Panorama de la Literatura y el Periodismo Españoles hasta 1939

Literatura Española hasta 1939

La Narrativa Española del Siglo XX (hasta 1939)

El amplio movimiento de renovación cultural y artística que se produce en España entre finales del siglo XIX y principios del XX tiene su reflejo en el género novelístico. Esta renovación puede ejemplificarse en escritores de la Generación del 98 como Unamuno, Azorín, Valle-Inclán y Baroja, que se rebelaron contra la literatura oficial, con la excepción de Galdós. Realizaron una serie importante de cambios, haciendo desaparecer casi todas las características de la novela realista: trama compleja, amores muy desarrollados, descripciones minuciosas y estáticas que imitan las técnicas pictóricas tradicionales…

  • La novela se estructura en torno a un único personaje.
  • El proceso de cambio se centra en la mentalidad del protagonista y no en sucesos externos.
  • El orden cronológico por el que se rige el relato tradicional es sustituido por la lógica interna del recuerdo o la divagación de la conciencia.
  • Se sustituyen los incidentes por diálogos.

Este enfoque psicológico y subjetivo de la novela se debe a las nuevas preocupaciones e intereses que conforman la sensibilidad de la época como consecuencia de la crisis del positivismo y del desarrollo de la psicología y del psicoanálisis. Si el mundo externo carece de valor, describirlo miméticamente, como hacían los escritores realistas, es un empeño absurdo. Se atiende a las sensaciones y se hace un uso abundante del impresionismo literario. Los escritores noventayochistas reproducen las sensaciones que les causa la realidad, a la manera de los pintores impresionistas, con lo que la sensación de dinamismo es intensa.

No obstante, junto a estos escritores del 98, se encuentran otros que viven un tanto al margen de los cambios y siguen los modos clásicos de la novela naturalista o realista: Blasco Ibáñez, Felipe Trigo, Eduardo Zamacois…

El proceso de renovación del género novelístico lo continuarán los escritores novecentistas. Según Ortega y Gasset, el relato tradicional es un género agotado, entre otras razones, por la reiteración de los temas. En la novela moderna ha de interesar más el ambiente que la acción. El novelista debe cuidar el detalle y prescindir de definir a los personajes, cuyos rasgos han de ser descubiertos por el lector inteligente. Lo importante no será la trama de la novela, sino el juego intelectual, la estructura y el estilo. El resultado será una novela deshumanizada, de lectura difícil y al alcance de pocos, que se acerca al ensayo. En esta línea, con más o menos matices, se sitúan: la novela lírica de Gabriel Miró, la novela intelectual de Pérez de Ayala, y la novela vanguardista de Gómez de la Serna.

A partir del año 1920, surge un grupo de escritores (José Díaz Fernández, Joaquín Arderius, César M. Arconada) que, movidos mayoritariamente por una finalidad social, cultivan una novela realista en oposición al arte deshumanizado. Se proponen, sin renunciar a los hallazgos de las vanguardias, una recuperación del realismo, una rehabilitación de lo humano, del valor testimonial y de la trascendencia social de la literatura. Puede afirmarse que, cuando se proclama la República en 1931, este tipo de narrativa ha triunfado definitivamente; sin embargo, el triunfo electoral de la derecha en noviembre de 1933 provoca un retroceso de la novela social, que queda prácticamente truncada con el estallido de la Guerra Civil.

La Poesía Lírica Española del Siglo XX (hasta 1939)

El primer momento de la poesía lírica española del siglo XX es simbolista. Aunque el modernismo sea un movimiento sincrético en el que se mezclan el simbolismo, el decadentismo y el parnasianismo, entre otros, es el primero de éstos el que ejerce mayor influencia. En Rubén Darío se encuentra desarrollada la concepción simbolista según la cual la realidad sensible está poblada de símbolos; no obstante, sus poemas buscan más la belleza formal (la sonoridad, el ritmo) que la sugerencia. También es muy característico de Antonio Machado, especialmente en su etapa de Soledades, el uso de símbolos físicos (la tarde, la fuente…) para expresar sus estados anímicos.

