Novecentismo y Generación del 14: El Ensayo y la Novela Novecentista
El Novecentismo es un movimiento literario español cuyo nombre se refiere al siglo XX (años 1900), con el propósito de marcar una clara ruptura con la literatura decimonónica del siglo XIX. Este movimiento también se corresponde con la Generación del 14, año en el que comenzó la Primera Guerra Mundial, e incluye a autores nacidos sobre 1880. El Novecentismo se caracteriza por recoger la preocupación por el problema de España de la Generación del 98, pero bajo un prisma distinto. Los autores del Novecentismo abogan por una apertura al mundo exterior, como Europa, como solución al problema de España, opuesto al subjetivismo anterior. Además, defienden la necesidad de modernizar el país con la educación, la cultura y la ciencia, frente al atraso español y el tradicionalismo de la Generación del 98, y la importancia de institucionalizar el mundo cultural, creando instituciones que promuevan la cultura desde el poder. Asimismo, en la Generación del 14 nace la figura del intelectual, que realiza una crítica social en prensa.
El Ensayo Novecentista
El ensayo fue el género preferido por los novecentistas, ya que les permite reflexionar sobre el problema de España. Ortega y Gasset es uno de los intelectuales y ensayistas más importantes de España, quien escribió ensayos donde aborda temas filosóficos y realiza crítica. Sus obras más notables son: Meditaciones del Quijote, España invertebrada, La deshumanización del arte, donde critica las vanguardias, y La rebelión de las masas.
Aparte de Ortega y Gasset, hubo otros autores que cultivaron el ensayo, como Eugenio D’Ors, creador de las glosas, Gregorio Marañón, desde su condición de médico endocrino, Manuel Azaña, quien sería Presidente de la Segunda República, y Salvador de Madariaga.
La Novela Novecentista
Por otro lado, también hubo autores novecentistas, como Ramón Pérez de Ayala y Gabriel Miró, que desarrollaron la novela. La producción novelística de Ramón Pérez de Ayala se inscribe en la novela intelectual o de ideas. Destaca la tetralogía autobiográfica de Alberto Díaz de Guzmán, un hombre abúlico, compuesta de las obras Tinieblas en las cumbres, donde el joven Alberto se enfrenta al mundo y a sí mismo, AMGD, que significa ‘a la mayor gloria de Dios’ y muestra una visión anticlerical, La pata de la repasa y Troteras y danzaderas, que retratan el Madrid bohemio. Por otra parte, la novela de Gabriel Miró pertenece a la novela descriptiva, que captura la realidad. Destacan Las cerezas del cementerio, Nuestro Padre San Daniel y El obispo leproso, estas dos últimas ambientadas en la ficticia Oleza, Orihuela en la realidad.
Juan Ramón Jiménez: Poeta Clave del Novecentismo
Juan Ramón Jiménez es el máximo representante de la poesía novecentista, y posiblemente sea el autor más célebre del movimiento, ganando el Premio Nobel de Literatura en 1956. La obra del autor onubense se divide en diferentes etapas:
- Etapa sensitiva (o modernista): Juan Ramón Jiménez muestra una sed de belleza idílica y exótica en torno a la percepción sensorial de la realidad. Busca la belleza como medio de evasión. Las obras más notorias de este periodo son Ninfeas, Almas de violeta y Arias tristes.
- Etapa intelectual: Es donde se desarrolla la poesía pura o desnuda, caracterizada por una búsqueda intelectual de la realidad oculta de las cosas, la esencia que subyace tras la apariencia. El poeta presenta una sed de conocimiento que le lleva a hallar la esencia, a través del nombre, eliminando los adjetivos y cultismos añadidos a la poesía. Destaca Diario de un poeta recién casado (1917), que nace tras un viaje del autor con la poeta Zenobia Camprubí. En el poema aborda el tema de la metrópoli, particularmente Nueva York, que es poetizada a través del uso del verso libre, sin métricas específicas pero con repeticiones de estructuras sintácticas, y de un poema en prosa.
