Modernismo y Generación del 98
Contexto Histórico y Literario
El Modernismo y la Generación del 98 representan dos caras de la misma moneda en la literatura española de finales del siglo XIX y principios del XX. Mientras que el Modernismo se centra en la estética y se desliga de la política, la Generación del 98 se compromete intelectualmente con la situación de España. Inicialmente, el término “Modernismo” englobaba ambas corrientes, pero Azorín acuñó el término “Generación del 98”, destacando la preocupación común por España.
Características Comunes
Ambos movimientos compartieron un espíritu renovador tanto en la forma como en el fondo, explorando la intimidad individual y la proyección social, tanto en verso como en prosa. Ambos responden a la crisis burguesa del siglo XIX, que afectó la filosofía, la organización social, la moral y la expresión artística. Por tanto, se pueden considerar parte de un mismo movimiento.
Generación del 98
Autores Principales
Ramiro de Maeztu, Pío Baroja, Miguel de Unamuno, José Martínez Ruiz “Azorín”, Ramón del Valle-Inclán.
Temas Recurrentes
- El tema de España: Un profundo interés por el paisaje (especialmente Castilla) y la vida cotidiana de sus pueblos.
- La intrahistoria: La vida de la gente común.
- Las preocupaciones existenciales: Influenciados por Nietzsche, Bergson y Kierkegaard, los autores de la Generación del 98 se cuestionan el sentido de la vida.
Características del Lenguaje Literario
- Exigente cuidado del estilo: Rechazo de los tópicos y búsqueda de la precisión y la belleza en la expresión.
- Profundidad psicológica: Se adentran en las almas de los personajes.
- Sobriedad expresiva.
- Gusto por las palabras tradicionales: Buscan la esencia del alma popular.
Géneros Literarios
Predominan la novela y el ensayo. La novela se centra en el mundo interior de los personajes, a menudo con narrador en primera persona y múltiples perspectivas. La trama cede terreno a la divagación intelectual, difuminando los límites entre géneros. Los diálogos extensos se acercan al teatro, mientras que el lenguaje cuidado recuerda a la lírica. El ensayo sirve para reflexionar sobre ideas filosóficas.
Modernismo
Orígenes e Influencias
Surge en Hispanoamérica con Azul de Rubén Darío (1888), quien lo introduce en España. Influenciado por el Simbolismo francés, especialmente Rimbaud, Verlaine, Mallarmé y Valéry.
Estética y Renovación Poética
Reacciona contra la decadencia del lenguaje poético realista, buscando recuperar la belleza sensorial y rítmica. El “arte por el arte”, la búsqueda de la belleza en sí misma, se convierte en una propuesta provocadora y antiburguesa.
Recursos Literarios
Utilizan la luz, el color, la musicalidad, las aliteraciones, las repeticiones, las anáforas y los paralelismos. Abundan los adjetivos, buscando palabras nuevas y exóticas. Renuevan la métrica, creando nuevos metros y recuperando otros olvidados. Experimentan con la rima, especialmente las agudas y esdrújulas, y utilizan el versículo y la prosa poética. Estas innovaciones influyeron en autores como Manuel y Antonio Machado, Valle-Inclán y Juan Ramón Jiménez.
Novecentismo o Generación del 14
Comparte con la Generación del 98 la preocupación por España, pero rechaza su visión dramática y subjetiva, adoptando una postura más equilibrada e intelectual.
Principales Novelistas
- Ramón Pérez de Ayala (1880-1962): Prosa elegante, abundantes digresiones intelectuales y experimentación con la técnica narrativa. Obras: Troteras y danzaderas (1913), Belarmino y Apolonio (1921) y Tigre Juan (1926).
- Gabriel Miró (1879-1930): Crea un mundo de percepciones sensoriales, recreando la realidad con impresiones propias. Novelas basadas en descripciones paisajísticas y ambientales. Estilo elaborado y lírico. Obras: Nuestro Padre San Daniel (1921) y El obispo leproso (1925).
- Ramón Gómez de la Serna (1891-1963): Literatura como juego, con incoherencias y humor. Crea las greguerías, asociaciones ingeniosas de ideas relacionadas de forma irracional.
Ensayo
- José Ortega y Gasset (1883-1955): Filósofo y ensayista. Introduce los conceptos de “circunstancia” y “perspectivismo”. Preocupado por España y la “rebelión de las masas”. Prosa bella y retórica, con estilo oratorio.
Antonio Machado (1875-1939)
Influenciado por el Simbolismo y el Modernismo. Su poesía explora la búsqueda del yo, el tiempo y la muerte.
Soledades (1903)
Poesía intimista centrada en las emociones. Utiliza símbolos como la fuente, el camino, el atardecer, el espejo y los sueños.
Campos de Castilla (1912)
Temas: el paisaje castellano, la decadencia española, la muerte de Leonor, la injusticia social. Denuncia social y compromiso con la regeneración de España.
Obras Posteriores
Nuevas Canciones (1924): poemas breves de inspiración popular. Poesías de la Guerra (1936): poesía comprometida con la República.
Juan Ramón Jiménez (1881-1958)
Poesía subjetiva centrada en la mujer, la poesía y la muerte. Búsqueda de la “palabra exacta”.
Etapas
- Etapa Sensitiva (1898-1915): Influencia modernista, tono melancólico. Obras: Arias Tristes (1903), Jardines lejanos (1903), Estío (1916), Platero y yo (1914).
- Etapa Intelectual (1916-1936): Búsqueda de la poesía pura. Obras: Diario de un poeta recién casado, Eternidades (1918), Piedra y Cielo (1921), Belleza (1923).
- Etapa Suficiente o Verdadera (1937-1958): Dominio del verso libre, lenguaje hermético. Obras: En el otro costado, Dios deseado y deseante, Espacio. Premio Nobel en 1956.
Miguel de Unamuno (1864-1936)
Temas: el problema de España y las dudas existenciales.
Géneros y Estilo
Cultiva el ensayo y las “nivolas” (novelas filosóficas). Su estilo es vivo y expresivo, mezclando términos cultos y coloquiales. Obras: Amor y pedagogía (1902), Niebla (1914), San Manuel Bueno, mártir (1930).
Pío Baroja (1872-1956)
Estructura abierta y fragmentaria. Personajes solitarios e inconformistas. Lenguaje sencillo y directo. Agrupa sus novelas en trilogías.
Ramón María del Valle-Inclán (1866-1936)
Cultiva y mezcla todos los géneros. Obras modernistas: Féminas (1895), Sonatas. Crea el esperpento, una deformación grotesca de la realidad, en obras como Tirano Banderas (1926) y la trilogía El ruedo ibérico.