Juan Ramón Jiménez, por su parte, busca una depuración del simbolismo alejándose del preciosismo que había dominado nuestro modernismo. Esa búsqueda, de signo netamente novecentista, conduce al poeta de Moguer hacia la poesía desnuda basada en la economía de medios y un extremado rigor en la construcción de los textos.

Las vanguardias españolas, que tienen como principal impulsor a Ramón Gómez de la Serna, ocupan un espacio paralelo al novecentismo, cuando no compartido. Su papel es fundamentalmente revulsivo: rechazan la herencia romántica y su aprecio del subjetivismo o del sentimiento, y también la herencia realista o naturalista que desplazaba el interés del poema hacia la realidad. Los rasgos que caracterizan a las vanguardias son:

  • El experimentalismo.
  • El juego.
  • La escisión entre vida y literatura.
  • Las rupturas lógicas.
  • La libertad formal.

En nuestro país aparecen los siguientes movimientos de vanguardia:

  • El ultraísmo, que pretende ir más allá de todos los “ismos”.
  • El creacionismo, que defiende la autonomía del poema con respecto a la realidad.
  • El surrealismo que propugna escribir al dictado del subconsciente.

La Generación del 27 intenta aunar vanguardia y tradición, pues por una parte utiliza un lenguaje renovador, de raíz vanguardista, y centrado en la imagen, y por otra parte asume nuestro cancionero de los siglos XV y XVI. Este grupo de escritores, entre los que se encuentran Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Gerardo Diego y Dámaso Alonso, llegó a ser la más brillante promoción de la literatura española del siglo XX. En su poesía aparecen los grandes temas de la cultura occidental:

  • La ciudad, que para ellos significa progreso.
  • La naturaleza tanto la que se encierra en la ciudad como la paisajística.
  • El amor pleno de la pareja liberada.
  • El compromiso social, especialmente durante la guerra civil.

Su gran innovación formal fue el verso libre, a través del cual descubrieron a los lectores las posibilidades y la riqueza expresiva de un mundo métrico nuevo que, al no estar sujeto a medida, respondía bien a las características del mundo moderno.

Cuando llega la guerra civil, unos componentes del grupo adoptan una actitud de silencio, como Guillén y Salinas, y otros se comprometen con la causa republicana cultivando una literatura de agitación política, como Prados y Alberti. La derrota de la república y la posterior dictadura franquista disgregó a este grupo de escritores que jamás volvería a juntarse.

Unamuno

El Unamuno novelista hunde sus raíces en el ideólogo y en el poeta. A estos debe su fuerza principal. Como dice Torrente Ballester, para enjuiciar y valorar al escritor lo hemos de hacer fijándonos en su biografía. Sus libros son su testamento más veraz.

En toda la obra de Unamuno hemos podido ver junto a la reiteración de ciertos temas una variedad de enfoques y de modos de ejecución. En cuanto a significados y significación última podríamos dividir su obra en cuatro grandes grupos:

  • Narraciones grotescas y tragicómicas, donde Unamuno alecciona y moraliza. Presenta la precariedad y contingencia de la vida humana: Niebla.
  • Historias de pasión, muy románticas en esencia, pero tristes, pesimistas y desoladoras: Abel Sánchez.
  • Novelas de la voluntad creadora, de la imposición del querer ser o ser último frente y contra el yo dado e mundo real: La tía Tula.
  • Buceos novelescos en la personalidad íntima: San Manuel Bueno, mártir.

Cronológicamente estos grupos aparecen irregularmente entrelazados y discontinuos y es muy aventurado hablar de una evolución o un avance en su narrativa. La soltura y plena madurez ya son evidentes en Niebla.

