Literatura española del siglo XX: La novela en el exilio y la posguerra

Narradores en el exilio

Una buena parte de los novelistas que habían empezado a publicar sus primeras novelas en España durante los años 30 tuvieron que dejar el país al finalizar la guerra y continuar su obra fuera de España.

Los narradores del exilio, apartados de la realidad española y marcados por su dramática experiencia personal, manifiestan en sus novelas la angustia de la separación y vuelven una y otra vez sobre el tema de España, para reflexionar sobre las causas y secuelas de la Guerra Civil. Así, en las novelas de estos autores se diferencian las siguientes líneas temáticas:

  • Rememoración del pasado: el recuerdo del pasado se utiliza como una vía para comprender las raíces históricas de los acontecimientos vividos durante la guerra.
  • Testimonio del presente: la novela se convierte en un instrumento para plasmar la realidad en la que se ve inmerso el escritor: la vivencia personal del exilio, los problemas a los que se enfrenta el ser humano en el mundo contemporáneo, la realidad con la que han entrado en contacto en el país de acogida.
  • La España inventada: ante el desarraigo de la propia tierra, los autores del exilio imaginan la realidad española con la que han perdido el contacto, sueñan con el regreso y dan testimonio de la experiencia de sentirse extranjeros en su propia patria al volver a un mundo del que se sienten desvinculados.

Entre los narradores exiliados destacan Rosa Chacel, Ramón J. Sender, Max Aub y Francisco Ayala.

Ramón J. Sender

Se dio a conocer como novelista a finales de los años veinte y pronto se convirtió en uno de los principales representantes del realismo social. De su amplia producción novelística, que incluye narraciones históricas, relatos de intención satírica (La tesis de Nancy) y novelas autobiográficas (Crónica del alba), destacamos Réquiem por un campesino español. Es esta una novela en la que, a través de un cura de pueblo, se nos relata la vida de Paco el del Molino, fusilado al principio de la Guerra Civil por encabezar la lucha social de los campesinos.

Francisco Ayala

A partir del exilio, sus cuentos y novelas manifiestan una concepción ética de la labor del escritor y muestran la sensación de desamparo del ser humano contemporáneo, que vive inmerso en un mundo caótico, resultado del desmoronamiento del sistema de valores que habían sustentado la sociedad occidental antes de la Segunda Guerra Mundial. Muertes de perro, una sátira de las dictaduras hispanoamericanas, nos muestra desde distintos puntos de vista las lacras morales individuales y colectivas de una sociedad en descomposición.

El renacer de la novela en los años 40

La reciente experiencia de la Guerra Civil, las duras condiciones de vida de la posguerra y la penuria cultural que conlleva la instauración de la censura van a determinar la evolución de la novela durante los años 40.

En España, los escritores próximos al bando de los vencedores cultivan una novela heroica, en la que exaltan los valores ideológicos del nuevo régimen.

Destacan La familia de Pascual Duarte de Camilo José Cela y Nada de Carmen Laforet. Ambas novelas, aunque muy diferentes entre sí, ponen de manifiesto el ambiente opresivo, mísero y sin horizontes de los primeros años de la posguerra y su efecto demoledor sobre los individuos.

En estas dos novelas se emplea el relato autobiográfico, en el que el protagonista se convierte en el narrador de su propia historia para ofrecer su visión personal de los acontecimientos.

El tremendismo: La familia de Pascual Duarte

  • Los protagonistas: son personajes bárbaros o marginados que muestran conductas asociales o agresivas.
  • La trama: nos presenta a los personajes enfrentados a situaciones extremas, llenas de violencia. Lo que interesa es llegar al fondo de los personajes y conocer las causas que determinan su comportamiento.
  • El lenguaje: literario, bronco y desgarrado, fiel reflejo del mundo sórdido y opresivo en el que se desarrolla la acción.

La familia de Pascual Duarte contiene el relato autobiográfico de un campesino extremeño condenado a muerte por varios delitos de sangre, entre ellos el asesinato de su propia madre. Pascual se muestra a sí mismo inmerso en un ambiente dominado por la miseria y la violencia. Este ambiente opresivo y degradado es el que conducirá los pasos del protagonista, y de los otros personajes de la novela, a su trágico final. El relato de Pascual lleva al lector a reconocer la inocencia del personaje que aparece, finalmente, como un pobre desgraciado, víctima de sus terribles circunstancias.

El realismo intimista: Nada

Nada, de Carmen Laforet, nos cuenta en primera persona la experiencia de una joven llamada Andrea que llega a Barcelona justo después de la Guerra Civil para estudiar en la universidad. Su vida se reparte entre dos mundos contrapuestos: la casa de sus familiares, un mundo en ruina, cerrado y opresivo, y el mundo abierto y liberador de las calles de Barcelona y de la universidad.

La novela de Carmen Laforet nos muestra algunos rasgos característicos:

  • Relato autobiográfico que transmite su visión subjetiva de la realidad.
  • Espacio cerrado, símbolo de un mundo hostil en el que la protagonista tendrá que sobrevivir.