- Etapa verdadera (o poesía metafísica): Refleja la influencia de la mística y plantea interrogantes sobre el sentido de la vida, y muestra una sed de eternidad, buscando fusionarse con la totalidad de la creación en un intento por trascender y alcanzar lo infinito, la inmortalidad. Su obra Dios deseado y deseante aborda temas sobre la existencia y el más allá.
La Generación del 27
La Generación del 27 fue un grupo poético que surgió en 1927 durante la conmemoración del tercer centenario de la muerte de Góngora en el Ateneo de Sevilla. Sus integrantes nacieron entre finales del siglo XIX y principios del XX, en su mayoría provenientes de familias acomodadas, lo que les permitió recibir una sólida formación universitaria en la Institución Libre de Enseñanza. Muchos de ellos convivieron en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde figuras como Albert Einstein y Marie Curie dieron sus conferencias, y forjaron amistades que quedaron reflejadas en sus obras mediante dedicatorias. Colaboraron en revistas literarias como La Revista de Occidente y fueron influenciados por maestros como JR Jiménez y Ramón Gómez de la Serna. También participaron en iniciativas culturales impulsadas por la Primera República, como Las Misiones Pedagógicas y el grupo teatral La Barraca, dirigido por Federico García Lorca. Los poetas del 27 se caracterizaron por combinar la vanguardia con la tradición, con influencias tanto de la poesía francesa e inglesa como de autores españoles clásicos: entre ellos Garcilaso de la Vega, Bécquer y Góngora. Abordaron temas tradicionales como el amor, presente en las obras de Salinas, o la infancia como paraíso perdido en Alberti.
Etapas de la Generación del 27
- Primera etapa (hasta 1927): Los poetas escriben en la línea de las vanguardias, habiendo influencias futuristas, que exalta la técnica y la fuerza, en Salinas, quien escribió un poema a la bombilla eléctrica, y Alberti al billete de tranvía. Gerardo Diego adoptó el creacionismo y Jorge Guillén por la Poesía Pura, caracterizada por la sencillez y la ausencia de ornamentos. Paralelamente, se exploró el neopopularismo, basado en el folclore y la poesía tradicional, con obras destacadas como Romancero gitano de Lorca y Marinero en Tierra de Alberti. En esta etapa predominó el uso de la metáfora y la combinación de metros tradicionales, como el romance o el soneto, con el verso libre.
- Segunda etapa (hasta la Guerra Civil española): Recibe influencia del Surrealismo, corriente que busca liberar al ser humano de las ataduras sociales indagando en el inconsciente a través de sentimientos irracionales como el miedo, la repulsión o el desconcierto. Esto se mostró en el manifiesto Por una poesía sin pureza, publicado por Neruda en su revista Caballo Verde para la poesía. Destacan obras como Poeta en Nueva York de Lorca, Sobre los ángeles de Alberti, La destrucción o el amor de Vicente Aleixandre y La realidad y el deseo de Luis Cernuda.
- Tercera etapa (tras la Guerra Civil): Las circunstancias se reflejan en temas como la nostalgia, el exilio, la añoranza a la patria perdida, la derrota o el ataque a los vencedores. Sobresalen obras como Hijos de la ira de Dámaso Alonso y Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre. En 1977, Vicente Aleixandre recibió el Premio Nobel de Literatura, consolidando la relevancia de la Generación del 27 dentro de la llamada Edad de Plata de la literatura española.
Federico García Lorca: Teatro y Drama
Por otro lado, Federico García Lorca fue el dramaturgo más destacado del grupo. Su obra se divide en cuatro bloques. Entre sus primeras obras destaca El maleficio de la mariposa. En su teatro de vanguardia sobresale El público. Finalmente, sus obras más importantes forman parte del teatro mayor, con la Trilogía dramática de la tierra española: Bodas de Sangre, Yerma y La Casa de Bernarda Alba. Su teatro se caracteriza por visibilizar a los colectivos marginados, especialmente las mujeres, y por tratar el conflicto entre la represión social y el deseo de libertad, utilizando un lenguaje poético y elementos simbólicos como los gestos y la vestimenta.