García Lorca y el Teatro Anterior a 1936
1.1. El Teatro Hasta los Años Treinta
Los cambios que en Europa experimentó el teatro durante el siglo XX fueron numerosos. Destacaron propuestas que buscaban distanciar al espectador de la acción dramática y creadores del teatro del absurdo. Estas transformaciones en la concepción del teatro provocaron grandes cambios en el espectáculo teatral. En España, a finales del siglo XIX, triunfaba la alta comedia, un género costumbrista que recreaba ambientes aristocráticos con aires socializantes, a menudo falsos y artificiosos. También eran populares los dramas neorrománticos, enfáticos y engolados, diseñados para el lucimiento de actores de voz altisonante y ademanes exagerados, satisfaciendo a un público que seguía los cánones románticos. Benito Pérez Galdós fue pionero en reaccionar contra este tipo de teatro. A principios del siglo XX, el teatro seguía siendo el espectáculo preferido, pero necesitaba una renovación. El gran público demandaba una comedia burguesa, un teatro poético y un teatro cómico. Frente a estas tendencias, algunos autores intentaron introducir nuevos planteamientos dramáticos, pero fracasaron en su intento de renovación. Entre ellos, destaca Ramón María del Valle-Inclán, creador del esperpento.
1.2. La Renovación del Teatro en los Años Treinta
A finales de los años veinte, la idea de que el teatro español estaba en crisis se generalizó. La Segunda República no supuso un cambio significativo. El teatro comercial mantuvo su vulgaridad y ramplonería, aunque los grupos experimentales recibieron mayor apoyo oficial. Por iniciativa gubernamental, surgieron el Teatro del Pueblo y el Teatro Guiñol de las Misiones Pedagógicas. Los teatros universitarios, como La Barraca, intentaron llevar la cultura a los pueblos, siendo esta última la única experiencia que alcanzó cierto éxito popular.
Enfrentamiento entre una Moral Autoritaria y el Deseo de Libertad
Lo que impacta al lector o espectador de La Casa de Bernarda Alba no es tanto la anécdota argumental, sino el mundo interior representado en escena. El tema central de la obra es el conflicto entre una moral autoritaria, rígida y convencional, y el deseo de libertad. Entre los temas secundarios o motivos destacan:
- a) El amor sensual y la búsqueda del varón.
- b) La hipocresía (el mundo de las falsas apariencias).
- c) Los sentimientos de odio y envidia.
- d) La injusticia social.
- e) La marginación de la mujer.
- f) La honra.
El Tema Central: Moral Autoritaria vs. Deseo de Libertad
El núcleo de La Casa de Bernarda Alba refleja una constante en el teatro de Lorca: la represión ejercida por una moral estricta y autoritaria frente a las ansias de libertad de los oprimidos. Este enfrentamiento representa dos actitudes vitales y dos ideologías opuestas. El autoritarismo de Bernarda se manifiesta desde su primera intervención, con la palabra ¡silencio!, que define su actitud y carácter. Este principio de autoridad responde a una visión clasista del mundo, basada en una moral social rígida. Bernarda se preocupa por mantener la “buena fachada” familiar, aunque su casa-cárcel, ese “sepulcro blanco”, albergue una tormenta interna que, a pesar de su vigilancia, acabará estallando. Por ello:
- Marca rígidamente el comportamiento de sus hijas respecto a los hombres.
- Restablece el orden cuando sus hijas discuten.
- Todas las mujeres de la casa deben someterse a su disciplina.
Bernarda impone un orden que se identifica con el orden mismo. A lo largo del drama, se revela que detrás de este principio de autoridad yace una fuerza más oscura y primitiva: el instinto de poder. Frente a este instinto, se opone el deseo sexual y la búsqueda de libertad. El impulso amoroso de Adela y su deseo de libertad son más fuertes que el miedo a la autoridad materna. Desde el inicio, Adela muestra su rebeldía:
- Lleva un abanico de flores rojas y verdes, desafiando el luto.
- Se prueba un vestido verde y lo luce ante las gallinas.
- Expresa su deseo de libertad y su decisión de romper con las normas de Bernarda.
Finalmente, se produce un enfrentamiento directo con su madre, donde Adela arrebata y rompe el bastón, símbolo de la autoridad, defendiendo su libertad. En este mundo opresivo, solo hay dos salidas para quienes no aceptan la ley de Bernarda: la locura, como forma extrema de evasión, o el suicidio.
Temas Principales y Secundarios en La Casa de Bernarda Alba
a) Diferencias entre Hombre y Mujer. Marginación de la Mujer
Lorca denuncia las diferencias de comportamiento impuestas a hombres y mujeres, y la marginación femenina en la sociedad de su época. Para ello, contrapone dos modelos de comportamiento femenino: el basado en una moral relajada y el basado en la honra y la decencia.
b) Mujer y Tragedia
La Casa de Bernarda Alba, subtitulada “Drama de mujeres”, presenta un elenco exclusivamente femenino. Los personajes femeninos se abordan desde la perspectiva de la soledad y la ausencia, buscando en el hombre un ser deseado y necesario para alcanzar la felicidad. Este hombre es visto como una figura de fuerza y violencia, movido por el amor y el erotismo instintivo, que somete a la mujer a su voluntad tras el matrimonio.
c) La Honra
Ligado a las apariencias y al amor, se desarrolla el tema de la honra. Bernarda se guía por principios convencionales y rígidos que exigen un comportamiento público intachable, es decir, una imagen social u honra limpia e inmaculada.
d) La Hipocresía
La preocupación por la opinión ajena, el miedo al rumor, el deseo de aparentar y la hipocresía que oculta la realidad son motivos recurrentes en la obra. Esta obsesión por las apariencias se refleja simbólicamente en la limpieza. La necesidad de aparentar define a Bernarda, un personaje poderoso pero sometido al “qué dirán”.
e) La Injusticia Social. El Clasismo
La obra presenta una jerarquía social definida que los personajes aceptan sin cuestionar. Las relaciones humanas están marcadas por la crueldad y la mezquindad de las clases superiores hacia las inferiores, y por la sumisión resignada de estas últimas, especialmente hacia Bernarda.
f) El Odio y la Envidia
Las relaciones en la obra están dominadas por el odio y la envidia, presentes tanto entre diferentes clases sociales como dentro de la misma familia. La desigualdad social es la causa principal, pero también la falta de libertad y el deseo de felicidad generan tensiones entre los personajes.