrativo y también la ascética y mística, aunque con el tono desengañado propio de la época.
Poesía Burlesca
Abunda la poesía de carácter paródico y humorístico, incluyendo la burla y el ataque personal.
Métrica
Se produjo una revalorización del arte menor, especialmente el octosílabo y sus combinaciones: seguidillas, villancicos, letrillas, romances. Se popularizó la introducción de estribillos.
Luis de Góngora
Cultivó tanto la poesía popularizante de arte menor como la poesía culta de influencia petrarquista, desarrollando el estilo culterano.
Poesía de Arte Menor
Cultivó los romances (moriscos, pastoriles, históricos y burlescos) y las letrillas. Destaca la Fábula de Píramo y Tisbe como ejemplo burlesco.
Sonetos
Abordan diversos temas, destacando el amoroso, el moral, el satírico y el religioso, con una progresiva complejidad culterana.
Poemas Mayores
Son sus obras más ambiciosas y representativas del culteranismo: la Fábula de Polifemo y Galatea (escrita en octavas reales) y las Soledades (en silvas). El tema principal es el amor, destacando los motivos pastoriles y mitológicos.
Francisco de Quevedo
Máximo representante del Conceptismo, su obra abarca una gran variedad de temas y tonos.
Poesía Amorosa
Desarrolla temas como la belleza de la amada inaccesible, el sufrimiento y llanto del amante, la locura amorosa y el célebre tópico del amor constante más allá de la muerte.
Poesía Metafísica y Moral
Estos poemas evidencian un profundo desengaño existencial. Reflexiona sobre la fugacidad del tiempo y la omnipresencia de la muerte (“Vivir es ir muriendo”, cotidie morimur).
Poesía Satírica y Burlesca
Critica costumbres y tipos humanos y sociales de la época con agudeza e ingenio. Sobresalen los tipos femeninos, a menudo tratados desde la misoginia propia de la sátira tradicional y barroca.
Poesía Religiosa
Combina temas de la poesía religiosa (arrepentimiento, reflexión sobre la muerte) con la preocupación moral.
Quevedo compuso también poesía circunstancial o de elogio cortesano, y poesía descriptiva.
La Prosa Barroca
Se cultivaron la prosa narrativa de ficción (especialmente la picaresca) y la prosa intelectual, con una marcada finalidad didáctica y moralizante y, frecuentemente, un tono satírico.
La Novela Picaresca
- La vida de Guzmán de Alfarache: Obra de Mateo Alemán. Consolida el género. La obra combina el estilo llano, las jergas y expresiones coloquiales con el lenguaje culto, la complejidad sintáctica y abundantes recursos expresivos. Sobresalen los discursos moralizantes de carácter valorativo y universal.
- Historia de la vida del Buscón llamado Don Pablos (El Buscón): Obra de Francisco de Quevedo. Es una novela picaresca que presenta un relato autobiográfico ficticio de un personaje miserable, llevando al extremo la sátira y la degradación del género.
- El Criticón: Obra de Baltasar Gracián. Novela alegórica y filosófica con una visión pesimista y crítica del mundo y la sociedad, considerada una obra cumbre del Conceptismo.
Estilos Literarios Barrocos
- Estilo gongorino (Culteranismo): Se caracteriza por la dificultad formal, debida a las constantes alusiones mitológicas, el uso de un léxico culto (cultismos), la alteración del orden sintáctico (hipérbaton) y la acumulación de recursos retóricos sensoriales (metáforas complejas, imágenes brillantes).
- Estilo conceptista: Extrema el uso de los recursos retóricos para la expresión compleja de las ideas y en la práctica de la agudeza (ingenio). Busca la máxima concentración significativa en las mínimas palabras. Los versos quevedescos emplean recursos como metáforas, comparaciones, antítesis, paradojas, juegos de palabras y contrastes. Su poesía satírica produce caricaturas y busca la risa, utilizando un léxico culto, hipérbatos y un tono admonitorio.
