Panorama del Teatro Español en la Segunda Mitad del Siglo XX: Tendencias y Autores Clave

El Teatro en la 2ª Mitad del Siglo XX

La Guerra Civil española (1936-1939) supuso una ruptura profunda en la trayectoria del teatro español, así como en la de otros géneros literarios. Tras la victoria del general Franco y la instauración de una dictadura, el panorama teatral se dividió entre el teatro del exilio y el que se desarrollaba en el interior de España.

El Teatro del Exilio

Desarrollado principalmente en México y Argentina, se caracterizó por la incorporación de novedades vanguardistas. Destacan autores como:

  • Rafael Alberti: Su obra más emblemática es El adefesio.
  • Max Aub: Cultivó un teatro de corte realista, abordando temas como los desastres de la guerra, la soledad y la ética del exiliado. Su obra San Juan es un referente.
  • Alejandro Casona: Continuó con el estilo lírico y simbólico que practicaba antes de la guerra, como se aprecia en La dama del alba.

El Teatro en el Interior de España

Durante la posguerra, la escena española estuvo dominada por un teatro al servicio de la dictadura. Surgieron dos corrientes principales:

La Comedia Burguesa

Caracterizada por su perfecta construcción y su intrascendencia temática, centrada principalmente en el amor. Autores representativos son José María Pemán y Joaquín Calvo Sotelo.

El Teatro de Humor

Alejado de la realidad inmediata, con figuras como Enrique Jardiel Poncela, cuyo teatro se caracteriza por la despreocupación, y Miguel Mihura, quien buscaba idealizar la vida a través de la humanización de sus personajes y el triunfo de la bondad. Su obra más representativa es Tres sombreros de copa.

La Década de los 40 y el Realismo Social

La década de 1940 se cierra con una obra clave del realismo social: Historia de una escalera, de Antonio Buero Vallejo. Esta tendencia se consolida en la década de 1950, con Buero Vallejo y Alfonso Sastre como máximos exponentes del teatro de testimonio social.

La Vanguardia y el Teatro Experimental

Paralelamente, surge la figura de Fernando Arrabal, influido por las vanguardias históricas, quien define su estilo como teatro pánico. Sus obras abordan temas como la religión, la sexualidad, la política, el amor y la muerte. Destacan Pic-Nic y El triciclo.

En la década de 1960, se desarrolla un teatro experimental que se opone a la estética realista y conecta con la tradición vanguardista de Antonin Artaud, donde el texto literario es un elemento más del espectáculo. Temáticamente, persiste la denuncia política y social del régimen franquista, así como la crítica a la falta de libertad, la opresión y la injusticia.

Entre los nuevos dramaturgos, destaca Francisco Nieva, cuyas obras contienen referencias críticas a una España negra y a la religión. También se desarrolla un teatro simbolista, de carácter vanguardista y pesimista, con autores como José Ruibal y Luis Riaza.

El Teatro Independiente y la Transición

A finales de los años 60, surgen los primeros grupos de teatro independiente, como Els Joglars, liderado por Albert Boadella, y La Fura dels Baus, conocidos por sus espectáculos provocadores y violentos en grandes espacios.

A partir de 1975, con la Transición, se observa una dispersión de tendencias, aunque predomina la orientación realista. Entre los autores surgidos en estos años, destaca Paloma Pedrero, con un teatro realista y reflexivo.

Antonio Buero Vallejo: Un Trágico Contemporáneo

Antonio Buero Vallejo (Guadalajara, 1916) es una figura fundamental del teatro español del siglo XX. Estudió en la Escuela de Bellas Artes y se dedicó a la escritura teatral, ingresando en la Real Academia Española y recibiendo numerosos premios, entre ellos el Cervantes.

Buero Vallejo es considerado un trágico contemporáneo, cuya obra ofrece una mirada lúcida sobre el ser humano y el mundo, sin caer en el pesimismo, y con una llamada a la esperanza en un futuro más humano y justo. Sus obras exploran el deseo de realización humana y sus limitaciones, en un triple plano: existencial, social y político.

Etapas en la Obra de Buero Vallejo

Primera Etapa

Caracterizada por un realismo matizado por el uso de símbolos. Su primera obra, Historia de una escalera, muestra las frustraciones amorosas y laborales de unos personajes, que parecen condenados a repetirse en sus hijos treinta años después. Otra obra destacada de esta etapa es En la ardiente oscuridad.

Segunda Etapa

Para sortear la censura, Buero Vallejo sitúa sus obras en el pasado, buscando que el espectador experimente las mismas sensaciones que los personajes. Obras importantes de este periodo son Las Meninas, sobre Velázquez, y El tragaluz, ambientada en la realidad española de la posguerra.

Tercera Etapa

Se intensifican los rasgos de la etapa anterior. Destaca La fundación, que plantea temas como el autoengaño, la confusión entre ilusión y realidad, y la pena de muerte como instrumento del totalitarismo.