Contexto Histórico y Literario de *Cien Años de Soledad*
Cien Años de Soledad, la aclamada novela de Gabriel García Márquez, fue escrita entre 1965 y 1966 en Ciudad de México y publicada por primera vez en 1967 en Buenos Aires. La obra se ubica en la historia de Colombia entre mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX, una época marcada por las guerras civiles que enfrentaron a los nacientes partidos liberal y conservador. Estos partidos debatían las ideologías de régimen federalista y centralista en el país.
Contexto Social
Cuando se escribió *Cien Años de Soledad* en 1967, la literatura no abandonó la preocupación social que había precedido años anteriores, sino que se centró en ella, añadiendo mayor complejidad y preocupación formal, unidas al compromiso ético. Era una época muy convulsionada por las guerras internas y la gran influencia de los Estados Unidos en las políticas gubernamentales. Esto se ve reflejado en la masacre de los trabajadores de la compañía bananera por orden del gobierno a solicitud de los directivos de esa compañía. Estas guerras influyeron en la literatura hasta el punto de que la narrativa colombiana de estas décadas ha sido designada como “literatura de la violencia”.
*Luces de Bohemia*: Reflejo de la Crisis de Fin de Siglo
Desde finales del siglo XIX, España arrastraba la llamada “crisis de fin de siglo”, promovida por la confrontación ideológica y que culmina con el conocido como el año del desastre en 1898 (con la independencia de Cuba y Filipinas). Entre los acontecimientos históricos del siglo XX, debemos destacar el reinado de Alfonso XIII, que desembocó en la dictadura de Primo de Rivera, seguida por la Segunda República y la posterior Guerra Civil española.
Literariamente, dos movimientos se desarrollan en esta época: el Modernismo y la Generación del 98. Ambos surgen como reacción contra la cultura y la literatura del siglo pasado, revelando su insatisfacción ante el mundo. Estos escritores abogan por la renovación lingüística y adoptan una actitud crítica frente al mundo.
A pesar de las diferencias entre modernistas (lenguaje culto, evasión de la realidad, retoricismos…) y noventayochistas (lenguaje popular, preocupación por la realidad, prosa…), algunos escritores participan en ambas tendencias, como Valle-Inclán y Antonio Machado. Valle-Inclán vivió en una de las épocas más conflictivas de la historia de España y, aunque sus comienzos literarios se sitúan en el Modernismo, vemos un claro cambio ideológico plasmado en su literatura, con un carácter más crítico y llena de preocupaciones provocadas por los conflictos históricos; características propias de la Generación del 98.
*La Verdad Sobre el Caso Savolta*: Un Retrato de la España de Principios del Siglo XX
Contexto Histórico
La obra se sitúa entre los años 1917 y 1919, y en ella se recrea el auge de los negocios durante la guerra europea, la crisis económica y social. Hay abundantes referencias a los acontecimientos políticos y a las tensiones entre las clases sociales. La neutralidad española en la Primera Guerra Mundial produjo grandes ventajas económicas para diversos sectores. España suministró productos diversos, alimentos básicos, calzado, tejidos, municiones… Las industrias catalanas se vieron implicadas en esta situación, fabricaron multitud de productos y suministró beneficios a la clase burguesa y gran descontento a la clase proletaria. Este ambiente de descontento provocó disturbios y huelgas, que culminó en 1916 con la primera huelga general en todo el país.
El conflicto se convirtió en un enfrentamiento entre patronal y obreros, cuyas organizaciones, sobre todo la UGT (Unión General de Trabajadores) y CNT (Confederación Nacional del Trabajo), tenían una gran fuerza. En 1917 se declaró la huelga general revolucionaria, reprimida con extrema dureza por parte del ejército y la policía, aliados con la oligarquía catalana. Además, se formaron redes de gánsteres a sueldo y un clima de gran inseguridad política. La industria catalana fabricaba material de guerra destinado a los aliados, sobre todo a Francia, lo que llevó a redes de espionaje y chantajes que intentaban cortar este sector industrial. Como resultado de esta serie de luchas y chantajes, se produjo el atentado que inspira el título de la novela: el asesinato del fabricante de armas José Alberto Barret y Monet.
Contexto Literario
En los años 70 se produce un cansancio ante los excesos de la experimentación de la década de los 60, y la vuelta al relato tradicional y al argumento, desde una óptica irónica y distante. Se vuelve al mundo de lo personal, no hay un análisis complejo del mundo ni tampoco hay personajes de envergadura; el narrador suele ser el protagonista. Se produce una influencia de los medios de comunicación, que impulsan el gusto por géneros como la novela-reportaje, siguiendo el esquema del periodismo de investigación, y la cultura de masas. Existe una atención a lo formal: son obras bien escritas, pero no profundizan en las posibilidades creativas del lenguaje. El estilo es realista y tradicional. Los espacios oscilan entre lo conocido (la ciudad de provincias, el barrio) y lo cosmopolita y exótico.
