La Novela Española desde la Posguerra hasta los Años 90
Contexto Histórico y Literario
Al finalizar la Guerra Civil, en España da comienzo la dictadura de Franco, que supone represión y censura, provocando un empobrecimiento de la cultura que, poco a poco, va abriéndose a nuevas vías de expresión. A nivel internacional, el final de la Segunda Guerra Mundial supone la separación del mundo en dos bloques, originándose la llamada Guerra Fría, un periodo marcado por notables avances científicos.
La novela de posguerra supone una renovación del realismo, una pérdida de importancia de la historia, cierta tendencia a la dramatización y la centralización en los problemas del héroe.
Autores del Exilio y la Novela Nacionalista
Continúan escribiendo novelistas de épocas anteriores, tanto en España como en el exilio, poniendo la literatura al servicio de la política con temas como la Guerra Civil, el nazismo, la Segunda Guerra Mundial o la añoranza por la patria perdida. Entre los autores del exilio destacan:
- Arturo Barea: La forja de un rebelde, que mezcla realidad, fantasía y tintes autobiográficos.
- Max Aub: Las buenas intenciones, que va desde la narrativa tradicional a la más vanguardista.
- Ramón J. Sender: Réquiem por un campesino español.
- Francisco Ayala: La cabeza del cordero y El jardín de las delicias.
- Rosa Chacel: Acrópolis y Memorias de Leticia Valle.
Dentro de la novela nacionalista encontramos a Concha Espina, quien aporta su visión sobre la Guerra, realizando un duro ataque a los vencidos en Retaguardia, y Gonzalo Torrente Ballester con Javier Mariño.
El Tremendismo Social de los Años 40
Según avanza la década de los 40, se continúan tratando temas relacionados con la Guerra Civil, centrándose en sus consecuencias y la desolación que esta deja, apareciendo el tremendismo social con novelas como:
- La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela.
- Nada, de Carmen Laforet.
- La sombra del ciprés es alargada, de Miguel Delibes.
Estas obras suponen un giro en la novela; están narradas en primera persona, mostrando el clima de opresión y desolación del momento, aportando una visión cruda y sórdida de la realidad y cierta ternura por los seres desvalidos.
El Realismo Objetivista de los Años 50
La Colmena, de Camilo José Cela, aporta una imagen del Madrid de 1942 y enmarca lo que será la novela de los años 50: una novela de tintes realistas e influencias de autores franceses y norteamericanos denominada realismo objetivista, que refleja la realidad de manera cruda y objetiva, a modo de documental, mostrando al ser humano como un individuo cuyo único fin es sobrevivir. Sus principales representantes son:
- Ana María Matute: Los mercaderes y Solo un pie descalzo.
- Ignacio Aldecoa: El fulgor y la sangre.
- Carmen Martín Gaite: Entre visillos, Nubosidad variable y ensayos como Los usos amorosos en el siglo XVIII.
- Rafael Sánchez Ferlosio: Industrias y andanzas de Alfanhui y ensayos como El alma y la vergüenza.
El Realismo Social
El realismo social se caracteriza por una novela más idealista, crítica y comprometida que lucha contra la represión, en la que destaca la narración lineal donde el tiempo y el espacio se concretan mucho y prima el contenido frente a la forma. El escritor no permanece al margen de los problemas sociales. Destacan:
- Juan Marsé.
- Juan Goytisolo: El mañana efímero y Duelo en el paraíso.
- Luis Goytisolo.
- Juan García Hortelano: Nuevas amistades y La gramática parda.
- Francisco Umbral: Las ninfas, muy vinculado al periodismo.
La Novela de los Años 60: Innovación y Experimentación
La novela de los 60 no ejerce en el ámbito social el protagonismo esperado. Se produce un cambio de rumbo con autores que dejan atrás la temática de la Guerra y tratan de afianzar su personalidad artística, alcanzando una mayor intelectualización mediante la búsqueda de innovaciones narrativas que analizan la sociedad desde distintos puntos de vista, llegando incluso a mezclar géneros y abandonando la narración lineal. El monólogo interior está muy presente, invitando a la reflexión y acercándose al ensayo, en busca de un lector culto e instruido. Destacan:
- Tiempo de silencio, de Luis Martín Santos.
- Señas de identidad y Fin de fiesta, de Juan Goytisolo.
- Cinco horas con Mario y Las ratas, de Miguel Delibes.
La Novela Intelectual
Gonzalo Torrente Ballester, con Don Juan, y Luis Martín Santos, con Tiempo de silencio, abren el campo de la novela intelectual, que rompe con la novela social buscando renovarse. En ella interesa la forma frente al contenido. Destaca La saga/fuga de J.B., de Torrente Ballester, en la que hay una mezcla temporal y una visión crítica de la historia; Juan sin tierra, de Juan Goytisolo; y Volverá a esa región, de Juan Benet.
La Novela Experimental
La novela experimental empieza a abrirse paso con obras como El talón de Aquiles y Los verdes de mayo hasta el mar, de Luis Goytisolo, y diversas obras de Juan Marsé.
La Novela de los Años 70: Diversidad y Confluencia
La novela de los 70 se caracteriza por la confluencia de numerosas corrientes y autores, y carece de un estilo definido. Sigue desarrollándose la novela tradicional y encontramos autores contrarios al régimen, como Manuel Vázquez Montalbán, gran representante de la novela policíaca, y Eduardo Mendoza, con La verdad sobre el caso Savolta, quienes tienden a intelectualizar la novela.
La novela de los 70 destaca por su argumento mínimo y la necesidad de intervención del lector mediante la imaginación. Pasado y presente se mezclan, y los personajes pierden importancia a favor de los hechos. Destacan autores como:
- Antonio Muñoz Molina: Un invierno en Lisboa.
- Javier Marías: Travesía del horizonte.
- Julio Llamazares: La lluvia amarilla.
- José Antonio Gabriel y Galán: Punto de referencia y A salto de mata.
- Juan José Millás: Letra muerta.
- Luis Landero: Juegos de la edad tardía.
- Soledad Puértolas: Con la miel en los labios.
- Esther Tusquets: El silencio de las sirenas.
La Novela de los Años 80: El Boom Editorial
Durante la década de los 80, la obra se simplifica con el fin de atraer al lector, buscando un destinatario amplio y, en gran parte, incitados por las editoriales. Por lo que se produce un boom editorial y surgen numerosos autores, en su mayoría efímeros. Destacan:
- Manuel Vázquez Montalbán: Asesinato en el comité central.
- Almudena Grandes: Malena es un nombre de tango y Las edades de Lulú.
- Arturo Pérez-Reverte: La tabla de Flandes y La piel del tambor.
- Martín Casariego.
- Carlos Ruiz Zafón.
La Novela de los Años 90: Acción y Best-Sellers
En los años 90, predominan las novelas de acción y el reportaje, así como los best-sellers de gran tirada. Son autores que han viajado mucho y conocen gran variedad de culturas, como Javier Marías, con Corazón tan blanco. Aunque continúan escribiendo también autores de décadas anteriores, como Antonio Gabriel y Galán, con Muchos años después, y Miguel Delibes, con Diario de un jubilado.