Siglo XVIII: La Ilustración y el Neoclasicismo
Contexto histórico: fin del Antiguo Régimen. Las ideas ilustradas conducen a eventos como la Revolución Francesa, la Independencia de EEUU o la Declaración de Derechos Humanos. Se da gran importancia a la razón y al espíritu crítico. Auge del Despotismo Ilustrado (“todo para el pueblo pero sin el pueblo”). Publicación de la Enciclopedia (Montesquieu, Voltaire, Diderot…). Se evoluciona desde el gusto por lo Barroco a lo típicamente neoclásico, para acabar con una anticipación de lo romántico (Prerromanticismo).
Primera Mitad de Siglo
Se continúa, en parte, con los modelos barrocos, tanto en la poesía como en el teatro y la prosa (Posbarroco). Sin embargo, se produjo un notable auge del ensayo, que sirve como vehículo de expresión de las ideas ilustradas. Destaca la figura del Padre Feijoo, quien intenta luchar contra la superstición y los errores comunes en España. También la Poética de Ignacio de Luzán, que sienta las bases teóricas del Neoclasicismo y aboga por una literatura más clásica y menos oscura.
Segunda Mitad de Siglo: El Neoclasicismo
Surge el Neoclasicismo como reacción contra los excesos barrocos. Propone la austeridad, la claridad y limita la fantasía creadora en favor de la razón y el didactismo. Sus bases son el concepto del buen gusto, la sujeción a las reglas (especialmente las aristotélicas adaptadas, para conseguir equilibrio, sencillez, simetría) y la utilidad (se busca aunar lo agradable con lo útil, “docere et delectare”).
Géneros Literarios en el Siglo XVIII
La Poesía
Inicialmente, predomina una poesía rococó, superficial y ligera, de temas galantes y bucólicos, cuya principal manifestación son las anacreónticas: poemas dedicados al amor sensual y a la belleza femenina en un escenario natural idealizado.
Posteriormente, se desarrolla una poesía filosófica (reflexiva, moral) y otra didáctica (con intención de enseñar). Destacan en este último ámbito las fábulas de Tomás de Iriarte y Félix María Samaniego, que utilizan animales para transmitir enseñanzas morales.
La Comedia y la Tragedia Neoclásica
El teatro busca reformarse siguiendo las reglas neoclásicas y la finalidad didáctica. Destaca Leandro Fernández de Moratín con El sí de las niñas.
A finales de siglo surge el Prerromanticismo, una literatura cargada de sentimentalismo, melancolía, y gusto por temas nocturnos y fúnebres. Las noches lúgubres de José Cadalso son una muestra de esta tendencia.
El Ensayo
Vinculado con la difusión de las ideas ilustradas y la prensa periódica, en el siglo XVIII se desarrolla enormemente el ensayo: un texto en prosa, generalmente breve, de carácter reflexivo y divulgativo, en el que el autor manifiesta una opinión sobre algún aspecto de la realidad (científico, social, cultural, etc.).
Principales Ensayistas
- Padre Benito Jerónimo Feijoo: Uno de los iniciadores del ensayo moderno en España. Con su obra magna, el Teatro crítico universal, pretende combatir los errores científicos o populares (“vulgares”) y las supersticiones para lograr la modernización de la mentalidad española. Trata una enorme variedad de temas y busca llegar a un público amplio con un estilo claro y directo.
- José Cadalso: Escribe las Cartas Marruecas, un ensayo en forma epistolar. En él, un joven marroquí, Gazel, de viaje por España, escribe cartas a su anciano maestro Ben Beley, contándole sus impresiones sobre las costumbres y la vida en el país. Ben Beley le contesta aportando una perspectiva basada en ideas universales y filosóficas. También se incluyen cartas del amigo español de Gazel, Nuño. La obra, inspirada en las Cartas Persas de Montesquieu, critica la sociedad española de la época desde una perspectiva externa e interna.
- Gaspar Melchor de Jovellanos: Político, jurista e intelectual ilustrado. Otra muestra importante del ensayo son sus numerosos informes y discursos dirigidos a las autoridades o instituciones académicas, sobre temas que le parecían cruciales para el progreso de España: la reforma agraria (Informe sobre la Ley Agraria), los espectáculos públicos, la educación, la economía, etc.
Teatro Neoclásico: Moratín
El máximo exponente de la comedia neoclásica es Leandro Fernández de Moratín.