Destacan autores como Juan Benet (*Una meditación*, que consiste en un largo monólogo), Juan Marsé, que se consagra en esta década con obras como *Si te dicen que caí*; Francisco Umbral, brillante novelista y periodista, se da a conocer con obras como *Mortal y rosa*. En los 70 siguen escribiendo también escritores consagrados, como Cela, Delibes o Torrente Ballester. Una de las obras más importantes de esta década es *La verdad sobre el caso Savolta* (1975) de Eduardo Mendoza.
*Don Juan Tenorio*: Un Clásico del Romanticismo Español
La obra leída del siglo XIX es Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, dramaturgo romántico por excelencia. La acción dramática de esta obra se sitúa en Sevilla durante el siglo XVI. Don Juan es un apuesto conquistador que, motivado por una apuesta, decide enamorar a doña Inés. La familia de la novicia no lo acepta; en un enfrentamiento, don Juan mata a su padre y huye. Cuando regresa, doña Inés ha muerto de amor y su espíritu se aparece ante el protagonista en el sepulcro de los Tenorio. Ella le pide que se arrepienta para que ambos consigan la salvación eterna, que al final consiguen gracias al amor.
Estructura y Estilo
El drama se divide en dos partes entre las que transcurren cinco años y cada una abarca una noche. Cada una de las partes se subdivide en siete actos que se distribuyen cuatro en la primera parte y tres en la segunda. Los actos aparecen titulados siguiendo una costumbre romántica de influencia alemana o francesa. La estructura interna de la obra se establece sobre paralelismos y simetrías (por ejemplo, en el primer acto se presentan los diálogos paralelos entre Butarelli y Ciutti y entre Butarelli y don Juan).
Con respecto al espacio y al tiempo, cabe decir que no se respetan las tres unidades, ya que la acción transcurre en diferentes lugares (la posada, el convento…) y el marco temporal abarca, en cada acto, una noche cada uno y, entre ambos actos, transcurren cinco años.
Personajes
Hablar sobre los personajes supone detenerse en la figura de don Juan, que es un individuo obsesionado por coleccionar amores y que corre desenfrenadamente hacia la muerte y la perdición. Don Juan proviene de la tradición literaria universal: caballero libertino, seductor y fanfarrón cuyas pasiones están dominadas por el destino; consigue equilibrar su final gracias al amor –del que tantas veces se ha burlado– de doña Inés, que lo salva. Un conjunto de personajes secundarios enriquecen la obra: el antagonista Luis Mejía –personaje paralelo a don Juan–, don Gonzalo de Ulloa –que representa el código del honor clásico–, Brígida –la criada celestinesca–, Ciutti –sirviente de don Juan y muestra cercana al gracioso del teatro del Siglo de Oro–.
Temas Románticos
Esta obra es, posiblemente, la que mejor define los rasgos del Romanticismo y se podrían encontrar en ella ejemplos de todos, como se pone de manifiesto en los temas tratados:
- El destino: el protagonista es un ser determinado por los condicionantes sociales, que le obligan a actuar contra su voluntad.
- El amor –pasión y fuego–: se expresa de forma hiperbólica, exagerada, es un sentimiento que arrastra inexorablemente el discurrir vital de los personajes.
- El satanismo: casi todos los personajes hacen referencia a don Juan como”un sataná”, según don Luis Mejía;”un diabl”, para Brígida;”un hijo de Sataná”, para don Gonzalo;”Lucife”, según el escultor; pero todas estas opiniones identifican a don Juan con un diablo desde el punto de vista social porque es capaz de rebelarse contra todo lo establecido.
- La magia y la fantasía: el propio subtítulo de la obra enmarca la acción en el plano de lo sobrenatural y la magia: “drama religioso fantástico”.
- El plazo: la idea del tiempo que discurre de una forma inexorable se convierte en uno de los elementos claves de la obra.
- Maniqueísmo: toda la obra se basa en el enfrentamiento entre el bien y el mal, Dios y el diablo, conflicto propio del auto sacramental que el autor supo trasladar al drama y dotarle de éxito.
Con todos estos elementos, el personaje se sitúa en la grandeza del mito y, gracias a la construcción popular y al ritmo vivo del verso, sus representaciones aún tienen gran éxito.