La Lírica Medieval: Jarchas, Cantigas de Amigo y Villancicos
Las jarchas mozárabes, las cantigas de amigo galaico-portuguesas y los villancicos castellanos son modalidades de una lírica común a toda la Península Ibérica. Al tratarse de una literatura oral, se desconoce la fecha exacta de su composición. Hoy en día, conocemos estos tesoros líricos gracias a los escritores cultos de la Edad Media y del Renacimiento.
Las jarchas datan desde mediados del siglo XI hasta la primera mitad del siglo XIV. Las cantigas de amigo, desde finales del siglo XII hasta finales del siglo XIV; y los villancicos, desde mediados del siglo XV hasta finales del siglo XVII. Estas composiciones expresan, generalmente, la queja amorosa femenina por la ausencia del amado. Las confidentes habituales de la muchacha enamorada son la madre, las hermanas y las amigas. En el caso de las cantigas de amigo, la naturaleza (árboles, pájaros, etc.).
Las cantigas de amigo están constituidas por una serie de estrofas que adoptan una estructura paralelística.
Mester de Juglaría y Mester de Clerecía
En el mester de juglaría, el emisor es un juglar, cuyo público es una población mayoritariamente analfabeta. El principal objetivo de los juglares era informar sobre hechos acaecidos y divertir al público. Utilizan una técnica descuidada y espontánea.
Los clérigos son los encargados de difundir el mester de clerecía, para una población analfabeta. Su misión es la de enseñar y moralizar a la sociedad. Su estilo es riguroso, siguiendo los rigores métricos establecidos.
La Prosa Alfonsí
Alfonso X el Sabio es el auténtico creador de la prosa castellana. El rey sabio procede a la fijación del sistema ortográfico, a la flexibilización de las estructuras sintácticas, con la creación de nuevas conjunciones, y al enriquecimiento del caudal léxico.
Poema del Mío Cid
Se conserva en un manuscrito de principios del siglo XIV copiado por un tal Per Abat, pero compuesto mucho antes: aproximadamente en 1140. Se ignora quién fue su autor. El insigne filólogo y erudito antes mencionado sostuvo que el Poema es obra de dos autores.
El Poema exalta la figura del héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, que, desterrado por el rey Alfonso VI, marcha de Castilla y conquista la ciudad de Valencia. Posteriormente, se reconcilia con el rey y casa a sus hijas con los infantes de Navarra y Aragón. El tema de la obra es el proceso de engrandecimiento del héroe que, desde una situación inicial deshonrosa, consigue la recuperación de su honra y el máximo encubrimiento social.
Romancero Viejo
Los romances son breves composiciones épico-líricas que surgen de la fragmentación de los antiguos cantares de gesta. Los romances se transmiten oralmente durante el siglo XV. A lo largo del siglo XVI y primera mitad del siglo XVII, los autores cultos los recogen y los incluyen en Cancioneros y Romanceros.
Atendiendo a los temas que tratan, pueden ser:
- Histórico-nacionales: Exaltan a los héroes.
- Novelescos y líricos: Creados por la imaginación popular.
- Fronterizos y moriscos: Relatan episodios bélicos que tienen lugar en la frontera entre los reinos moros y cristianos.
- Carolingios: Se centran en la figura de Carlomagno.
- Bretones: Inspirados en la leyenda del rey Arturo y los caballeros de la Tabla Redonda.
Las Coplas de Jorge Manrique
Coplas a la Muerte de su Padre es la obra más representativa de esta tendencia poética, la reflexión moral. Jorge Manrique emplea la llamada copla manriqueña, agrupada en dos sextillas de pie quebrado. Los versos son octosílabos, excepto el 3º y el 6º. La rima es consonante y se distribuye de la siguiente forma: abcabc/defdef.
La obra se divide en tres partes:
- La primera, que consiste en una exposición doctrinal.
- La segunda, se ponen ejemplos de personajes del pasado.
- La tercera contiene el elogio a su padre.
Jorge Manrique, desde su propia experiencia humana, recrea de forma personalísima temas como la fortuna, el tiempo y la muerte. Hay que decir que esta composición es un poema de tema personal.
- La fortuna es un azar ciego, que desencadena las tragedias humanas. Se la representa como una rueda presurosa e inestable que reparte caprichosamente la felicidad y la desgracia.
- El tiempo es fugaz, carece de consistencia. El presente es imposible retenerlo, y cuando queremos darnos cuenta, ya no existe.
- Sobre la muerte, Jorge Manrique destaca: su poder igualitario, su sentido democrático, su aparición imprevisible, su carácter ineludible y su crueldad.
- Sobre la fama, Vicente Cejas Manrique (posible error, debería ser Jorge Manrique), trata de que el nombre de una persona perdure tras su muerte física.
- El tópico ubi sunt, para ejemplificar la fugacidad de los bienes mundanos.
La Celestina
Fue publicada en Burgos en 1499. Consta de 21 actos de diversa extensión. Fue escrita por un judío converso, Fernando de Rojas. De todos modos, la crítica experta considera que el primer acto es obra de un autor anónimo, por la notable diferencia con los 20 restantes.
La acción dramática se estructura en un prólogo y dos partes: la primera, que se prolonga desde el acto I hasta el acto XIV, y la segunda, desde el acto XV hasta el XXI.
La acción arranca de una circunstancia fortuita: el joven Calisto penetra casualmente en el huerto de Melibea, de la que se enamora. Fascinado por su hermosura, le declara su amor, aunque la muchacha lo rechaza por sus pretensiones deshonestas. Ante la negativa de Melibea, Calisto contrata a una vieja alcahueta, Celestina, que con la ayuda de los criados de Calisto, consigue por fin la rendición de la joven. Cegada por la codicia, Celestina trata de no compartir el botín con los criados, con lo que éstos la asesinan. Tiempo más tarde, Calisto se cae mientras recogía brevas, se da un golpe y muere. Melibea, después de tomar ansiolíticos y antidepresivos, se suicida.