Su teatro busca seguir las reglas neoclásicas (especialmente la de las tres unidades) y tener una finalidad útil (didáctica y moral).
Escribe obras importantes como El sí de las niñas (que critica los matrimonios concertados por interés y aboga por la libertad de elección basada en el afecto) y La comedia nueva o El café (una sátira sobre el mal teatro barroquizante de su época).
En La comedia nueva o El café, los personajes esperan en un café mientras asisten al estreno de una comedia absurda y contraria a las reglas. Le sirve al autor para exponer, a través de los diálogos, sus ideas sobre cómo debe ser el buen teatro neoclásico.
El sí de las niñas
Argumento
En el patio de una posada, Doña Irene espera con su hija Doña Francisca (Paquita), de 16 años y recién salida de un convento, para presentarle a su futuro marido, Don Diego, un caballero rico y respetable, pero de 59 años. Doña Paquita es obediente y sumisa, pero está secretamente enamorada de un joven militar, Don Carlos, a quien conoció durante una visita y con quien mantiene correspondencia bajo el nombre de Don Félix. Su madre ignora esta situación y solo busca un matrimonio ventajoso.
Rita, la criada de Paquita, está al tanto del amor de su señora y tiene una relación con Calamocha, criado de Don Carlos. Paquita y Rita envían una carta a Don Carlos avisándole de la boda inminente. Él acude rápidamente a la posada. Se encuentran a escondidas durante la noche, y él le promete solucionar la situación.
Sin embargo, Don Carlos descubre que el prometido de Paquita es su propio tío y benefactor, Don Diego. Por respeto y dependencia hacia él, Don Carlos decide inicialmente retirarse y permitir la boda. Don Diego, al ver la turbación de su sobrino, le ordena que regrese inmediatamente a su regimiento en Zaragoza.
Paquita está visiblemente infeliz y abatida ante la perspectiva del matrimonio, lo que enfada a su autoritaria madre. Don Diego, hombre observador, prudente y razonable, se da cuenta de que la joven no le ama y que su tristeza se debe a un amor oculto. Mediante la interceptación de una carta y una conversación nocturna que escucha, finalmente descubre la identidad del verdadero amado de Paquita: su sobrino Don Carlos.
En la escena final, Don Diego confronta a todos, revela la verdad y, en un acto de generosidad y sensatez ilustrada, renuncia a Paquita para que pueda casarse con Don Carlos, a quien ama y es correspondida. La obra concluye con la aceptación de esta solución razonable y la promesa de felicidad para los jóvenes.
Características y Finalidad
- Finalidad didáctica: Criticar los matrimonios concertados por interés o conveniencia, especialmente aquellos con gran diferencia de edad, y defender el derecho de los hijos a elegir cónyuge por amor, aunque siempre dentro de un orden y respeto a la autoridad paterna (si esta es razonable). Critica también la educación restrictiva de las jóvenes.
- Respeta escrupulosamente la regla de las tres unidades dramáticas:
- Acción única: El conflicto amoroso entre Paquita, Don Carlos y Don Diego, y su resolución.
- Lugar único: Toda la acción transcurre en la sala de paso de una posada en Alcalá de Henares.
- Tiempo único: La acción se desarrolla en menos de 24 horas (desde las siete de la tarde hasta las cinco de la mañana siguiente).
- Verosimilitud: Los personajes, situaciones y lenguaje son creíbles y realistas.
- Decoro lingüístico: Cada personaje habla según su condición social y carácter.
Temas Principales
- El matrimonio desigual y concertado por interés.
- La opresión ejercida por padres (o madres, en este caso) insensatos y autoritarios sobre sus hijos.
- La crítica a la mala educación de los jóvenes (especialmente mujeres), basada en la sumisión ciega y la ocultación de los verdaderos sentimientos.
- La defensa de la autoridad justa y razonable (representada por Don Diego) frente a la autoridad irracional y egoísta (Doña Irene).
- El conflicto entre sentimiento y deber o razón.
Doña Irene, con su ignorancia, egoísmo y lenguaje afectado, representa el mundo antiguo y las convenciones sociales que la Ilustración buscaba reformar. Don Diego encarna el ideal ilustrado de la razón, la moderación y la benevolencia.