Panorama de la Novela y el Teatro Español: Desde los Años 40 hasta Finales del Siglo XX

Las tendencias de la novela de los años 40 son la novela de los vencedores, en la que se exaltan las virtudes heroicas y militares desde una posición ideológica franquista. Destaca Rafael García Serrano con La fiel infantería. La novela neorrealista continúa con la estética realista, con Gonzalo Torrente Ballester y Los gozos y las sombras como ejemplos. La novela existencialista abarca temas como la miseria, la frustración, la soledad y la muerte, destacando Carmen Laforet con Nada y Miguel Delibes con La sombra del ciprés es alargada. La novela tremendista presenta situaciones y personajes de gran dureza y violencia, con un lenguaje literario desgarrado. Obras representativas son La familia de Pascual Duarte, Pabellón de reposo y Viaje a La Alcarria de Cela.

A los autores de la novela de los años 50 se les conoce como la generación del medio siglo. La novela se concibe como testimonio directo del momento histórico, con preferencia por la estructura sencilla y la narración lineal. Existen las siguientes corrientes novelísticas:

  • Objetivismo: La función del novelista consiste en registrar con total objetividad hechos y conductas externas de personas. Sus autores son Camilo José Cela con La colmena, Rafael Sánchez Ferlosio con El Jarama y Miguel Delibes con El camino.

En la novela de los años 60 y 70 comienza a producirse un rechazo creciente de la novela social, dando paso a un proceso de renovación narrativa que llevará a una novela experimental. Se produjo el descubrimiento de la novela hispanoamericana, en la que destacan La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa y Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Las principales técnicas narrativas son la recuperación de la temática y el personaje individual. Se pueden establecer dos periodos:

  1. Años 1962-1968: Los principales autores son Luis Martín Santos con Tiempo de silencio, Camilo José Cela con San Camilo y Juan Benet con Volverás a región.
  2. Años 1968-1975: Los principales autores son Gonzalo Torrente Ballester con La saga/fuga de J.B, Camilo José Cela con Oficio de tinieblas 5 y Eduardo Mendoza con La verdad sobre el caso Savolta.

El Teatro de 1939 a Finales del Siglo XX

El teatro del exilio es el creado por dramaturgos que se vieron obligados a abandonar el país al terminar la Guerra Civil y continuaron su producción teatral en los países en los que fueron acogidos. El autor más destacado fue Alejandro Casona, y su mejor obra es La dama del alba.

Las principales tendencias del teatro de los 40 son:

  • Teatro comercial: Las obras presentan una crítica de costumbres y un espejo de la realidad, desarrollándose en ambientes de la clase media-alta. Destacan Joaquín Calvo Sotelo con su obra Una muchachita de Valladolid (1957) y Juan Ignacio Luca de Tena con su obra ¿Dónde vas Alfonso XII? (1957).
  • Teatro humorístico: Humor inverosímil y disparatado, donde destacan Enrique Jardiel Poncela con su obra Eloísa está debajo de un almendro (1940) y Miguel Miura con su obra Tres sombreros de copa (estrenada en 1952).
  • Teatro inconformista: Refleja la dura realidad de la España del momento, situándose las obras en un espacio y un tiempo determinados. Destacan Historia de una escalera (1949) de Antonio Buero Vallejo y Escuadra hacia la muerte (1953) de Alfonso Sastre.

En el teatro de los años 50 se desarrolla un teatro realista-social, que intenta hacer un testimonio crítico de las injusticias y desigualdades. Aparece un nuevo público universitario y comienza un cierto relajamiento de la censura, utilizándose elementos simbólicos para tratar temas como la injusticia social. La técnica teatral es realista con rasgos cercanos al esperpento. Destacan Antonio Buero Vallejo con su obra Historia de una escalera (transcurrida en una casa de vecindad) en su primera etapa. En su segunda etapa, sus obras se valen del pasado para reflexionar sobre el presente, destacando Las Meninas (1960) sobre Velázquez, El sueño de la razón (1970) sobre Goya y El tragaluz (1967) con el trasfondo de la Guerra Civil española. En su tercera etapa aparecen contenidos sociales y políticos.

También destaca Alfonso Sastre con sus obras Uranio en su primera etapa, Escuadra hacia la muerte en su segunda etapa y la tragedia compleja en su tercera etapa. También destacan Laura Olmo con su obra La camisa (1962), José Martín Recuerda con su obra Las salvajes en Puente San Gil (1963) y Antonio Gala con su obra Los verdes campos del Edén (1963).

A partir de los años 70 se produce un teatro más exigente y renovador, dirigido a un público minoritario. Se ponen de moda los recursos vanguardistas, hay rechazo del realismo, es un teatro crítico en el que los personajes aparecen caricaturizados, la acción dramática aparece fragmentada y el teatro se considera un espectáculo total. Los temas centrales van a ser la dictadura política, la injusticia, la deshumanización… Destacan autores como Fernando Arrabal con su obra Pic-nic (1952), Francisco Nieva (que crea un teatro furioso) y Antonio Gala (con un teatro poético). Los grupos más destacados son: en Madrid, Tábano; en Barcelona, Els Comediants; y en Bilbao, Akelarre.

En las dos últimas etapas del siglo XX desaparece la censura y el apoyo de las instituciones oficiales, se crean el Centro Dramático Nacional y la Compañía de Teatro Clásico. Aparece un teatro de línea tradicional donde destacan autores como Fernando Fernán Gómez con su obra Las bicicletas son para el verano (1982) y José Sanchis Sinisterra con su obra ¡Ay, Carmela!. Aparece un teatro realista y social donde destacan autores como José Luis Alonso de Santos con sus obras La estanquera de Vallecas y Bajarse al moro, y Fermín Cabal con su obra Tú estás loco, Briones. Por último, aparece un teatro experimental y vanguardista donde destacan autores como Paloma Pedrero con su obra Noches de amor efímero.