Estéticamente su valor es muy desigual. Esto se debe a su sangrante entraña problemática y a la especial parcialidad artística del autor, pues parece que ignora ciertas parcelas de la persona humana. En estas obras encontramos trazos vigorosos de narrador genial, destellos de criaturas autónomas, pero nunca nos presenta a toda una persona. Como novelista es un dibujante genial, pero no nos deja ninguna novela plena, ningún cuadro acabado.

A pesar de esto se le puede considerar junto a Baroja y Valle-Inclán uno de los grandes escritores de la llamada Generación del 98.

Machado

Antonio Machado Ruiz (Sevilla, 26 de julio de 1875 – Colliure, 22 de febrero de 1939) fue un poeta español, miembro tardío de la Generación del 98 y uno de sus miembros más representativos. Su obra inicial suele inscribirse en el movimiento literario denominado Modernismo.

Etapa inicial modernista, asociada a su libro Soledades (1903), que posteriormente reformó con el título Soledades, galerías, otros poemas (1907).

Utiliza las formas poéticas de los autores del siglo anterior, influido especialmente por su hermano mayor Manuel y su amigo Rubén Darío.

Parece que su objetivo es ser capaz de captar lo esencial del vivir y trasladárselo al lector de forma preciosista; se trata de exteriorizar de modo sincero su intimidad: los sentimientos y las percepciones. A la prioridad de la manifestación de sinceridad subordina aspectos como la perfección de las formas métricas, la musicalidad y la rima.

El poeta venía padeciendo toda una serie de infortunios familiares y reveses académicos, así como una continua inseguridad económica que puede explicar expresiones de melancolía por aquella infancia feliz en Sevilla.

Etapa realista, entre 1907 y 1917, con la publicación de Campos de Castilla.

Ya no es el joven que llegó a Madrid desde Sevilla, la enfermedad y muerte de su amada le han dejado una dura huella. Su vida en Soria – una ciudad mucho más pequeña y en la que carece de sus amigos literatos de Madrid: para no ser olvidado por sus amigos literatos les dedica poemas a Unamuno, Rubén Darío, Azorín y Juan Ramón Jiménez.

Las adversidades de la vida, el áspero paisaje y clima castellano, y la Segunda Guerra Mundial le sacan de su ensoñamiento modernista haciéndole consciente del entorno que le rodea; sin embargo. Contrapone el pasado con su presente, e incluso se muestra preparado para afrontar lo que venga. El libro es finalizado en Baeza, su nuevo destino, donde los poemas adquieren un tono menos épico y pesimista.

Etapa final, de 1917 a 1939.

En su libro Nuevas canciones (1917-1930) hay poemas reflexivos, que denotan una mayor firmeza de carácter, y un tono más con intencionalidad didáctica.

Textos Periodísticos

La Noticia

¿Qué es?

Noticia es todo aquel hecho novedoso que resulte de interés para los lectores. O dicho de otro modo, una noticia es un acontecimiento sorprendente, estremecedor, transcendental… y, sobre todo, reciente.

¿Qué contiene?

Una noticia contiene el relato de una información. Debe dar respuesta a los seis tipos de circunstancias denominadas las 6W:

  1. ¿Qué ha sucedido? (Los hechos)
  2. ¿Quién lo ha hecho? (El sujeto)
  3. ¿Cómo ha sucedido? (El modo)
  4. ¿Dónde ha sucedido? (El lugar)
  5. ¿Cuándo ha sucedido? (El tiempo)
  6. ¿Por qué ha sucedido? (La causa)

Estructura de la noticia

El titular es la noticia, es decir, contiene el tema de la noticia.

Contiene los elementos más importantes de la noticia; es el desarrollo del tema pero no es un resumen del cuerpo de la noticia.

El cuerpo de la noticia desarrolla la información con todo tipo de elementos complementarios.

Una buena manera de escribir la noticia es la pirámide invertida. Esta técnica consiste en situar en primer lugar aquellos hechos o datos que atraerán el interés del lector para ir progresivamente introduciendo otros detalles menos importantes.

