Personajes Clave en ‘Como agua para chocolate’: Un Estudio de sus Relaciones y Simbolismos

John Brown

Este ameno doctor estadounidense se aparece en las vidas de los De La Garza como la salvación, la liberación y la promesa de nuevas eras. Criado con lo moderno de la ciencia, lo normal de la familia, y lo especial de los conocimientos sobrenaturales de su abuela kikapú, Luz del Amanecer, John encarna la mezcla de todas las sensaciones de los personajes de este libro, adaptándolas y explicándolas en formas que Tita comprendía y aprehendía para poder conseguir su liberación. Se muestra comprensivo y de suma ayuda para Tita al cancelar la boda, sin rencores, sino agradeciendo poder haber estado a su lado. Como meritorio de este personaje, cuento una historia que luego sería el botón desencadenante de la final emancipación espiritual de Tita: Al recibirla en su casa, John se enamora profundamente de ella. Trata de enseñarle, más allá de reglas y condicionamientos, las curiosidades que él había aprendido de su abuela, ya que conocía a Tita y sabía que estos datos serían de su agrado. Desde un principio vemos que John es apacible, sereno y muy predispuesto a ayudar a Tita. Podría haber sido su complemento ideal. En el capítulo referido al mes de Junio, titulado bajo el nombre de “Masa para hacer fósforos”, John explica a Tita que podemos encontrar estos componentes directamente en el cuerpo humano y relata una historia que Luz del Amanecer le habría enseñado, que será luego de vital importancia para comprender el desenlace del libro:

“Si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos […] oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos. […] Cada persona tiene que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir. […] Si uno no descubre a tiempo cuáles son sus detonadores, la caja de cerillos se humedece y ya nunca podremos encender un solo fósforo”

Elena De La Garza

Habiendo sido criada en una familia de formación rígida y autoritaria, Elena se nos muestra como una mujer de similares características. Es dura, fuerte, de gran carácter, con un desenfado fenomenal hacia quien no cumple las reglas. De joven había sentido el amor en los ojos de un muchacho llamado José Treviño, a quien el padre de Elena despreciaba por tener sangre negra en sus venas, y la obligó a contraer matrimonio con Juan De La Garza. Habiendo ya sido madre, Elena continuó con sus encuentros amorosos con el mulato, siendo el fruto de éstos Gertrudis. Juan ignoraba este hecho hasta que nació Tita. Al tomar conocimiento sufrió un fulminante infarto, dejando a Elena viuda desde muy joven. Esta repentina viudez la obligó a ser aún más rígida y fuerte, pues tuvo que hacerse cargo del Rancho, de sus tres hijas y de todos los quehaceres que le tocaban por el hecho de ser mujer. Como su madre antes que ella, le enseñó a Rosaura, Gertrudis y Tita los valores que eran imprescindibles para ser agraciada en la sociedad y las tradiciones que corrían en la familia De La Garza. A pesar de haber sido víctima de una frustración amorosa culpa de la represión paterna, Elena no se mostró como una persona necesitada de dar afecto, todo lo contrario: aparenta ser una persona renuente al mismo, ya que antes le había provocado tales sufrimientos y soledades. Quizás por eso, y en cumplimiento de las normas familiares, procuraba que sus hijas tuviesen mejor suerte, al menos un futuro más sólido que el de ella, apresurada por entregarlas a una nueva familia que pudiese dar la estabilidad necesaria para su tranquilidad y paz. De alguna forma creo que Elena quería quedarse sola, y es por esto que ella también se mostraba infeliz con la norma familiar que imponía que Tita se quedara a su lado hasta la muerte. Desconociendo otro modo de vida, Elena intenta todo el día enseñar e imponer lo que le fue enseñado e impuesto, no por un acto de cobardía hacia el cambio (ella podía enfrentarlo muy cómodamente), sino por un acto de su propia liberación, que esta vez no es espiritual, sino de una falsa sensación de satisfacción al verse desligada de su obligación de madre. Aún así el odio no la abandona, expresando quizás la furia contra sus padres y su difunto esposo a través del mal trato con sus hijas, en especial con la encargada de su compañía, Tita.

Rosaura De La Garza

La más recatada y acatadora de las reglas de las tres hijas de Elena. Siendo la mayor, es la más preocupada por contraer matrimonio para perpetuar las costumbres familiares. Rosaura, sabiendo siempre que su marido era el novio de Tita, se muestra como una mujer enfadada y con actitudes de desprecio, a pesar de haber sentido la mayor parte de su vida una terrible sensación de angustia y culpa por haber robado a Tita su amor. Sin embargo, reclamando lo que le pertenece por decisión materna, constantemente tiene enfrentamientos con Tita respecto de Pedro. Si bien no es independiente ni luchadora, al sentirse permanentemente en desventaja con Tita siempre la trató con frialdad, indiferencia y hasta desprecio. Al temer fracasar en las áreas donde Tita tenía éxito, rechazaba la ayuda de su hermana, siendo el mejor ejemplo de esto una ocasión en la que intentó cocinar y se negó a recibir ayuda o asesoramiento, produciendo una indigesta comida que su madre intentaba halagar en presencia de Pedro. Al continuar ciegamente con la tradición familiar anunciando que Esperanza iba a mantenerse soltera hasta su muerte, Tita propició sin intención una terrible y permanente indigestión a través de su comida, que provocaba a Rosaura flatulencias y mal aliento, hasta terminar en una gran inflamación en el vientre que le provocó la muerte.