Modernismo Literario: Características y Figuras Clave (Rubén Darío y Delmira Agustini)

El Modernismo: Características Generales y Figuras Representativas

A finales del siglo XIX, surge en la literatura un grupo de escritores que buscan una profunda renovación, alejándose de la estética realista y naturalista. Esta renovación, sin embargo, no fue uniforme. Algunos autores se evadían de la realidad buscando la belleza formal, mientras que otros se comprometían con ella.

La primera tendencia, conocida como Modernismo, nace en Hispanoamérica. Aunque se encuentra la presencia de esta nueva estética en la prosa juvenil del cubano José Martí, es el nicaragüense Rubén Darío el fundador del movimiento, extendiéndose desde 1888 (año de publicación de Azul) hasta 1916 (fecha de la muerte del poeta).

Influencias del Modernismo

El Modernismo es el resultado de un movimiento sincrético, influenciado por varias escuelas posrománticas europeas, principalmente:

  • Parnasianismo: Se imita la belleza formal, sometiendo el poema al rigor métrico, con un léxico selecto y depurado, rico en cromatismo y plasticidad. También se adopta el deseo de evasión espacio-temporal, ambientando las obras en civilizaciones lejanas y exóticas (Grecia antigua, Oriente, mundo bíblico o medieval).
  • Simbolismo: Se intensifica el subjetivismo, proclamando que bajo las apariencias del mundo sensible subyace una realidad oculta. De ahí el gusto por lo esotérico y el uso del símbolo para desentrañar el sentido profundo de la realidad. Se da gran importancia al cromatismo y a la musicalidad del poema.
  • Decadentismo: Se adopta una expresión sofisticada y esteticista, el gusto por temas sórdidos y una visión sensual y nihilista de la realidad.

Además de estas influencias francesas, está presente la huella de la tradición literaria española, en especial la de Bécquer y Rosalía de Castro.

Características Principales del Modernismo

  1. Desazón Romántica: Influencia becqueriana con rechazo de la sociedad vulgar; sensación de desarraigo y soledad; defensa de las pasiones y lo irracional, dando paso al misterio, lo fantástico y los sueños. Se manifiestan sentimientos de hastío, melancolía y angustia, reflejados en símbolos como la noche y el otoño.
  2. Evasión: El hastío lleva a la evasión en el tiempo (pasado nacional, fuentes históricas y legendarias, mitología clásica) y en el espacio (Oriente y lo exótico).
  3. Cosmopolitismo: El escapismo se une al cosmopolitismo, buscando algo distinto al lugar de origen. Este cosmopolitismo desembocó en la devoción por París.
  4. Temas Indígenas e Hispánicos: Se cultivan temas de leyendas precolombinas y españolas, inicialmente como forma de evasión y luego como oposición al imperialismo norteamericano. Por ejemplo, en Cantos de vida y esperanza, Darío exalta lo español como un conjunto de valores culturales frente a la civilización estadounidense.
  5. Panhispanismo: A raíz del desastre del 98 y la expansión de Estados Unidos, algunos escritores promueven el reforzamiento de los lazos con otros países hispanohablantes, descubriendo el legado cultural de España y sus valores morales y espirituales como vínculo común.
  6. Amor y Erotismo: Se presenta en dos vertientes: la idealización de la mujer y el amor (mundos inalcanzables que acentúan la frustración y tristeza) y el erotismo, encarnado en la mujer fatal, lasciva y dominadora (Ej. “Venus” de Azul).
  7. Renovación Métrica: Influencia francesa con la adopción de versos alejandrinos, dodecasílabos y eneasílabos, aunque se sigue cultivando el octosílabo y el endecasílabo. Aparecen versos inexplorados (15 y 17 sílabas). El soneto (en versos alejandrinos) y la silva son estrofas predilectas.
  8. Preocupación Formal: Se prioriza la forma sobre el contenido. Se emplean recursos fónicos (aliteraciones y paralelismos) para crear musicalidad. Las sinestesias son frecuentes. Hay motivos recurrentes que funcionan como símbolos: el cisne (elegancia, enigma), el jardín, la luna.
  9. Recuperación de la Fantasía: Frente al Realismo, se reivindica la imaginación y renace el interés por la magia y el ocultismo.
  10. Modernismo Español: Atenuó el exotismo y dio a su poesía un carácter más introspectivo, influenciado por la lírica posromántica de Bécquer (soledad, melancolía, ambientes tenebrosos y misteriosos). Se abandona la estética formal e inicia una búsqueda de temas metafísicos y trascendentales, centrándose progresivamente en la tradición y la realidad de España.

Delmira Agustini, aunque posterior a la etapa inicial del Modernismo, es una figura clave que representa la vertiente más sensual y simbólica del movimiento en Hispanoamérica.