El uso de esta técnica implica además un orden en el relato y se basa en no querer decirlo todo a la vez. Conviene mantener el interés del lector espaciando adecuadamente los datos. No se trata de guardar ninguno importante para el final sino de acompasar la información para que no decaiga su interés.

La Opinión

En este género, el enfoque sustancial es la opinión, y la información, si existe, queda relegada a un segundo plano. Ahora bien, la información debe acudir inmediatamente en socorro de este tipo de texto, es decir, cualquier opinión o visión subjetiva debe razonarse. Se trata de decirle al lector: sobre este tema yo entreveo tales significados, y las razones son estas. Pertenecen al género de la opinión:

  1. El editorial.
  2. La carta al director.
  3. El artículo de opinión.
  4. La columna.
  5. La crítica.
  6. La tira cómica.

El Editorial

¿Qué es?

Es un artículo de opinión, de publicación obligada pues define la línea de pensamiento de la publicación.

¿Qué contiene?

Es un género de opinión ligado a la actualidad del momento. El editorial reflexiona sobre el problema en cuestión con el objetivo de mostrar una determinada manera de enfocarlo. Estas reflexiones adoptan la forma de una argumentación fundamentada en informaciones. El carácter de la argumentación aspira a ser objetivo para ello usa un lenguaje sin valoraciones despectivas, unos argumentos razonados.

En la mayoría de los periódicos no va firmado porque su contenido representa al periódico y no a los individuos.

Estructura del editorial

Carece de una estructura fija.

Carta al Director

¿Qué es?

Son textos escritos por los lectores para su publicación en una sección que los periódicos han creado para este fin: Cartas al Director, opinión de los lectores…

¿Qué contiene?

Los temas son variados: hechos de actualidad, reflexiones más o menos literarias sobre cuestiones de la vida, pero también desacuerdos con alguna información, el editorial, un artículo de opinión, etc. Las formas son, asimismo, variadas. Generalmente son exposiciones argumentadas en las que los lectores muestran su protesta sobre algo. Algunas cartas contienen relatos con el objetivo de mostrar una idea.

Estructura

Su organización no sigue unas normas fijas pues depende de quién escribe, del tema y de su intención. En líneas generales, en la mayor parte de las cartas se sigue la siguiente estructura:

  1. Presentación del enunciador.
  2. Motivo de la carta.
  3. Exposición del hecho.

El Artículo de Opinión

¿Qué es?

Texto expositivo o argumentativo que trata cualquier tipo de tema con libertad expresiva. Es un valioso modo de expresión, que ha sido utilizado a través de los tiempos por pensadores, políticos, sociólogos, etc.

¿Qué contiene?

La opinión de un colaborador ajeno al periódico pero de reconocido prestigio en el tema.

Estructura

Libre, a gusto del emisor.

La Columna

¿Qué es?

Texto argumentativo que valora de forma personal una cuestión de actualidad. Se puede publicar en cualquier sección. Siempre ocupa el mismo lugar y con una periodicidad concreta, por eso suele aparecer acompañada de la fotografía del autor.

¿Qué contiene?

La opinión de un colaborador habitual del periódico.

Estructura

Libre, a gusto del emisor. La extensión está definida por el espacio reservado en el periódico.

La Crítica

¿Qué es?

Valora y explica la obra de creación expuesta al público (libros, música, cine, etc.).

¿Qué contiene?

Opinión de un crítico.

Estructura

  1. Título. Siempre breve y valorativo y es mejor que dé una pista sobre el asunto principal de la obra.
  2. Ficha técnica. Después del título y antes del texto. Aporta el título de la obra, datos principales de los que han intervenido en la creación y puesta en escena de esa obra. Debe recoger el género de la obra. Tiene un tratamiento tipográfico diferente al del texto del cuerpo para diferenciarlo de este.
  3. Cuerpo de la crítica. Texto expositivo que plantea la tesis de la opinión que merece la obra al crítico.